Cuando damos inicio a un videojuego nuevo, a veces tememos quedarnos atascados. Los desarrolladores sienten la misma inquietud con los jugadores menos experimentados, así que para hacerlo más accesible recurren a una mecánica de guianza que muchos consideran redundante: La pintura amarilla. En el entorno de los videojuegos, dicho color resalta por encima de cualquier otro, lo que funciona como un faro para que los jugadores se acerquen e interactuen con él. Uno de los casos más relevantes es el del remake de Resident Evil 4, donde hay tantos elementos con pintura amarilla que parece inverosimil, como si alguien decidiera pintarlos para nosotros. Por supuesto, dentro de la narrativa del juego no tiene sentido, pero como gameplay tambien parece innecesario; al ver un barril de madera no necesitamos que esté pintado de amarillo para saber que dentro hay recursos para lootear.Naoki Hamaguchi, El director de Final Fantasy VII Remake, opinó al respecto, pues son muchos los juegos que recurren a dicha táctica. En resumen, explicó que aunque a varios jugadores no les guste, "es necesario"."La necesidad de guiar a los jugadores desde el punto de vista del gameplay y mostrarle lo que se puede hacer, lo que necesitan hacer, hay veces donde de verdad es necesario. Así que creo obviamente que el dabete es más sobre cómo se lleva a cabo, a qué nivel y cuando realmente funciona. Y creo que hay gente que dice "No, esto no encaja aquí, no nos gusta". Y eso está bien, pero creo que definitivamente se necesita, y creo que merece la pena echarle un vistazo."A pesar de la buena intención de los desarrolladores, el debate entre los jugadores continua, pues se cree que dichas pistas visuales deben ser más sutiles, alegando que a algunos juegos les falta originalidad para guiar a los jugadores de forma más orgánica y sin que se sienta que "te llevan de la mano" todo el tiempo. Esto sumado a que el recurso de pintarlo todo de colores vivos es una tendencia trillada y demasiado vista en la industria.