Historias de Guerra: La Guerra del Emú XBO

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Introducción

Muy buenas tenga quién esté leyendo esto. Quinto aporte ya, quién me iba a decir a mí que iba a haber cinco de estos. Esta vez el aporte tendrá un tono bastante más ligero que el anterior, para tomar un breve respiro. Además, como siempre, quiero aprovechar para animar a quién le interese a dejar sus propuestas en comentarios en caso de tener alguna.
Los grandes estudios de desarrollo se dedican a machacar y a quemar las mismas historias una y otra y otra vez, hasta que irremediablemente acaban cansando. La segunda guerra mundial, la guerra fría en general y Vietnam en particular, conflictos variados en Oriente Medio... todos ellos, vistos y tratados hasta la saciedad. Y casi siempre desde el mismo punto de vista.
La cuestión, en este mundo hay algunas historias muy locas, y algunas de ellas, pese a ser realmente absurdas o irrisorias, han dado pie a conflictos y han sido causa de guerras y situaciones curiosas como poco. Uno de estos locos conflictos tuvo lugar en Australia en 1932, en el que la resistente población australiana se enfrentó al que hasta ahora ha sido su más fiero y peligroso rival.

La calma entre tempestades

Noviembre de 1918, tras cuatro años de muerte y destrucción Europa detiene la maquinaria de la guerra. Millones celebran el final del conflicto, y los millones de hombre movilizados emprenden el camino de vuelta a sus hogares. Entre estos veteranos de combate que volvían a casa se encontraban un gran número de australianos, quienes volvían a pisar su isla tras un largo viaje. Ante este aumento de mano de obra disponible, el gobierno australiano los envió a la parte occidental de la isla, dándoles parcelas de tierra para que se dedicasen a la labranza. Muchos de estos veteranos que volvían del frente, sin demasiadas opciones en la mesa, aceptaron la oferta y se instalaron en sus nuevos terrenos, dedicándose a la labranza de trigo.

Pero aquello tocó a su fin cuando los yanquis la liaron muy gorda allá por 1929, cuando alguien se dio cuenta que todo el complejo bancario de Wall Street iba sin ningún tipo de control directo al precipicio. Aquello desató el pánico entre los inversores. Se vendían acciones por precios de risa cuando hace dos días la gente creía que se haría de oro jugando en bolsa y mucha gente lo perdió todo quedando en la más absoluta de la pobreza. Para tratar de combatir la que habían montado, EEUU. impuso fuertes aranceles a todo producto que procediese del exterior, independientemente de su origen, lo que causó que la crisis económica que hasta el momento se había limitado a Norteamérica se marcase una gira por el mundo, lo cual fue un golpe muy duro para la economía australiana y para los granjeros que se habían movido hacia el oeste. Además el hecho de que Australia vinculase su nueva moneda al sistema de Patrón de Oro utilizado por los británicos supuso que el porrazo fuese aún mayor, debido a que la economía australiana dependía en buena medida de la exportación de productos, y en el momento la gente no estaba por la labor de importar productos ajenos. Pero la cosa fue a peor cuando el Reino Unido empezó a toquetear el Patrón de Oro para tratar de lidiar con la recesión y la medidas tomadas hicieron que ambos países se pegasen un golpe notable. Por si no había quedado claro, la crisis que se había originado en EEUU se había convertido en lo que hoy se conoce como la Gran Depresión.
Esta cadena de pifias había causado que, debido a los aranceles y a que no vendían un carajo de lo que cultivaban, muchos de estos veteranos agricultores abandonasen las tierras que les habían dado para buscar trabajo en las ciudades, donde quizá tuviesen mejor suerte. Para los que se quedaron la cosa estaba a nada de empeorar aún mas.

El Dark Souls de La Tierra

Muchos en Internet hemos oído o leído aquella frase que dice que Australia es el nivel Dark Souls de este planeta, el lugar donde todo bicho viviente puede matarte y lo que no desea que pudiese hacerlo. Entre la variopinta fauna del lugar pueden encontrarse dingos, canguros, arañas enormes, tiburones, pulpos con muy mala leche, serpientes y víboras, las avispas de mar y los emús. Estos últimos son unas aves no voladoras de 1.80 metros de alto, entre 40 y 60 kilos de peso y pueden alcanzar una velocidad de 60 km/h; las avestruces de Hacendado vaya.
Pues se daba el caso de que estos últimos volvían a los territorios costeros del oeste de Australia tras la temporada de apareamiento, y aquella vez se encontraron aquello lleno de terrenos labrados que empezaban a dar sus cosechas. La reacción de los animales no se hizo esperar y pronto tomaron parte de aquellos territorios al asalto, invadiendo las granjas, devorando las cosechas y dejando a su paso un montón de granjeros enfadados con ganas de revancha.

Evidentemente aquello a los agricultores les sentó como una patada en el estómago. 20.001 emús (venía uno delante y unos 20.000 detrás) que se arremolinaban por el lugar habían causado millones de dólares de daños a los granjeros, tanto en los cultivos devorados como en daños a la propiedad al haber destrozado las barreras anti-conejo, así que pidieron ayuda al gobierno. No obstante, en lugar de pedir ayuda al Ministro de Agricultura, aquellos ex-combatientes de la guerra en Europa estaban de acuerdo en que aquello era un trabajo para el ejército, así que pidieron ayuda a George Pierce, Ministro de Defensa. Además de la cantidad de bichos que ahora ocupaban la zona, al enfado de los granjeros se le unía la ausencia de subsidios y ayudas prometidos por el gobierno, lo que influyó en que se decidiesen por la solución a corto plazo. Tras varias reuniones, el Ministro Pierce logró convencer al resto del gobierno de que aquello mejoraría su reputación de cara al público y que serviría para que los soldados practicasen con sus armas, además de que con los cadáveres de los bichos se podrían confeccionar prendas para el ejército. Pero, antes de pegar un solo tiro, el Ministro de defensa les hizo firmar un contrato a los granjeros en el que se comprometían a no hacerle responsable en caso de que el tiro saliese por la culata y que correrían con los gastos de la munición, además de proporcionar alimento y cobijo a los soldados desplegados. Así que tras firmar aquello a la zona llegaron una pareja de soldados de la Real Artillería Australiana armados con ametralladoras Lewis bajo el mando del comandante Meredith, acompañados por un director de fotografía, el cual se encargaría de inmortalizar aquello para usarlo como propaganda.

Emucalypse Now

La operación de control de plagas empezó con mal pie. Lo que tenía que haber empezado en octubre se retrasó hasta noviembre debido a que unas lluvias torrenciales causaron que los emús se dispersasen sobre un área enorme, por lo que la campaña no se inició hasta el 2 de noviembre. Una vez en marcha, el primer contacto se realizó el mismo día, cuando los soldados encontraron unos 50 animales cerca de su posición. No obstante, debido a que aún estaban fuera del alcance de las ametralladoras, los colonos de la zona tuvieron que dirigir a los animales hacia los soldados como pudieron, pero los animales huyeron en desbandada en grupos pequeños, y esto, unido a la distancia que aún mantenían respecto a las ametralladoras, les permitió escapar con pocas bajas, aunque por la tarde perdieron algunos efectivos mas.
El siguiente acontecimiento notable se dio un par de días después, cuando Meredith y compañía detectaron cerca de un millar de emús. Esta vez utilizarían la táctica de la emboscada, atrayendo a los animales a una presa cercana. Todo iba de acuerdo al plan, los animales se acercaban sin que detectasen a los australianos y esta vez estaban mucho mas cerca. Pero el plan se fue al traste cuando, tras disparar unos pocos tiros, las armas se encasquillaron, facilitando una vez más la desbandada de emús tras sufrir una docena de bajas.
Intentando mejorar la situación como fuese, Meredith decidió moverse hacia el sur, donde los animales eran más mansos, o eso se decía. Además, esta vez utilizarían un camión para perseguir a las avestruces de marca blanca y así abatirlas mientras huían. Sin embargo, debido a lo irregular del terreno, el artillero estaba más preocupado por no matarse que de apretar el gatillo, por lo que los emús no sufrieron una sola baja.

El desarrollo del "conflicto" hasta el momento había dado qué hablar, y la prensa se cebaba con los pobres resultados que el comandante Meredith y los dos soldados desplegados habían obtenido hasta ahora, por no mencionar de la guasa que había respecto a los políticos que habían ordenado semejante majadería. En vista de aquello el gobierno ordenó a los militares desplegados retirarse, apenas una semana después del inicio de la operación. En el informe posterior, el comandante Meredith comparó a los emús con zulúes y con tanques, debido a su enorme resistencia, su capacidad de soportar heridas de bala y su buena movilidad en combate, incluso cuando estaban heridos de gravedad. Además hizo mención específica de que los australianos no habían sufrido una sola baja en combate.

Pero aquello no había acabado. Tras aquella retirada humana, los emús habían vuelto a atacar las granjas, y esta vez debido al clima caluroso y a la sequía, eran mucho mas invasivos. El primer ministro de Australia Occidental, James Mitchell, apoyó la petición de desplegar nuevamente al ejército y el 12 de noviembre la solicitud fue aprobada. El comandante Meredith se encontró de nuevo por aquellos parajes, siendo elegido debido a su "experiencia" anterior. A lo largo de un mes Meredith llevó a cabo una nueva operación de control de plagas que resultó ligeramente más exitosa que la anterior, abatiendo hasta mediados de diciembre unas 100 aves por semana. Cuando se retiraron Meredith y compañía habían abatido 986 emúes y habían gastado 9860 cartuchos, una proporción exacta de diez balas por baja confirmada. Posteriormente Meredith comentó que estimaba que unas 2.500 aves más habían muerto debido a las heridas infligidas.

Las consecuencias de una segunda retirada fueron mínimas, pero las aves continuaron asolando la región y se solicitó ayuda militar en 1934, 1943 y 1948, pero estas peticiones fueron ignoradas, pues el haber sido forzados a retirarse por avestruces de baratillo ya era suficiente humillación. No obstante, se instauró un sistema de recompensas para controlar la población de los animales y aquello dio mucho mejor resultado, eliminando a miles de aves para intentar controlar los números de las mismas. Además se creó una nueva defensa que cambió el curso del enfrentamiento, unas vallas mejoradas y mas resistentes, que no solo servían contra conejos, si no también contra emús.

¿Reflejos?

Como una se imaginaría, esta historia no es una que sea abordada por los grandes estudios que suelen representar muchos otros conflictos, aunque en este caso es por lo absurdo de la situación, de su desarrollo y su desenlace. Se han dado un par de intentos por parte de la comunidad de crear algo que más o menos lo "refleje", aunque el resultado siempre ha sido más menos que más como pueden ser el mod The Emo Emu Empire para Hearts of Iron IV o un... algo llamado Emu War!. Aunque pensándolo fríamente, hacerlo sería invitar a la desgracia por parte del ecologista ofendido de turno y posiblemente causaría depresión y vergüenza infinitas a la población de Australia. No obstante, para no dejar a los "aussies" con mal sabor de boca, hay que decir que hay historias igual de insólitas y bastante más destructivas en todas las partes del mundo. Quiero decir, nadie sería tan inútil de atacarse a sí mismo días antes de luchar y causarse un destrozo enorme. ¿Verdad, Austria?
Pero eso es otra historia.

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13 comentarios

13 de enero de 2019 - 20:02
#2 SOLOUNNOMBRESINPILLARJODER

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13 de enero de 2019 - 20:06
#3 SHERAY
Interpretación de los comentarios previos: es una historia muy graciosa y tal, pero... ¿A qué viene en una página de videojuegos?

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13 de enero de 2019 - 20:11
#4 SOLOUNNOMBRESINPILLARJODER
#3 @sheray
Shhhh, no preguntes, si te lo decimos, arruinamos el secreto. ESE secreto.

8 0

13 de enero de 2019 - 20:57
#5 ABCA98
Un poco fuera de sitio, pero oye, buena curiosidad.

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13 de enero de 2019 - 23:07
#8 JASON_KUDO
La guerra del fletán y el cameo épico de Islandia fueron mejores.

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14 de enero de 2019 - 01:48
#9 LCPR_PHOENIX
#3 @sheray como vas a preguntar algo asi sobre un asunto tan importante como la guerra del emu?

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14 de enero de 2019 - 22:02
#13 CASPRAMIO
Karansebes, eh?

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13 de enero de 2019 - 21:06
#6 GLAREBEL
*Flashbacks de la Guerra del Emu*


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13 de enero de 2019 - 21:12
#7 ITS_AKIRAColaborador
Aportes como estos dan vida a Vrutal y su comunidad. Es aprovechar la ventana que da para publicar textos. Pueden desaparecer las noticias, pero esto prevalece.

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14 de enero de 2019 - 10:32
#10 TARGONT
honestamente está genial pero tendría más impacto en CR.

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14 de enero de 2019 - 12:20
#11 JUANCUESTAJURADOColaborador
#7 @its_akira Muy cierto. Igual no es el medio idóneo, pero Vrutal es una ventana para la expresión sobre ciertos temas muy cómoda

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14 de enero de 2019 - 17:40
#12 PAULUS_DAVIS
Esto es lo mejor que eh leído en vrutal en varios años.

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16 de enero de 2019 - 08:27
#14 ANGEL_LEON
Ja, ja, ja. No entendí.

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