La Asociación de Educación Nantwich a la que pertenecen 15 escuelas de primaria y secundaria ha advertido a los padres que podrán ser denunciados ante la policía y los servicios sociales si cometen la negligencia de dejar jugar a sus hijos a juegos como Call of Duty o Grand Theft Auto V.
Según la asociación, estos videojuegos pueden incrementar la aparición de un comportamiento sexual y violento en los niños. Consideran que son títulos dirigidos a un público adulto y que un niño no debería jugar a estas cosas. Por lo visto el código PEGI está para saltárselo a la torera.