Análisis: NARITA BOY, el héroe se abre camino en una preciosa historia retrofuturista PC SWITCH

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Narita Boy es el juego del estudio barcelonés Studio Koba. Salió a finales de marzo y se ha convertido en uno de los mejores juegos a los que hemos jugado en 2021. A simple vista es fácil quedarse enamorado al ver el pixel art y la ambientación retrofuturista pero resulta ser una poética oda ochentera repleta de emoción... y mucha diversión.

Desde el primer momento el juego te mete dentro de la historia. La trama está narrada con tecnicimos informáticos y referencias a obras que reconocerás con una sonrisa en los labios. Esta distopia digital nos lleva a utilizar la Tecno-Espada para avanzar por el escenario mientras resolvemos puzzles, acabamos con los enemigos y descubrimos los misterios del Tricroma. El viaje del héroe tiene como objetivo recuperar las memorias del Creador, entender sus demonios interiores y enfrentarse al villano HIM.

Ya he comentado que los gráficos entran por la vista porque son tremendamente bellos pero las animaciones tampoco se quedan atrás. Es una gozada moverse por los escenarios combinando partes de lucha con plataformeo puro y duro. Tanto es así que difícilmente podrás soltar el mando en las 8-10 horas que dura la aventura.

El combate no es exigente al principio pero el último tramo de aventura te obligará a utilizar un montón de power-ups que dan paso a un espectáculo de luz y de colores en la pantalla. Por cierto, el juego cuenta con un filtro de pantalla para simular la imagen de los monitories CTR. Yo he preferido no utilizarlo porque ya me dejé las retinas en su día (nací en la década de los 80) y para no perderme ningún detalle de los escenarios.

Unos escenarios que son tremendamente variados con bosques, desiertos, mares, ciudades llenas de luces de néon... Cada poco rato te introducen una nueva mecánica y forma de viajar ya sea galopando a surfeando, y la verdad es que se agradece un montón. Si eres de los completistas deberás tomar nota de cada pequeño detalle del escenario, porque esconde símbolos que luego tendremos que recordar cuando nos los pida un portal de activación. Menos mal que hoy en día se puede hacer capturas de pantalla porque si no hubiese tocado tirar de libreta y boli. En el momento de escribir estas líneas me arrepiento de no haber hecho esto último, por eso de la inmersión y la nostalgia.

Toca hablar de lo malo, afortunadamente es poco. Es fácil sentirse abrumado al principio del juego con tanto tecnicismo y párrafos de texto indicándote qué es lo que tienes que hacer. Las indicaciones son poco claras y no es raro sentirse perdido y sin saber qué hacer y dónde ir. A algunos les molestará no tener un mapa y otros se quejarán de la inercia en el control de los saltos. Afortunadamente han pensado en todo y el movimiento de caer en vertícal viene de perlas para calcular distancias entre saltos. A poco que muestres un poco de interés son cosas que realmente no importan pero que pueden ser una barrera para el gran público.

A nivel jugable ya he mencionado que hay un montón de power-ups pero también tenemos invocaciones de tres colores (naranja, azul y rojo) cuando las activamos con un enemigo del mismo color lo destrozamos con apenas dos golpes pero cuidado, también nos hacen más daño sus ataques. Se activan pulsando el stick derecho hacia un lado durante un par de segundos y cada color tiene su golpe especial que limpia de enemigos la pantalla. También tenemos otras transformaciones que prefiero no desvelar para no chafarla la sorpresa a nadie pero son una auténtica pasada.

No quisiera ir cerrando este análisis mencionar la increíble banda sonora de Salvinsky, repleta de sintetizadores, tonos ochenteros, letras pegadizas y un ending que llevo días tarareando. Recientemente se ha añadido la banda sonora en Spotify. Podéis escucharla entrando en el siguiente enlace. Ya me daréis las gracias en otro momento.

No queda otra que dar las gracias a Studio Koba por ofrecernos un divertidísimo viaje por el mundo digital que no olvidaremos. Si en años venideros me olvido de este juegazo tenéis todo el derecho a utilizar la tecno-espada para darme un par de guantazos y hacerme recordar.

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