Opinión: Bravely Default y su banda sonora. 3DS

Si hay algo que caracteriza a un buen JRPG es su banda sonora. La música siempre juega un papel fundamental en el desarrollo de una historia, y resulta un recurso muy importante a la hora de crear ambientación, junto a la propia historia y, cómo no, el escenario. El popular Bravely Default no se queda ni mucho menos atrás en ese campo: la banda sonora, compuesta por Revo, hace que el jugador sienta escalofríos tanto cuando visitas una ciudad como cuando toca enfrentarse a un boss. Vamos a hacer un breve recorrido por la banda sonora de este gran juego pero, advertido os queda, los dos últimos temas contendrán spoilers sí o sí, así que para lo que no hayan completado todavía el juego, lo mejor será ignorar el texto y simplemente darle al play en los videos.

Bueno, ¿ ya tenéis los auriculares puestos? ¡Pues vamos allá!

Pongo como primer ejemplo el tema de la batalla contra enemigos normales: Conflict's Chime se llama. El tema, intenso desde el principio , motiva al jugador a prepararse para que los cuatro personajes se pongan manos a la obra y empiecen a dar unas cuantas palizas a los monstruos de turno. Es sorprendente el efecto que crea: nada más empezar, la música parece describirnos la sorpresa que nos llevamos al encontrarnos con los monstruos; seguido de la decisión de plantar cara y luchar. Y aunque este tema puede resultar algo cansino a veces (a veces ya esta,os un poco hartos de cargarnos más y más inoportunos monstruos), siempre conservará ese toco de epicidad batalla a batalla.

Pero los combates a veces se hacen demasiado monótonos, o simplemente nos hace falta un buen golpe porque un enemigo no para de curarse y el daño que le hacemos es menor a la salud que recupera. ¡Qué hacer en este caso? ¡Usar un poderoso movimiento especial! Estos ataques, que cuentan con animación propia, hacen que nuestras estadísticas suban o, por el contrario, que se reduzcan los de nuestros enemigos.

Pero claro, estos 'boosteos' no pueden ser eternos: tienen una duración de minuto y medio, duración que viene marcada por la música que suena de fondo. La música es diferente según el personaje que ejecuta el movimiento. Es normal: lo que suena sonlos temas de cada personaje. Estos temas consiguen reflejar la personalidad de cada héroe: la fortaleza de Tiz (siendo sinceros, ¿quién puede resistirse a no tararear esa flauta?), la serenidad de Agnès, el desparpajo de Ringabel o la determinación de Edea. Aunque algunos son más animados que otros, los cuatro son temas que realmente merecen ser escuchados... tanto, que tienen un pequeño papel en un gran evento al final. Ya os contaré...

Como he dicho antes, hay tres factores que determinan la ambientación en un juego: la historia, el escenario y la música. Existe un caso que destaca en todo el juego, en el que estos tres factores encajan a la perfección: me refiero a la región de Eisenberg, más concretamente, a la ciudad de Hartschild: sus defensores, los escudados, se encuentran en guerra civil, defendiendo sus vidas y creencias frente a lo que consideran una gran injusticia.

Por ello, esperamos encontrarnos una ciudad destrozada, consumida por la miseria de la guerra. Pero, aunque ésta no deja de estar presente, los ciudadanos de Hartschild no tienen pensado rendirse, es más, el propio cabo Datz reprendió a Agnès cuando propuso la rendición para evitar más sufrimiento. Esa cabezonería, y sobre todo, ese honor de escudado, queda reflejado en el tema que suena al llegar a Hartschild.

El siguiente tema es mi favorito de toda la banda: Wicked Flight, que es el último de la serie de tres temas que tiene el penúltimo gran enemigo: Airy. Sus hermanos, Wicked Thing y Wicked Battle, no se quedan ni mucho menos atrás, no penséis mál: el primero se trata de un tema agresivo, con cierta dosis de misterio y confusión, pues acabamos de confirmar (aunque ya nos lo figurábamos desde hace tiempo mediante las confesiones de Ringabel) que Airy es, en realidad, una monstruosa criatura cuyo único fin es traer a su señor Ouroboros a nuestro mundo.

Pero claro, nuestros protagonistas saben sobreponerse a la sorpresa inicial y combatir al monstruo en el que se ha convertido el hada. Airy se quedará sorprendida por nuestra fuerza y, para derrotarnos de una vez por todas, parará el combate y se transformará en su segunda forma: si la anterior parecía una grotesca larva, su siguiente forma es una gigantesca crisálida. Ya veis, es como si juntáramos la línea evolutiva de Caterpie y las transformaciones de Célula. La música que sonará esta vez es Wicked Battle, mucho más animada que la anterior y en la que la guitarra eléctrica no parará en su empeño de que derrotemos al enemigo, pero recordándonos que, siendo como es uno de los combates más difíciles, no le puede faltar su dosis de epicidad.

Y claro, después del Metapod tiene que venir el Butterfree. La forma final de Airy es una criatura con apariencia de mujer y alas de mariposa, forma que se le será concedida a Airy por Ouroboros en la Aurora Oscura. Wicked Flight, el Vuelo Malvado, sonará durante nuestro último combate contra la falsa hada. Una melodía que no suena a dureza, a poder: suena a que luchamos contra quien creíamos nuestra guía y amiga; suena a que no podemos permitir que cumpla sus planes y en que no pararemos hasta cumplir nuestro deber como Guerreros de la Luz; suena a verdadera batalla entre el bien y el mal. Y es que el tema reutiliza el principal acorde de su predecesor, Wicked Battle, pero reconvertida en un fragmento que hace que este combate sea, cuanto menos, legendario. Es simple: es una batalla en la que sólo puede quedar o ella o nosotros, y no estamos pensando en perder.

Y por último, nos queda un tema que nos hará ponernos los pelos de punta. No sólo por su increíble comienzo, sino por el contexto que tiene: el tema final del juego , la batalla final en la que nos enfrentaremos nada más ni nada menos que a un dios: Ouroboros.

Serpent Eating the Ground es una obra maestra en la que se diferencian varias partes: el comienzo, acompañado de voces de mujeres que enfatizan la dura batalla que se nos viene encima, hará que sintamos un escalofrío que nos hará ponernos en el pellejo de nuestros cuatro amigos. Este fragmento es lo único que oiremos en las primeras partes del combate, como si quisieran acompañar la arrogancia de Ouroboros al vernos como simples insectos.

Sin embargo, éste se dará cuenta poco a poco y a fuerza de tortas que no somos tan debiluchos como él creía. Sin embargo, sacará su baza final y empezará a recuperar salud al tiempo que destruye los mundos que Airy a interconectado, al tiempo de que amenaza a los protagonistas de devorar el suyo si no cejan en su empeño de seguir luchando. De todas formas, lord DeRosso tiene que decir algo al respecto y su sacrificio se verá acompañado por un nuevo fragmento del tema, seguido inmediatamente después por un fragmento que nos resulta muy familiar. Pues, ¿qué puede infundir más ánimo que la música de nuestros propios movimientos especiales? Cuatro cortos fragmentos de estas melodías ya tan conocidas por nosotros nos acompañarán en la batalla y nos insuflarán fuerzas extra, seguidos también por otro pequeño fragmento, el de los Asterisks Holders: That Person's Name Is.

El resultado es, como he dicho, una obra maestra que bien merece ser escuchada, tanto durante la gran batalla como fuera de ella, ya más tranquilos; y que sin duda tengo entre mis favoritos en toda al colección del juego.

Para terminar este artículo, me gustaría añadir una cosa: si bien el juego ha recibina alguna que otra crítica por repetir capítulos, la banda sonora es por el contrario, fantástica; o al menos a mí me lo parece. Dentro de no mucho, Bravely Second, la secuela del título, será lanzado y, aunque los compositores no sean los mismos, estoy seguro que sabrán hacerlo igual de bien o puede que incluso mejor que sus predecesores. Nadie puede esperar a tener el juego ya en sus manos y, por los cuatro cristales, esperemos que sea pronto.