Las consolas menos conocidas de la historia

La historia de las consolas nos ha dejado con tres grandes vencedoras (Sony, Microsoft y Nintendo). Por el camino se han quedado algunos experimentos y fracasos que han ayudado a cimentar lo que hoy en día conocemos como uno de los negocios más ingresos producen en todo el mundo. Todo el mundo ha oído hablar de las consolas de siempre. Por eso hoy te traemos algunas de las consolas menos conocidas.

Se trata de una consola portátil que solo se puso a la venta en Estados Unidos. Utilizaba los cartuchos de Megadrive. Se podía conectar a la televisión con un cable de vídeo y cuenta con una ranura para conectar un segundo mando. Salió a la venta por 180 dólares y vendió 1 millón de unidades.

Además de relojes y despertadores Casio quiso probar suerte en el mundo de los videojuegos con una consola de 32bits dirigida al público femenino. Fue lanzada en 1995 y solo salieron 10 juegos (la mayoría de disfraces). Una de sus grandes innovaciones, por no decir la única, es que contaba con una impresora térmica a color para crear stickers de nuestras capturas de pantalla. También se lanzó un accesorio, la Tienda Mágica, para crear stickers con las imágenes de otros dispositivos Brujería.

Salió a la venta en 1994 por 250 dólares. Se trata de una consola que utilizaba el formato del VideoCD, por lo que sus juegos eran escenas de vídeo interactivas que nos permitían tomar decisiones. Estaba dirigida casi exclusivamente al público otaku, por ese motivo nunca salió de tierras japonesas. Entre sus juegos más destacados se encuentran varios de Dragon Ball, de Sailor Moon o de Gundam.

Con nombre de simpático Hobbit, en 1995 Bandai lanzó esta consola para hacer frente a Playstation, Nintendo 64 y Sega Saturn. Tenía un precio de 599 dólares, una auténtica barbaridad para la época pero hay que tener en cuenta que tenía la estructura de un ordenador barato. Años más tarde fue considerado uno de los 20 peores productos tecnológicos de todos los tiempos por la revista PC World.

Salíó en 1994 como sucesora de TurboGrafx 16. Su mayor característica a nivel estético es lo mucho que se parece a un ordenador. Técnicamente era bastante menos potente que las consolas de la época y fue condenada al ostracismo. En un último intento por ser popular empezó a permitir juegos de temáticas poco comunes como el hentai y los simuladores de citas. Se convirtió en la consola fetiche para los consumidores de juegos de este género.

Fue la primera consola de 32 bits con CD-ROM que salió en Europa. Creada por la mítica Commodore como una adaptación del hardware de la Amiga 1200. No aguantó el tirón de otras consolas populares como Playstation y Sega Saturn. Tenía un gran catálogo que incluía los juegos de Amiga 1200. Las desarrolladores aprovecharon para sacar cientos de ports y eso no ayudó, desde luego. Otro de los principales problemas fue la poca liquidez para invertir en campañas de marketing. Salir a la venta con un precio de 299 dólares tampoco ayudó demasiado.

Fujitsu, la de los aires acondicionados, lanzó esta consola en 1993. Fue la primera en incluir una unidad de CD-ROM y disquetes. Era retrocompatible con los juegos de FM Towns, la anterior consola de la compañía, pero los juegos estaban plagados de errores. Fujitsu quiso crear juegos exclusivos y bajó el precio de la consola pero ya era demasiado tarde. Su fracasó provocó que en Japón se hable de la Ley Marty cuando algo no funciona: (マーティー の 法則): Si no sigues ofreciendo algo que vender, no se puede aumentar las ventas.