Jordan "Crimz" Herzog es un chaval de 16 años que se dedica profesionalmente a ser jugador de Fortnite. Su futuro es tan esperanzador que su padre ha decidido sacarle de la escuela para ayudarle a conseguir su meta. El problema es que existe por ley un nivel educativo mínimo, por lo que estudia unas pocas horas al día desde casa. El resto del tiempo (entre 8 y 10 horas) entrena sus habilidades en la pantalla.
El padre de Crimz no escatima en gastos y de momento lleva gastados más de 30.000 dólares solo en equipo de alta gama. Para ello ha tenido que tirar de los ahorros de la familia. Por su parte Crimz ha reconocido que su objetivo es ganar suficiente dinero para no tener que trabajar la mayor parte de su vida. De momento no le va mal y lleva ganados más de 60.000 dólars en premios. También está clasificado para la Copa Mundial de Fortnite. Si la gana se añadirán 3 millones de dólares a su cuenta.
Desde que se dio a conocer la situación de Crimz, muchos han reaccionado de forma airada al conocer que un padre está ayudando a su hijo a dejar los estudios para dedicarse profesionalmente a los videojuegos. La verdad es que es un debate con muchos matices que merece ser tratado con más detalle en otra entrada. ¿Qué crees tu sobre ello?
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