Fue un camino complicado, como os podéis imaginar. Estaba realmente disgustado, más que nada porque uno de nuestros perros se estaba poniendo realmente mal al final de su vida, en ese entonces. A día de hoy me sigue poniendo mal. Estaba abatido".
Me rompí el pie en una de mis actuaciones de Broadway. Fue el momento más aterrador de todos porque me sentí al borde de un acantilado. (...) La conclusión es que fue un verano muy intenso. El perro falleció, tenía 14 años, y Todd y yo llevábamos juntos 15 años, así que parecía también el final de una era".
"Tuve ese momento de claridad en el que creo que eres muy afortunado de muchas maneras. Es como decir: 'No sigas pisando el acelerador', ¿sabes? 'Emplea ese tiempo para mirar a tu alrededor y hacer un cambio'. Y eso fue lo que hice. Si me dijeras que, como a mi padre, me quedan 6 años de vida, creo que hay otras cosas que quiero intentar hacer", expresó. "Ni siquiera sé cuáles son, pero quiero poder decir que lo voy a intentar".
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