Gorra, mochila y pokeballs
Este verano ha ocurrido un hecho sin precedentes. Gente de todo el mundo y de todas las edades han salido a la calle para perseguir y capturar criaturas imaginarias. Horas muertas caminando hacia ningún sitio, horas muertas charlando sobre dichas criaturas. ¿Qué locura pudo asolar el mundo entero de esa manera? No hubiera dado un duro si alguien me hubiera dicho que un juego iba a hacer salir a mi padre a andar sin rumbo. Pero Pokemon puede hacerlo todo posible.
Tras el boom de Go, llega Pokemon Sol y Luna dispuesto a sentar nuevas bases, a cambiar lo que llevan haciendo 20 años y que les ha funcionado tan bien. Han cambiado muchas cosas, y a mi parecer, todas a mejor. Sin embargo, todo huele a nostalgia y a buenos recuerdos, como si nada hubiera cambiado. ¿Cómo es posible?
Empezamos como un chaval que viaja desde Kanto hasta a Alola, la nueva región inspirada en Hawai. Como es habitual en el mundo, cuando una madre se muda con si hijo único, debe hacerlo a una casa situada al lado de un prestigioso profesor Pokemon. Vaya, qué sorpresa. Sin embargo, este profesor no te regala un Pokemon o es tan inepto que necesita que lo salves con sus propios pokemon. Hay un ritual, una celebración para escoger tu Pokemon inicial, y que él te escoja. Una tradición de Alola que da comienzo al recorrido insular, tu camino para convertirte en maestro pokemon y para ganarte el favor de los dioses guardianes, los Tapus. Y hasta aquí tu historia. Pokemon Son y Luna no van sobre el camino de un chaval que se convierte en maestro. La cámara te sigue a ti, pero sólo para contar distintas historias sobre la región, su gente y su cultura. Es la historia de dos amigos y de cómo uno consigue sus sueños mientras otro se hunde en el abismo. Es la historia de cómo la locura rompe una familia. Pequeños cuentos que el protagonista descubre en su camino y que le dan vida al mundo. Pero no seguiremos por aquí para no meternos en materia de spoiler.
Al principio pensaba que las pruebas y los Kahunas eran los gimnasios de antes, pues al final de cada prueba te enfrentas a un Pokemon dominante, que viene a ser un jefe final. Pero al igual que la mayoría de gimnasios eran exámenes sin más relevancia que la medalla, en las pruebas de Alola lo que menos importancia tiene es la medalla. El concepto es el mismo, pero se rompe la cadena de servidumbre entre el líder del gimnasio y sus criaturas. Ahora, los capitanes entrenan al pokemon dominante, pero la criatura no cumple órdenes. Es una relación de igual a igual.
La relación de la gente de Alola con sus Pokemons es uno de los temas a los que mayor importancia se les da en el juego. Son algo más que mascotas de combate, algo más que esclavos. Y eso está bien, pero da lugar a preguntas incómodas como cuando en la demo una chica tiene una cita con un Machamp o ves a ese mismo Pokemon trabajando de albañil. Pero basta de conceptos, hemos venido a jugar.
Gráficamente hay un salto significativo desde la anterior entrega. Si bien es la misma base, han aprendido a usarla al máximo, a exprimirla para que todo se vea mejor y más claro. La cámara ayuda mucho a esto, pues casi siempre está mostrando lo que quieres ver. Muy pocas veces me ha fastidiado o he deseado poder girarla, y eso es raro en ese tipo de perspectivas. Por otro lado, esta evolución pasa factura en la portátil, con caídas de fps en combates dobles y particularmente en el Battle Royale bastante notables incluso en New 3ds. ¿Será la primera vez que veamos un parche para arreglar el framerate de un Pokemon?
Por suerte esas caídas sólo ocurren en combates y no en las cinemáticas. Tal vez sea la primera vez que un juego portátil de Pokemon tiene tantas cinemáticas. De hecho, al principio esperaba que me saltara el "A Hideo Kojima game" por algún sitio. Sin embargo, se hacen bastante amenas y llevan un buen ritmo, algo que no todos los juegos consiguen. Los diálogos suelen ser coherentes y en ocasiones bastantes divertidos, aunque a veces desearías aporrear el A como si estuvieras en un Hack & Slash.
Quiero hacer un inciso sobre el guión y la localización de este juego. ¿Alguien más piensa que el Team Skull es el mejor de todos los tiempos? Hacía mucho tiempo que no encontraba reflexiones tan buenas y profundas como "¿Y de dónde vendrá la palabra "tunda"? ¿Será el ruido que hacen las toñas que me daban?". Olvidando las maravillosas rimas de los reclutas, hay que decir que el guión general mejora desde X e Y, pero está endulzado para un público menor como de costumbre en la saga. Hay partes más duras que algunos dramas de Hollywood, aunque se traten de una manera muy superficial para no herir a nadie.
Artísticamente es bastante minimalista, buscando la sencillez rural que caracteriza el mapa. No hay muchas imágenes destacables que recuerde, ni buenas ni malas. La banda sonora sí que es más memorable, tanto en los temas reeditados que llaman a la nostalgia como en los nuevos. ¿He hablado ya de lo bueno que es el Team Skull? Hay temas que pasan algo desapercibidos en momentos donde deberían destacar, pero nunca desentonan.
Muchos de los jugadores pedían un juego algo más exigente, decían que la historia era demasiado casual. En X e Y se les respondió con aquel Gyarados en la liga que dio problemas a más de un inexperto. En este nuevo comienzo, creo que han acertado de lleno en el diseño de niveles y su dificultad. Las rutas y el camino están plagadas de combates cortos y sencillos. En cambio, los jefes finales de cada zona se complican bastante si no tienes el equipo adecuado. Obliga un poco más a pensar qué hacer y a quién reclutar, sin frustrar a los menos habilidosos.
No puedo terminar sin comentar algo que es importante para un gran número de entrenadores. Competitivo. Han sacado de la ecuación a los legendarios, a las megaevoluciones y a gran parte de la pokedex. También han nerfeado a Mega Kangaskhan, al Sr. BraveBird y a Gengar. Tras echarle un ojo a los nuevos pokemon y a los viejos que vuelven se puede decir, sin apostar demasiado, que queda bastante equilibrado. Los nuevos parecen estar creados pensando en su uso competitivo más que antes. Y no porque sean más débiles que los que han quedado fuera, sino porque los que más destacan tienen una contraparte clara. Parece que esta vez está más abierto y no como en X e Y que o escogías las criaturas élite o eras aplastado por ellas.
Conclusión
Apostando fuerte, debo decir que Pokemon Sol y Luna son los mejores juegos de la franquicia aunque traicione a la nostalgia. Lo hace prácticamente todo mejor que sus antecesores, sobretodo en la parte narrativa. Como jugador experimentado en la saga me ha durado entre 18 y 20 horas, hasta la liga claro. Son más horas de las que duraron las anteriores entregas, aunque yo tampoco he ido haciendo un speedrun. Si alguien está en duda sobre comprarlo lo recomendaría sin dudarlo.
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