ANÁLISIS: El Misterioso Viaje de Layton: Katrielle y la conspiración de los millonarios. movil

Diseñado para smartphones y tablets, Katrielle y la conspiración de los millonarios llega este verano para amenizar la espera de los fans incondicionales de la saga hasta su lanzamiento para 3DS.

La ayuda de Katrielle, hija del famoso detective y profesor Layton, es solicitada de inmediato tras abrir su agencia de detectives, cuyo lema es que "ningún caso queda sin resolver", por el inspector Hastings, jefe de detectives de Scotland Yard (además de por un perrito parlanchín de lo más peculiar) debido a una desaparición que ha conmocionado a todo Londres: la desaparición de uno de los minuteros del Big Ben.

El primer misterio despierta la curiosidad del jugador desde el principio, tiene una historia sencilla y fácil de seguir, situada en Londres y cuyo caso principal se centra en una figura tan imprescindible como el Big Ben, en contraposición con los otros juegos de Layton. En esta ocasión cambiamos no sólo de protagonista, encontramos nuevos personajes con nuevas personalidades, inquietudes e historias.

Los casos están divididos en una serie de capítulos, que Katrielle resuelve y registra en su diario, con la ayuda de su asistente Ernest y su nuevo compañero canino, Sherl. Como novedad, podremos cambiar de caso desde el panel de la agencia de detectives en cualquier momento.

Katrielle y Ernest son los encargados de explicar el funcionamiento del juego durante los primeros capítulos, así como los nuevos extras, entre los que se incluye un cambiador con diferentes modelitos para Katrielle (uno de tantos contenidos descargables), puzzles nuevos cada día, un apartado especial que recoge misterios en formato de vídeo que no se resolvieron en los casos principales, o un cajón desastre en el que Katrielle va guardando y coleccionando objetos que encuentra durante sus aventuras.

Nos encontramos también ante puzzles más sencillos e interactivos que con las plataformas anteriores, menos rebuscados y matemáticos, lo que no hace que la saga pierda su atractivo. Mantenemos el sistema de los picarats para la puntuación y las monedas para comprar pistas y así evitar el quedarnos atascados en algunos puzles más complicados.

LEVEL-5 ha adaptado el juego perfecto para un smartphone o tablet, y da la impresión de que lo ha hecho sin el mayor esfuerzo. La calidad de imagen y de vídeo no tiene nada que envidiar a la de los juegos anteriores para la 3DS y, si bien es cierto que el método de juego no resulta excesivamente innovador en comparación con los anteriores, es igual de interesante y carismático que sus predecesores.

Todos sabemos que, las comparaciones, muy a menudo acaban siendo odiosas, pero nunca podemos evitar hacerlas para escribir cualquier crítica. Considero que estoy dentro del grupo minoritario al que le molesta que haya excesivos cambios y lo que, generalmente, se consideran "mejoras" entre una entrega y la siguiente de las sagas de videojuegos; así que en este aspecto estoy muy agradecida hacia LEVEL-5, por no haber introducido más de lo esencial para que los fans de estos juegos sigamos disfrutando de su sencillez, a la vez que descubriendo algunos cambios que solo a la larga pueden resultar significativos.

Uno de los cambios que, sin embargo, resulta extraño desde el principio, es sin duda la sustitución de Hershel Layton por la joven Katrielle. No parece tan avispada como su padre y da la impresión de darse cuenta de las cosas por casualidad, aspecto que no termina de convencerme del todo (especialmente tras haber jugado con un gran protagonista como Hershel en las entregas anteriores), pero con un potencial que, con toda seguridad, LEVEL-5 sabrá exprimir al máximo para traernos nuevas aventuras al lado de estos curiosísimos personajes.

Veremos (e, inevitablemente, compararemos) lo que nos depara la versión para Nintendo, cuya fecha de salida anunciaron que sería en octubre.

Nota: 7.5

Este análisis ha sido escrito por Ana Ros, una de nuestras colaboradoras. Agradecemos el código que nos ha proporcionado Best Vision PR.