El 10 de junio de 2018 Bethesda anunció el que podría ser su juego más esperado hasta entonces, incluso por encima de cualquier Fallout: The Elder Scrolls VI. Con el éxito de Skyrim siete años antes, las expectativas estaban por los aires. Hasta entonces, ningun juego de la saga había decepcionado y el propio universo del juego presentaba un lore muy rico e interesante que solo podía expandirse más y más.
Sin embargo, poco a poco la chispa del hype se fue perdiendo. Siete años han pasado y Bethesda nos ha tenido en ascuas, sin noticias al respecto y lanzando títulos completamente ajenos; vease Fallout 76, Starfield o el Remaster de Oblivion.
¿Pero deberíamos perder las esperanzas? Hay tres motivos para pensar que no. El primero son las declaraciones de Todd Howard, el cual en su momento explicó que el juego "había sido anunciado demasiado pronto", empujado por las presiones del público de tener noticias despues de Skyrim. Es por ello que el primer teaser del juego apenas si mostraba algo. La idea estaba tan prematura que ni siquiera había un subtítulo para el juego, como acostumbra cada lanzamiento desde el primero.
El segundo motivo tiene que ver con la propia naturaleza de la saga; The Elder Scrolls es un universo en constante evolución y con muchísimas historias por contar todavía, una próxima entrega es inminente, aunque no cuando esperamos. Todo el tiempo de trabajo que se habrían tomado hasta ahora, daría como fruto el juego más grande y ambicioso de Bethesda.
El tercer motivo son las declaraciones de tranquilidad que ha dado Bethesda en todos estos años. Los planes de The Elder Scrolls continúan, aunque con bastante hermetismo. Segun Todd Howard, el plan de la compañía es lanzar The Elder Scrolls 6 antes que Fallout 5. Es posible que tengamos noticias al respecto de ambos el año que viene.