"Cometí el error de buscarme en Google cuando tenía 12 años y vi cosas que no pude dejar de ver", confiesa. Eso sí, pese a que muchos piensan que la industria está corrupta, ella afirma que, durante los rodajes, no lo pasó mal. "La gente da por sentado que Hollywood es intrínsecamente corrupto y que hay algo en los platós de rodaje que te destruye. En mi caso, eso no es necesariamente cierto. Siempre me sentí segura en los rodajes", admite. "A veces ocurrían cosas cuestionables: adultos que contaban chistes verdes o acosaban sexualmente delante de mí. Había gente que me preguntaba si me parecía bien hacer horas extra, en vez de preguntar a mis padres, pero nunca me sentí insegura"