XBox One X nace con dudas
XBox One X saldrá a la venta el 9 de noviembre. Sin embargo, hay muchas dudas sobre su futuro o viabilidad en un futuro. Numerosos desarrolladores ya han lanzado algunos dardos a la nueva consola, y las predicciones de ventas son todo menos halagüeñas; salía hace poco una notícia en vrutal que afirmaba una predicción de 4 millones de unidades (para finales de 2018). Personalmente he encontrado predicciones ligeramente más optimistas, pero todas se muestran muy inferiores tanto a la competencia (la Pro lleva más de 12 millones de unidades vendidas en un año) como a su predecesora (Xbox One: 25 millones de unidades venidas).
Procesador: el punto débil
Las críticas a la nueva consola se han centrado casi en exclusiva en su procesador, el cual deja en serios problemas algunos desarrolladores. Posteriormente analizaremos el porqué de la decisión de Microsoft de usar dicho procesador; ahora nos centraremos en sus aspectos técnicos.
Xbox One X presenta un 8 cores a 2.3GHZ, desconocemos más características (aparte que tendrá una birria de caché limitada por la arquitectura); aunque si me permiten, si no lo comenta Microsoft, es porque no son demasiado espectaculares. Con todo, lo más probable es sea un Jaguar a 14 nm (de aquí lo de custom), dado que presenta un aumento de 30% de potencia en frecuencia respecto a su predecesor de 22nm, y comentan fuentes oficiales que la nueva consola es un 30% más rápida que su predecesora en la CPU.
Sin duda no ha habido dinero para el procesador, dada la amplitud de mejores procesadores de gama baja: recordemos que un fx 8350 AMD nos da 8 cores a 4Ghz a 100$, siendo un procesador ya de una cierta edad.
Cuello de botella
Resultra evidente que un CPU inferior a un i3 (y actualmente a un pentium G4560) nos va adar algunos problemas por muy optimizado que esté el asunto. Resulta claro que han intentado hacer una apuesta para el futuro: 8 cores lentos hoy en día son mucho peor que 4 rápidos para gaming. Se supone empero, que en un futuro el aprovechamiento de todos los cores será una realidad los 8 cores se podrán aprovechar mejor.
La cuestión es que estamos en el presente. Para ejemplificarlo, explicaremos el caso de Destiny 2 (disponible en PC, PS4, XBOX One), un juego poco exigente gráficamente, lanzado este 6 de septiembre. Sus requisitos son (respecto a CPU):
Mínimos (1080hd 60fps calidad media):
Pentium G4560 @ 3.50 GHz o FX-4350 @ 4.20 GHz
Recomendados:
Intel Core i5-2400 @ 3.40 GHz
Teniendo en cuenta que el i5 2400 es un procesador de gama media de a principios de 2011, se supondría que la nueva XBox podría correrlo sin problema. Sin embargo, como comenta el productor ejecutivo del juego Mark Noseworthy,
ninguna consola lo podrá mover a 60 fps, independientemente si es a 1080 o 4k. La CPU evidentemente limita el número de fps, así que de 30 no se va a pasar. Eso sí, podrán usar texturas 4k (siempre que tengas un monitor 4k, claro) a 30 fps.
¿Porqué la elección del procesador?
Resulta tarea de especulación intentar saber el porqué. Sin embargo, podemos aventurarnos:
H ay muchos rumores que esta va a ser la última consola de Microsoft. No es secreto que el departamento de XBOX no va bien de dinero, y Sony les come un mercado cada vez más menguante, en el que no hay espacio para 2.
Las previsiones de venta de consolas cada vez son peores sin vistas de que la tendencia vaya a parar. Eso hace que sea mucho menos rentable sacar un juego para XBOX, dado que hay muchos menos potenciales compradores, cosa que a suvez hace que se compren menos Xbox, provocando un círculo vicioso.
Además, no resulta fácil programar para consolas, como comentaba Hajime Tabata (desarrollador de FF XV, que sale para PC): "La versión de consolas fue un trabajo cien veces más difícil".
Por culpa de esto, ni Sonny ni Microsoft se han atrevido a sacar una nueva generación de consolas. Eso hace que puedas jugar a los juegos anteriores y que la base de jugadores no disminuya, y por tanto los desarrolladores estén interesados en hacer juegos para las consolas.
El punto negativo es que entonces, la arquitectura del procesador no se puede cambiar. La nueva consola saldrá con un procesador x86, obsoleto ya sólo al salir (en lugar de usar la arquitectura x64). Incluso se han tenido que ver en la coyuntura de hacerse un procesador a medida dado que AMD ya no fabrica procesadores de este tipo para juegos o parecidos.
Conclusiones
Se hace difícil ver un buen futuro a una consola que solo al salir, ya tiene problemas de potencia en algunos aspectos. Es posible que en juegos que salgan de aquí un año o dos, la XBOX one X tenga serios problemas para correrlos, o que algunas compañías decidan no fabricar los juegos para estas consolas dados que ya les capan demasiado desde el punto de vista de rendimiento.
Con todo, recordemos que los gráficos no son ni deben ser lo más importante de un juego.
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