Estas ahí, luchando de tú a tú contra el Alma de Ceniza, atemorizado por los constantes cambios de estilo de combate que hace, pero aún así, sobrevives. Empieza su 2ª fase, te preparas, te preguntas que movimientos tendrá ahora, y de repente... PIM PIM PIM, tres notitas de piano que te dejan indefenso ante la nostalgia de Soul of Feelings. YOU DIED.
No podría estar más contento con ese final boss. No solamente por el lote que trae, por la nostalgia o por el diseño, sino porque te da la oportunidad de enfrentarte cara a cara con Gwin, con el verdadero rey y no con su versión hueca de cenizas. Además, el modo en que está hecho, con toda la tensión del momento después de esquivar la explosión de fuego, esas tres notas de piano emocionan, porque eres también consciente que se acaba la trilogía, que no habrá más dark souls y ese es el final. Un 15.
Yo la primera vez lloré y todo, me podía creer que estaba luchando contra ''mi mismo'' de Dark Souls, y más con Lord Gwyn... Fue épico, sin duda nunca olvidaré mi experiencia en Dark Souls III
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