ANALISIS: God of War Ragnarok. Kratos es mi padre y nos recuerda por qué amamos tanto a los videojuegos PS4 PS5

God of War: Ragnarok ha sido todo un éxito. No en vano hace escasos días conocíamos la noticia de que
vendió 5,1 millones de unidades en su semana de lanzamiento. Había ganas de seguir con la historia de Kratos después de la reinvención que la saga vivió en 2018. Sony Santa Monica ha sabido quedarse con todo lo que funcionaba en ese juego y mejorarlo. Sí, es verdad que el resultado es una obra muy continuista pero mejora en TODOS los apartados. El resultado es un juego redondo que te deja con una tremenda sensación de satisfacción desde el primer momento.

Por fin he podido completarlo al completo y me gustaría contaros lo que me ha parecido.

A nivel de trama empezamos justo donde lo dejamos. El Fimbulwinter está azotando todos lo reinos y seguimos nuestras aventuras y desventuras con Atreus hasta que recibimos la visita de Thor a nuestra casa. Es precisamente el post créditos del primer juego así que ya sabíamos lo que iba a pasar.

A partir de ese momento empieza un viaje repleto de sorpresas de las que te dejan con la boca abierta. Me gustaría poder hablarlos de algunos personajes en concreto que me han encantado pero me he prometido no hacer ningún spoiler. Quizas lo que más me ha gustado sea la calidad de los diálogos. Todo está tratado con un mimo increíble, cada personaje tiene su propia personalidad y motivaciones. Todos los personajes evolucionan y no puedes soltar el mando deseando saber por dónde irán los tiros.

La dirección es simplemente insuperable. Seguimos con la sensación del plano secuencia donde la cámara es un protagonista más en la aventura. Si podéis fijaos en las expresiones de Kratos cuando está Atreus en escena. Es una pasada cómo han conseguido que las miradas transmitan tanta humanidad en los personajes. La relación entre padre e hijo es de las que pasaran a la historia como un paradigma en el mundo de los videojuegos. Kratos es el mejor padre del mundo y el que piense lo contrario tendrá que vérselas con mi hacha Leviatán.

Como he dicho algo el juego es muy continuista con el anterior. El sistema de combate es prácticamente el mismo pero por suerte se han añadido nuevas armas y todo un árbol de habilidades distinto. Hay un montón de armaduras y piezas por descubrir y mejorar. Lanzar el hacha y recuperar sigue dando un gustito orgásmico. Las Espadas del Caos son tan devastadoras como siempre. También contamos con el escudo con el que podremos parar algunos golpes, hacer parrys y romper la guardia de nuestros enemigos. En general el combate sigue siendo igual de divertido y las peleas han ganado en emoción y verticalidad con los nuevos añadidos. Una de las mejores noticias es que existe una gran variedad de enemigos y de jefes finales.

Hay un MONTÓN de cosas que hacer en el juego. La trama principal dura unas 25 horas pero si queremos completarlo todo el contador de horas se nos disparará hasta las 45. Tenemos puzzles en forma de cofres, los cuervos de Odín, capturar criaturas... Siempre estamos haciendo algo distinto. Es de agradecer que las secundarias tengan también calidad a nivel de trama. Todas están trabajadas a nivel de guión y están perfectamente integradas en la historia del juego. Cada uno de los Reinos es distinto al anterior y son muy revisitables cuando desbloqueamos nuevas habilidades o tenemos nuevas armas. El juego nos llega perfectamente doblado al castellano. La banda sonora de Bear McCreary es de los mejor que ha salido en los últimos años. Que vayan poniendo su nombre en su categoria de los Game Awards porque ganará fijo. Os recomiendo entrar en ajustes del juego y bajar un par de puntos el nivel de voces y efectos del juego. Dejad la banda sonora a nivel 10 y disfrutad. Una auténtica pasada.

Hay que ser conscientes de que sigue siendo un juego de Playstation 4 y se nota en algunas cosas. El juego está lleno de pequeñas zonas de carga camufladas que no harían falta en PS5. Si dejamos de lado ese pequeño detalle estamos ante una obra maestra. Los gráficos son increibles, las expresiones, la iluminación...

A nivel personal recomiendo siempre las modalidades gráficas que incluyan los 60fps. El combate del juego se disfruta más y es increíble lo bien que se ve todo. Podéis repasar los modos gráficos entrando en el siguiente enlace.

Estamos ante uno de los mejores juegos que han salido en los últimos años. Una obra de arte que cierra de un modo excelso lo que empezó en el reboot de 2018. En estos tiempos de micropagos, multijugadores y juegos como servicio somos tremendamente afortunados de poder jugar a este tipo de producciones tan cuidadas y tan redondas. Un juego que nos recuerda por qué amamos tanto este mundillo. Gracias por tanto, Kratos.

Nota: 9