ESPECIAL HALLOWEEN: Top 10 terrores de los modos multijugador PS4 XBO WiiU VITA 3DS PC movil

ES HALLOWEEN. Y cómo soy un cobarde gallina, y ya he agotado durante tres años seguidos mis temas para hacer tops relacionados con juegos o momentos terroríficos (Y sinceramente, no creo que un Top 10 de vampiros hubiese sido tan buena idea), he decidido que esta vez, íbamos a hablar de un tema más especial, pero igualmente espeluznante, un poco más cotidiano dentro de los videojuegos... Unos peligros que pueden destrozar amistades y vidas, que pueden incitar sentimientos de frustración y pueden acabar con la muerte de una persona... Los horrores del modo multijugador.

Ya sabéis a lo que me refiero, aspectos y pecados que cometemos en los modos en los que se puede jugar con otras personas que provocan la destrucción del círculo mágico y nos someten a sentimientos malignos que nos controlan por completo. Ya sabéis, lo normal. Y claro, como estamos en esta festividad de la maldad, creo que es adecuado comentar estos peligros para que si por si acaso os juntáis con vuestros amiguetes que probablemente dejarán de serlo en poco tiempo, no traigáis sin querer a un espíritu de otra dimensión a la nuestra debido a vuestra razonable sed de sangre.

Por lo demás, este es un top bastante normalillo. He decidido centrarme más en momentos generales y globales que un momento o una mecánicas específica a un único juego. Por lo demás, este es un top basado en mi opinión PERSONAL. No tengo nada más que decir, así que sin más dilación, empecemos:

Cuando juegas en un juego online, ya sea cooperativo o competitivo, buscas tener un compañero de juego que esté en tablas con tu fuerza. No buscas que sea demasiado fuerte, porque si no, te da una paliza o te destruye a todos los enemigos en milisegundos, mientras que tú haces lo mismo si eres el más fuerte. La única diferencia es que al menos disfrutas tú de la paliza que das al contrincante en caso de ser un juego competitivo. Pero en dichos juegos, tampoco la diferencia de habilidad es percibida de forma especialmente negativa o mala, ¿esto por qué? Porque el juego gira completamente alrededor de esta idea, del enfrentamiento entre dos jugadores y el descubrir quién es el mejor de los dos.

Pero a veces nos encontramos con situaciones donde estos enfrentamientos no se sienten... bien. ¿A qué se debe? En gran parte, debido a que el jugador contrario ha vendido su alma a cambio de un arma o de una bonificación que le permita ganar más fácilmente. Por ello, a estos sincorazón se les llama, de forma apropiada, unos malditos vendidos. Dejadme deciros una cosa, puede que estos vendidos sean en realidad buenas personas y que su arma en realidad tampoco es tan buena, pero todos estos pensamientos son completamente falsos. Elimínalos de tu mente. Piensa en que si ganas ese combate mediante simples técnicas de no ser un manco, conseguirás salvar a ese panoli de intoxicarse con la maldición de ser un despilfarrador que paga por armas. Al hacerlo, salvarás una vida más.

Hay gente perteneciente a un plano de existencia diferente, que durante toda su vida, han vivido moldeados por el lag, es decir, por la mala conexión a internet. Han visto a través de los ojos de personas que sólo pueden moverse a trompicones, que no reciben daño y que viven a 1 fotograma por segundo. Estos seres se han vuelto uno con el propio concepto del lag, y por ello, han conseguido evolucionar a criaturas que pueden aprovecharse de estas situaciones adversas para conseguir la victoria. Esas criaturas sólo se pueden calificar de demonios malignos cuyas cabezas deben ser sesgadas para así conseguir que el mundo sea un lugar mucho mejor.

¿Y cómo puedo saber que uno de esos diablos me está acechando para alimentarse de mi frustración? Hay varias características que definen a estas alimañas, las más obvias, por supuesto, las notas inmediatamente cuando ya estás dentro del radio de acción de esa asquerosa bestia inmunda, pero también puedes evitar caer en sus garras si antes de entrar en una partida online, utilizas tácticas como comprobar el ping de forma paranoica o ajustar tus estándares para que sólo humanos ricos con una conexión decente puedan luchar o jugar contra o contigo.

El caso es que esos demonios han estado infiltrándose en nuestra sociedad. Puede que no te hayas dado cuenta o que sí tengas retazos de momentos similares, pero es muy posible que alguno de tus conocidos sea un portador de esta maligna marca. Por ello, es imperioso que mientras estén al aire libre, lejos de una conexión a un ordenador cercana desde la cual alimentarse de frustración, debas eliminarlos de un buen golpe en la nuca. Sólo así conseguirás librarte de una vida llena de malas conexiones, batallas perdidas, frustración y cuerpos sin vida que necesitan ser escondidos.

Como hemos visto antes, dentro de nuestro mundo, existen abominaciones del mal como los hombres que se han adaptado al lag. Pero ellos se han adaptado. Hay gente que ha nacido con maldiciones incurables, y esas personas son aún más peligrosas. La especie a tratar ahora son gente que no pueden hacerte nada a menos que estén en el mismo cuarto que tú, y tampoco pueden dañarte a menos que juegues a un juego de pantalla partida. Pero si se cumplen estas condiciones, te han atrapado inmediatamente en una trampa de derrotas constantes que es casi imposible de derrotar.

Se trata del mirón, una bestia capaz de conocer cada uno de los movimientos que vas a realizar gracias a su poder de mirar en la pantalla de su contrincante cuando en realidad sólo debería mirar su propia pantalla. Debido a esto, es capaz de anticiparse a todos tus movimientos y bloquearte o atacarte antes de que puedas reaccionar. Pero antes he dicho que es una táctica "casi imposible de derrotar" y como existe un casi, eso quiere decir que hay alguna forma de protegerte de este demonio con cuerpo humanoide. Sí, hay una estrategia que te protege de forma completamente garantizada de cualquier ataque provocado por este tipo de personas... Dicha estrategia se llama "Git Gud". O en castellano, "Échale huevos".

Pero, ¿qué motiva a estas personas a usar tácticas tan rastreras? Personalmente, creo que es debido a una conspiración mundial que está siendo llevada a cabo por los Illuminati mediante rastros químicos dejados por los aviones por el cielo, pero sinceramente, también considero la posibilidad de que dichas personas simplemente sean bastante tocanarices, diciéndolo suavemente. Con estas criaturas, no hace falta realizar un procedimiento tan mortífero para inutilizarlas, pues siempre puedes crear una simple barrera visual hecha a partir de una típica barra de cartón duro que impida que cada uno vea lo que suceda en la pantalla del otro jugador. Definitivamente es mejor que sacrificar ese gusano a Belcebú.

Cuando juegas a un juego competitivo, hay dos opciones claras a tomar, ganar o perder. Y como ocurre con muchos conflictos armados, el perdedor en muchos juegos multijugador puede sufrir algún tipo de humillación altamente degradante para su honor personal. Porque supongo que todos los que leen este top sabrán que perder el honor en un juego online es peor que perderlo en la vida real, y que cuando se pierde el honor, debes sufrir como 5 años de recordatorios constantes de parte de conocidos y de tu propia mente hasta que por fin vuelves a recuperar tu dignidad como persona.

Estas humillaciones suelen darse mucho en shooters, ya sea en forma de ataque físico o ataque fácilmente esquivable mientras el enemigo se ríe en tu cara de pardillo llorica. Son famosos los empujones al vacío por culpa de un golpe sónico de Lúcio en Overwatch, o, por supuesto, los típicos 360 NOSCOPE SNIPER KILLZ, que no sólo implican que has perdido tu condición de ser humano decente, sino que tu progenitora ha caído rendida bajo las capacidades de seducción de tu rival. Ah, y claro, tenemos el universal "Introduccióndebolsadeté", por el cual, según las leyes convencionales de la física, estarás infectado por el olor de un trasero sudoroso por los próximos 3 meses.

Pero las peores humillaciones son aquellas que el propio juego permite e incentiva. Un ejemplo claro son las muertes por burla de Team Fortress 2, que son lentas de realizar, pero destruyen instantáneamente al enemigo. Y su ego de paso. Esto pasa igual en los juegos de Mortal Kombat, donde después de darte una paliza, el personaje rival decide que debes morir dolorosamente mientras el que controla el mando de dicho enemigo se descojona en su sofá. Tened cuidado con cualquiera de estas humillaciones, porque está comprobado científicamente que si se realizan demasiado sobre tu persona, tu alma pierde todo su valor y te conviertes en un esclavo de quién te ha derrotado... Y si son tus amigos, te aseguro que te obligarán a hacer cosas que podemos calificar... de especiales.

Hemos visto una fauna maquiavélica de lo más exquisita y variada en esta lista, pero casi todas estas criaturas diabólicas se basaban únicamente en infligir daño emocional y mental a sus víctimas. Aun así, todavía tenemos que hablar de un par de adoradores del Diablo, como lo son los gritones. Estos gritones pueden estar cerca tuya o pueden estar a más de cien kilómetros gracias a un juego online, pero siempre usan el mismo tipo de ataque... La emisión de una onda ultrasónica que no sólo te desconcentra y te hace perder el juego, sino que también destroza poco a poco los tímpanos y genera minitumores en el cerebro que les permitirán rastrearte para devorarte una vez hayas muerto por las causas que te han provocado.

Son abominaciones muy fáciles de divisar y diferenciar antes de invitarlas a jugar contigo, sobre todo si son de tu círculo de amigos. Sólo hay que estar atento por si ves cristales rotos en sus casas, o si sus conocidos o familiares llevan tapones en los oídos o han hecho muchas visitas al médico últimamente. De ser así, debes huir inmediatamente de su compañía, pues jugar con él, en cualquier situación, es un peligro seguro. Normalmente, sus víctimas creen que al dejarle ganar, no gritará de furia, y es cierto, en vez de eso, gritará de alegría. Poca diferencia hace para sus víctimas.

Luego tenemos una subvariante exclusiva del juego online, y que se ha propagado por países como Rusia... El señor que pone música a todo trapo. Ellos no quieren destrozarse las cuerdas vocales a la vez que te dejan sordo, así que han evolucionado para tener oídos con diez mil kilos de cera, y por ello, siempre que quieren oír su música favorita, necesitan ponerla a volúmenes infernales. Pero claro, es que la música tecno es lo mejor de la patria rusa desde el himno comunista, así que muchas personas quieren repartir su amor por el género a través de sus juegos favoritos. Por supuesto, esto causa miles de muertes al año. Por favor, no seas como los rusos.

Aunque nos cueste creerlo, dentro de nuestro querido mundo, existen múltiples rituales prohibidos por tribus ancestrales, que sólo los más desalmados son capaces de realizar con tal de entretenerse con los gritos de los inocentes. Uno de esos rituales, universalmente visto como una razón completamente legítima para justificar la deshonra completa de una persona por parte de sus parientes, es lo que se conoce popularmente como el campeo. En otras palabras, quedarse quietecito en una esquinita, protegiendose todo lo posible las espaldas, y esperar a que pasen transeúntes armados que buscan una pelea justa. Dicha pelea justa no tiene lugar porque dicho transeúnte seguramente haya recibido por sorpresa una bala en la sien.

Es una táctica sucia y sin honor alguno, que a cualquier persona normal aburriría a los cinco segundos de estar quietecito. Aparte, no es una estrategia infalible, porque tiene un counter seguro, predecir que el tipo no se ha movido de ahí porque es un puto sucio campero de mierda y dispararle entre ceja y ceja porque se lo tiene merecido. Algunos cultistas que se mueven entre las sombras argumentarán que en realidad esta es una estrategia militarmente correcta y que se debería utilizar para asegurar la victoria de un equipo. Yo respondo que para estrategias militarmente correctas que se vayan a hacer la mili a Corea del Norte.

Aun así, ha surgido cierto grupo que todavía no sé si debería contar dentro de esta categoría o no... los apologistas de Bastion, pertenecientes a Overwatch. ¿Es una persona que hace campeo lo mismo que un personaje diseñado para funcionar como una torreta? Esta es una de las preguntas más difíciles a las que se ha enfrentado el ser humano durante toda su vida, junto a la pregunta de si las traps son gays (Lo son). Aquí es donde hemos visto todo tipo de comentarios, la mayoría de ellos siendo insultos de los más variados, mezclados con hechizos satánicos de vez en cuando. Por ello, yo os recomiendo desconfiar de cualquier jugador que sea main de Bastion, porque aunque tiene sus problemas y dentro del meta no es tan bueno, sigue siendo una fuente infinita de cloruro de sodio.

Los lazos que nos unen a los demás son especiales y deben ser cuidados con la mayor delicadeza posible. Por supuesto, es fácil saber las cosas que degradan estos hilos: las mentiras, los enfados, el pasotismo... Ah, y el fuego amigo dentro de un videojuego. Porque todos sabemos que el fuego amigo sólo trae desgracias, gritos y sospechas del prójimo cuando realmente, su único pecado puede ser el nacer como un manco que no es capaz de apuntar ni aunque el enemigo se quede quieto. O bueno, eso es lo que pasa en el mejor de los casos, cuando tu acompañante, por algún casual, tiene sangre angelical en sus venas.

En más de una ocasión, en cambio, verás cómo los ojos de tus compañeros se inyectan inmediatamente de sangre al pasarle por la cabeza la loca idea de que necesita entretenerse de una forma particularmente cruel, matando tu avatar virtual. Y aunque esta pueda parecer una acción altamente jocosa e hilarante para su persona, para las víctimas, este es un acto de traición imperdonable. Un acto de traición que crea una sed de venganza sólo saciada con más hijoputismo bañado en sangre. Y de esta forma, se crea un círculo vicioso prácticamente interminable, donde cada intenta obtener la última risa.

Y aunque pueda parecer que este es un problema que sólo ocurre en juegos como shooters onlines, no hay nada más lejos de la realidad, pues puedes encontrarte con momentos de tontería suprema en cualquier juego cooperativo en el que el golpear a tu compañero tiene consecuencias. Desde juegos beat 'em up como Battletoads, hasta plataformas como Super Mario 3D World, si puedes hacer cualquier acción para demostrar tu gen primigenio de simio que busca una carcajada fácil a costa de los demás, la naturaleza satánica de muchos videojuegos te lo permitirá.

La victoria y el éxito es algo que muchas personas quieren conseguir de forma completamente natural. Es gratificante en múltiples aspectos, y tiene beneficios, no sólo personales, sino también sociales o hasta laborales dependiendo de la situación. Y por supuesto, como hemos visto, hay gente que vendería su alma al diablo con tal de conseguir la victoria. Dentro de los videojuegos competitivos, por suerte, no tienen que pasar por el proceso legal de venderle tu voluntad a fuerzas demoníacas. Con sólo usar un arma específica, ya estás bajo el control de los señores oscuros, sin necesidad de papeleo.

Todos los juegos tienen una forma de atacar mucho más efectiva que las demás. En juegos shooters como Halo, nos podemos encontrar con pistolas veloces pero igualmente poderosas, mientras que en juegos de lucha como Street Fighter IV, sufrimos la furia continua del proyectil de energía demasiado veloz de Sagat. Siempre hay algo que es demasiado Overpowered, como dirían nuestros compañeros anglosajones. Y el utilizarlo una vez no es malo. Un pecado al año no hace daño. Hace daño el usarlo constantemente como si fueran balas de una ametralladora. Sí, daño para mi avatar virtual en un juego competitivo, pero también daño real a tu cerebro, que va cultivando cada vez más musgo porque no decides utilizarlo para pensar algo inteligente.

Por suerte, a menos que no seas un manco, suele ser relativamente fácil derrotar a estas personas, a menos que produzcan un combo infinito o una muerte instantánea, pues aunque usan ataques muy fuertes, también son muy, muy predecibles. Pero también puedes encontrarte con una raza de cyborgs mejorados que aunque usan mucho un ataque poderoso... milagrosamente, lo usan siempre en el momento justo y correcto. Si te encuentras con uno de estos tipos, huye inmediatamente, pues el aceptar su proposición de batalla significará un fracaso automático. No hay duda de ello.

Hasta ahora, no he hablado de elementos específicos de juegos. Pero hay dos puestos que sí que se merecen menciones. Uno de ellos es, cómo no, el famoso caparazón azul de Mario Kart. Ese maldito caparazón con pinchos que puede volar por el escenario a la velocidad de la luz y que se para frente al líder de la carrera para caer sobre él causando una explosión destructora gigante, cuyas consecuencias no sólo tienen en cuenta que frena al corredor en primera posición, sino que también le provoca un simulacro de aneurisma de la mayor gravedad posible.

El caso es que el caparazón azul tiene en realidad una función mayoritariamente benigna. Puede que creáis que os estoy tomando el pelo, pero todo lo contrario. Dentro de un top lleno de monstruos sin moralidad ni escrúpulos, suena raro que de repente diga que uno de los objetos más odiados de los videojuegos no ha sido desarrollado por asesinos en serie. Pero en realidad, su función es impedir que el líder de la carrera se adelante demasiado y se escape de todo el sufrimiento que se concentra en el pelotón de la carrera. Aparte, así se le puede robar más fácilmente el puesto y hace más interesante la carrera.

Pero a costa de no tener certeza respecto a la clasificación final de cada corredor, se sacrifica la sanidad mental de varios jugadores, puesto que este objeto recompensa a aquellos que no han jugado bien del todo, y castiga a aquellos que han conseguido imponerse con su habilidad (O suerte, no sé). Por ello, el caparazón azul es visto como una especie de castigo divino no merecido, como una prueba de que no nos observa una deidad bondadosa. El caparazón azul tendrá un motivo razonable y noble para existir, pero eso no expía todos sus pecados, no expía el dolor causado a sus víctimas y la desesperación de las mentes que saben que no van a ser el primero en una carrera de un videojuego de carreras animado y protagonizado por los personajes de la serie más popular de Nintendo.

Y si antes he mencionado algo relacionado con un juego en específico, ahora os voy a comentar un único juego que parece dar la razón completamente a Josue Yrion. Dicho juego, como habéis podido leer previamente en el título de esta sección, es Mario Party. Por si algún cordero inocente no conoce este juego, Mario Party es un título de fiesta en el cual tenemos que movernos a través de un tablero similar a un juego de mesa, recolectando monedas, estrellas, y jugando en minijuegos en pos de obtener la victoria definitiva. Ah, y entre medias, no está nada mal el ser un poco hijoputesco con el prójimo.

Hemos dicho antes que el caparazón azul, aunque haya creado consecuencias terribles en millones de personas, está diseñado inicialmente como una forma de unir a todos en un chupi mundo de risa y diversión. Con Mario Party, no puedo decir lo mismo. El juego no incentiva el trabajo en equipo, sino todo lo contrario, el intentar pisotear a tus adversarios mediante trampas para robar estrellas y así quedar primero. Puede que haya pequeños momentos en los que puedas pensar que en realidad los desarrolladores eran humanos, como cuando dan una estrella al que va último, pero no os comáis la cabeza, los desarrolladores no son humanos.

De serlo, no habrían creado tantos minijuegos basados en únicamente la suerte de cada persona o en infligirte daño a ti mismo haciéndote pulsar botones rápidamente. Tampoco habría tableros centrados única y específicamente en robarle estrellas a los demás, inculcando así una cultura del crimen a las impresionables mentes de nuestros jóvenes. Los desarrolladores de Mario Party no son humanos, propongo la teoría que en realidad no existen, que un día a Hudson llegó un cartucho maldito y que decidieron venderlo a Nintendo como un juego muy chulo de fiesta, sin darse cuenta de los peligros malditos del juego. Y claro, con el tiempo llegaron más y más cartuchos, y así ganaban dinero poco a poco mientras su apariencia era cada vez más y más extraña, más repugnante... Supongo que no tendrá nada que ver, ¿no?