ANÁLISIS: Streets of Rage 4 PS4 XBO PC SWITCH

Hace años que estamos viendo como regresan un montón de sagas clásicas de videojuegos. Algunas pasan sin pena ni gloria, otras lo hacen bien y otras como Sonic Mania son una demostración de que con cariño y muchos trabajo se puede hacer un gran trabajo.

Hablar de la saga Streets of Rage es hablar de uno de los referentes de todo un género: el beat'em up ( el "yo contra el barrio" de toda la vida. Esta saga franquicia nació en Mega Drive y con su personalidad, gráficos y banda sonora se ganó el corazón de muchas generaciones de jugadores. Ahora 26 años después recibimos esta cuarta parte. Tremenda responsabilidad para un desarrollo a tres bandas entre Dotemu, Lizardcube y Guard Crush Games. En lo sonoro tenemos la suerte de contar con la vuelta de dos grandes como Yuzo Koshiro y Motohiro Kawashima, que junto a Oliver Derivire han creado una banda sonora a la altura. Hasta cada jefe tiene con su banda sonora propia que ha sido creada por un artista invitado. Todo un lujo.

Empezamos con los personajes. Han pasado 10 años a nivel de trama y el mayor exponente es el aspecto de Axel que aparece desaliñado y con una barba que marca el paso del tiempo. El rediseño de Blaze es una maravilla y es muy recomendable visitar la galería de diseños y bocetos que se desbloquea al completar la historia principal. En esos bocetos vemos ideas descartadas, comparaciones con los sprites originales y todo el trabajo detrás de protagonistas y villanos. Una pasada.

El juego consta de 12 divertidísimas fases en las que visitamos todos tipo de escenarios detallados. Es fácil quedarse embobado con las texturas y con la iluminación cambiante repleta de luces de neon, reflejos y detalles que enamoran. Hay detalles que encandilarán a los fans de la saga como un guiño al canguro Roo.

A nivel jugable tenemos tres botones para puñetazo, salto, items/lanzarlos. Un cuarto botón está reservado para el uso de un ataque especial que también puede ser utilizado en el aire. Ahora contamos con una novedad: si golpeamos a nuestro enemigo después de usarlo recuperaremos parte de nuestra vida. Lo que es una pasada es la nueva física de rebotes. Es simplemente espectacular lanzar a nuestros enemigos contra objetos y aprovechar el rebote para seguir atizándole mientras cae. También funciona de maravilla lanzar objetos como puñales, servirnos del rebote para volverlo a atrapar en el aire y seguir enlazando combos. Por último tenemos un super movimiento especial que consume una estrella y que se utiliza pulsando el botón especial y el de ítem a la vez. Estos golpes hacen que el juego se congele por un segundo para desatar un espectáculo de fuego, luces y causar un tremendo daño a nuestro enemigo.

Terminar el juego no es complicado. No te preocupes si no eres especialmente hábil en los juegos del género porque hay continuaciones (que penalizan la puntuación). Cada vez que nos pasemos una fase aparecerá como completada y podremos cerrar y empezar por la siguiente. Eso sí, si nos matan tendremos que empezar el nivel desde el principio, como mandan los cánones.

Precisamente el juego "empieza de verdad " cuando terminamos las 12 pantallas del modo historia. Será entonces cuando desloqueemos un nuevo personaje, un modo de combate contra jefes, el modo duelo, el Modo de dificultad Mania y el Modo Arcade que nos propone el reto de terminar el juego con un solo personaje y sin continuaciones.

A medida que vamos completando pantallas y vamos jugando mejor recibimos puntuaciones con las que desbloqueamos nuevos personajes, versiones clásicas pixeladas y la banda sonora original de los juegos originales. Donde el juego más brilla es en el cooperativo local para hasta 4 jugadores. También cuenta con un modo en línea pero está limitado hasta 3 jugadores.

Os cuento un par de truquitos que están bastante escondidos. Desde el primer momento si trasteamos por las opciones de sonido podemos cambiar la banda sonora del juego por una retro que le sienta de maravilla. Eso sí, recomendamos pasarnos el juego al menos una vez con la nueva remezcla porque es una pasada. Por cierto podéís escucharla en Spotify entrando en el siguiente enlace.

El juego también cuenta con algunas opciones gráficas que recrean la imagen de una tele de tubo de la época y varias fases retro secretas. ¿Cómo accedemos a estas fases retro? Es muy fácil. En algunas pantallas veréis máquinas arcade escondidas. Si las golpeamos simplemente se romperán pero si cogemos uno de los táser que llevan algunos enemigos y los usamos contra los arcades entraremos en estas fases retro que recrean algunos de los niveles más míticos de la franquicia.

Streets of Rage 4 puede llevar con orgullo ese número al final del nombre porque ha logrado estar a la altura de la franquicia. Respeta todas las bases de la trilogía y del género pero ha sabido darle las novedades justas con un buen sistema gráfico y un apartado gráfico al que es imposible ponerle un pero. La banda sonora está a la altura de lo esperado. Sus 12 fases pueden parecer cortas pero hay un montón de contenido por desbloquear y hacerlo es tremendamente divertido en compañía con los modos cooperativos.

Cuando termine la cuarentena una de las mejores opciones será juntarse con tres amigos, comprar pizza, bebida y disfrutar de este juegazo que ha sido una de las sorpresas de lo que llevamos de año. Ojo, es importante lavarse las manos cuando se termine la pizza.