Vayamos por partes:
-Lo que estoy a punto de expresar no resta mérito al acabado final de Breath of the Wild.
-Para esta fecha, Breath of the Wild ha sido "ubicado" al final de las líneas cronológicas.
-La saga siempre se ha mantenido en una delgada línea entre la aventura y las características de integración típicas de un RPG. Lo que ha llevado en cierta medida a retar de diversas formas a los jugadores.
-El libro de arte conceptual ha definido que el origen "etimológico" del nombre Link no está pensado para crear un "vínculo" con el jugador, sino a ser un enlace a través del tiempo y trascender en el mismo en diferentes períodos.
Pero...
Vayamos del final al principio...
Breath of the Wild introdujo mecánicas hermosas a la saga que la han enriquecido en muchísimos aspectos. Pero el permitir que las personas que interactúan con Link hablen mientras el propio Link no...se hace...incómodo.
En todo momento la interacción parece cortada porque nuestro personaje no expresa diálogo alguno, y eso estuvo bien. Lo estuvo antes cuando con un solo gesto, un sonido vago era el propio jugador quien definía la entonación del entorno con nuestro personaje.
Funcionó en todas las entregas anteriores porque el jugador recreaba la respuesta en conjunto a la gesticulación de nuestro protagonista. Eso es lo que generaba la vinculación con el jugador.