ANÁLISIS: Final Fantasy VII Remake PS4

Analizar un juego como Final Fantasy VII Remake es una responsabilidad enorme para cualquiera. El original es considerado para muchos como uno de los mejores videojuegos de la historia y el que abrió el camino para el género en la primera Playstation. Han sido muchos años de espera para este Remake que ha creado un montón de sensaciones entre el público. Ha pasado algún tiempo desde su lanzamiento y por fin nos atrevemos a hacer balance, con un montón de horas jugadas. Tranquilos porque no hay spoilers, eso lo dejamos para otra entrada.

Allé voy.

Una de las críticas más escuchadas del juego fue la decisión de lanzarlo en varias partes. Hace poco conocimos que al final podrían ser hasta dos o tres juegos en total. ¿Qué significa esto? Como ya sabéis este Final Fantasy VII Remake engloba la parte de Midgar en cerca de 40 horas cuando en el original eran solo seis horitas. Detrás de esta decisión encontramos una Midgar enorme y tremendamente bella, con rincones que enamoran y un montón de calles por explorar. Gracias a ello toda la historia del juego se amplia y conocemos matices que no tenía el juego original. De este modo se cierran agujeros de guión y se hace hincapié en personajes que ahora son mucho más ricos. Ya te adelanto que es completamente imposible no enamorarse de Jessie en las primeras horas del juego.

Todos los eventos importantes se mantienen en este remake. Desde la carrera en moto hasta el momento en el que Cloud se viste de chica para infiltrarse dentro de la mansión de Don Corneo. Tampoco faltan los minijuegos como el de las sentadillas, que nos harán sudar la gota gorda para conseguir el ansiado trofeo y estar cerca del platino. A nivel de contenido estamos contentisimos porque hay un montón de cosas que hacer. Como único punto negativo es que las misiones secundarias son algo planas y nos hubiese gustado que fuesen más variadas en la línea de otros juegos pero es un mal menos que es fácil de perdonar.

A nivel gráfico el juego es un verdadero escándalo con unos gráficos que a menudo parecen de la próxima generación de consolas, sobretodo en la iluminación. El nivel de producción es una altísimo y cada plano ha sido cuidado con mimo y las transiciones son una pasada. Da la sensación de estar viendo una película utilizando el motor del juego y es fácil quedarse embobado mirando la pantalla. El punto negativo lo ponen algunas texturas del juego en zonas como puertas, lavamos y algunas tuberías que tienen formas octogonales y no redondas.

El ritmo del juego es un tanto irregular y algunas mazmorras como las alcantarillas o el cementerio de trenes se nos han hecho tediosas pero lo compensa una parte final del juego repleta de acción y muchas sorpresas. Hay un montón de cosas que hacer en el juego como secundarias. minijuegos, buscar coleccionables como los discos o las medallas moguri, participar en la arena de combate o en las arenas virtuales. Será necesario que te vuelvas a pasar el juego para conseguir cosas como todos los trajes para la prueba de Don Corneo. Cuando terminas el juego puedes elegir el capítulo que quieres volver a jugar, por lo que es la mar de cómodo.

Para muchos lo mejor del juego es su sistema de combate, con un sistema en tiempo real que ha mejorado muchísimo el que ya vimos en Final Fantasy XV. El funcionamiento es muy simple: en el campo de batalla tenemos libertad para hacer ataques ligeros, fuertes y esquivar. Al hacerlo con éxito rellenamos la barra de BTC que nos permite utlizar habilidades como magia, ataques especiales y límites. Al entrar en el menú de estas acciones el juego se ralentiza para dejarnos pensar con calma pero os aseguramos que es algo trepidante y adictivo. En los niveles de dificultad más altos no vale con machacar los botones y cada acción debe ser pensada previamente.

Y es que el objetivo es explotar las debilidades del enemigo y rellenar su barra de aturdimiento hasta fatigarlos. Será entonces cuando les haremos un daño tremendo durante solo unos segundos. La materia de analizar es tremendamente útil en este sentido para completar el bestiario y las misiones de análisis que nos da un personaje secundario de la historia.

Además una de las mejores cosas es que con solo pulsar un botón controlaremos al resto de personajes. Y en ello reside la clave de la victoria porque lógicamente no es lo mismo controlar a Barret que a Aeris. Tenemos que pensar en la distancia entre enemigos, en el daño que les causamos, manteniendo siempre un ojo puesto en nuestra barra de vida por si hace falta curar a algún personaje. Eso sí, hay que señalar que la cámara puede causarnos problemas en algún combate.

Es una auténtica locura lo divertido que es luchar contra jefes, y es que hay un montón de ellos. Cada combate es simplemente espectacular con una sucesión de escenas, explosiones, fuego y partículas de luz inundando todo el campo de batalla. No faltan las invocaciones que nos harán la vida un poco más fácil. Su barra aparece solo en alguno combates pero ver a Ifrit y a Shiva en todo su esplendor es algo que no tiene precio.

No quisiera olvidarme hablar de la banda sonora, una de las mejores que puedes escuchar en tu vida. Eso es algo que no se puede rebatir. Las remezclas de los temas clásicos ponen los pelos de punta y lo mejor es que están integradas en el juego de forma dinámica, con transiciones perfectas entre momentos de exploración, escenas y combates.

El punto polémico de Final Fantasy VII Remake está relacionado con su final y su nomenclatura con algunas cosas que emocionan a muchos jugadores pero que hacen tirar de los pelos a los más puristas. Como decía al principio del análisis no haré spoilers y es algo que me reservo para otra entrada pero a nivel personal me encanta todo lo que han hecho, haciéndome esperar con más ganas la siguiente parte de juego.

Para ir concluyendo, Final Fantasy VII es un regalo para los fans de la saga. Volver a visitar Midgar es una pasada y es imposible que no se te caiga la lagrimita con los gráficos, la banda sonora y un gran sistema de combate tremendamente divertido. Tenéis contenido para más de 40 horas si sois completistas. Sus puntos negativos son las misiones secundarias y el ritmo de algunas mazmorras pero puedo decir sin miedo a equivocarme que se trata de uno de los mejores juegos de la generación y del género. Todo el mundo debería probar este Final Fantasy VII Remake, los amantes del juego original y los que se quieren adentrar por primera vez en la historia de Cloud y compañía.