Top 15 intros cinemáticas favoritas de videojuegos PS4 XBO WiiU VITA 3DS PC movil

Cada juego tiene sus propias armas para intentar que te intereses por él desde el primer minuto y no lo dejes guardado en la estantería. Unos juegos lo hacen con interesantes primeros niveles, otros con un argumento complejo y que te engancha desde la primera línea de texto... Y otros lo hacen mostrándote a modo de introducción una gran cinemática, preferiblemente antes de siquiera llegar a la pantalla de inicio, ya sea con los gráficos del propio juego, con movimientos a calidad CGI suprema o con un estilo único y especial. Y estas intros pueden servir perfectamente para transmitir una experiencia.

Estas cinemáticas pueden parecer superfluas respecto a la obra en sí, y es cierto que no aportan nada de jugabilidad, pero aun así, contribuyen enormemente para el estilo y la presentación del juego y como he dicho antes, pueden influir psicológicamente en el jugador. ¿Por qué digo ésto? Porque pueden llenarte de energía para luchar o moverte rápido, o te pueden dar tristeza, determinación, pueden infundar respeto. Sí, no puedes jugar una intro, pero una intro puede "jugarte" a ti.

Pero, ¿qué cuenta dentro de esta lista? Principalmente, voy a centrarme en las intros que no enlazan directamente con el gameplay. Estas intros pueden estar hechas con diferentes medios y pueden llegar a suceder antes de la pantalla de inicio o después, pero como he mencionado, bajo ningún concepto deben enlazar directamente con el gameplay. Por lo demás, es una lista completamente PERSONAL, pues se basa en mis gustos. Dicho todo esto, sin más dilación, empecemos:

Jojo es una serie manganime única. No sólo lo digo por su interesante estética, sino también por su estructura narrativa o la forma en la que trata la acción. Y claro, un día se anunció una adaptación de las historias de la serie a un videojuego de lucha. Como viene siendo tradición con este tipo de juegos provenientes de licencias, se necesitaba crear una intro. Debido a que Jojo es una serie muy especial, la intro debía ser muy especial también. Por ello, Cyberconnect creó esta psicodélica cinemática a ritmo de jazz.

Puede que no sea especialmente impresionante a nivel técnico, pero me encanta su estructuración y lo buena que es con el fanservice. No sólo nos muestra de forma increíblemente llamativa a cada Jojo con varias de sus poses más emblemáticas en diversos colores, sino que también muestra a los villanos y a cada uno de los personajes del juego en, por supuesto, más poses. Y pasan después a los clásicos ORAORAORA, al peligro que representa el gran villano de cada saga y varios de los momentos más icónicos del manga que podemos ver en este juego.

Esta intro es una celebración de todo lo que es Jojo, y por ello, nos entrega un fanservice de excelente gusto, que se basa en alabar todo aquello que recordamos con amor de cada parte. Y puede parecer un poco tonto incluirlo por ello en esta lista, pero esta intro nos mete de lleno en el espíritu que quiere que tengamos, nostálgico y con energía para luchar. Nos enseña rápidamente todos los personajes que ofrece y nos dice claramente que intentará por todos los medios posibles recrear cada uno de tus momentos favoritos. Y por ello, esta intro funciona.

Y tenemos otro juego basado en una licencia manganime. No os preocupéis, es el último. Dragon Ball Z se caracteriza por varias cosas: Músculos por doquier, gomina de color dorado, gente latina soltando muchos :v, gritos desgarradores y explosiones de tamaño planeta XXL. Y por ello, crearon Dragon Ball: Budokai Tenkaichi, un juego que eliminaba el combate en 2D más tosco de los Budokai por un sistema de combate más veloz en el que teníamos una gigantesca colección de personajes, que al final del día, eran muy parecidos entre sí, con diferencias nimias. Pero a quién le importa eso, yo quiero ver ANIQUILACIÓN COMPLETA Y TOTAL.

Por ello, el juego nos engatusa con las bolas del dragón estrellándose contra la Tierra para así despertar a los temibles Broly y Janemba, que buscan destruir el mundo. Ah, y Buu también aparece por ahí. Por ello, nuestros héroes Goku, Gohan y Gotenks se dirigen a toda velocidad a pelear con sus enemigos. Pero allí ya está Vegeta, que es apaleado rápidamente por Broly. Afortunadamente, Goku se fusiona con el príncipe de los Saiyan para crear a GOGETA, DESTRUCTOR DE UNIVERSOS. Y ENTONCES EL TRIO DE HEROES LUCHA PARA SALVAR AL MUNDO A LA VEZ QUE LO DESTRUYEN Y ACABAN EN UN CHOQUE DE RAYOS ENTRE LOS SEIS GUERREROS ESPECTACULAAAAAAAAAR.

Si el opening de Jojo quería hacer fanservice y destacaba por venderte el estilo de la franquicia, el opening de este juego hace lo mismo, pero a la vez que te vende la explosividad del manganime, también da un vistazo al tipo de juego al que te vas a encontrar en cuanto a gameplay. Jojo tendrá estilo, pero su opening no va mucho sobre peleas, sino momentos memorabes. Budokai Tenkaichi 3 sabía que su juego era lo mejor que podías conseguir en su momento para recrear las peleas que tenías en tu imaginación, y por ello, te bombardea con fanservice con personajes como Gogeta o Broly y te muestra los puñetazos y rayos de energía que quieres hacer con ellos, no lo que quieres recordar de ellos.

¿Un juego de Mario? ¿En un top de intros cinemáticas? Pues sí, y proviene además de un spin-off deportivo, en el que Mario de repente juega en una liga de futbol donde los jugadores pueden ser electrocutados muy fácilmente y Waluigi indica al público con bastante claridad que realicen actos indecentes a su miembro sexual. Éste no es un juego de Mario normal. Éste es el NUEVO Y MEJORADO MARIO PUNK DE MARIO STRIKERS. Y claro, para que te enteres y no dudes de ello en ningún momento, los de Next Level Games crearon una cinemática para enseñarlo.

Y vaya si lo enseñan. La intro de Mario Strikers no sólo nos vende su extraña atmósfera con un tono anárquico y con pruebas gráficas de criaturas adorables siendo electrificadas, sino que vemos a Mario saltando desde un avión sin paracaídas, y utilizar poderes anime para dar chutes que ni los jugadores del Raimon serían capaces de igualar. Pero esta intro no sólo se basa en el factor shock, porque también nos enseña a todos sus personajes, ya sean grandes conocidos como Donkey Kong y Peach, o secundarios como Boo o Toad, mostrando sus habilidades especiales, aparte de maniobras, piruetas y hasta los peligros que nos encontraremos en cada uno de los estadios del juego. Es una intro extremadamente sólida que consigue salirse con la suya en gran parte debido al cambio radical que presenta en sus personajes y su excelente manera de vendernos dichos cambios.

World of Warcraft tiene una larga tradición de intros espectaculares para cada una de sus expansiones. De entre todas ellas, me quedo aun así, con la intro a la tercera expansión del juego, apropiadamente llamada Cataclismo. En esta cinemática vemos el despertar de un peligro que hasta ahora dormía en lo profundo de la tierra, vemos cómo en las oscuridades de las cavernas miles de martillos preparan una gigantesca armadura ardiente para una bestia que se está descontrolando poco a poco, y al mismo tiempo vemos imágenes de desastres horribles.

Y de repente vemos al dragón Alamuerte salir volando envuelto en llamaradas, causando que todo el mundo se resquebraje mientras vuela sobre él. Puede que la intro para La ira del Rey Lich fuera también muy buena con su aire más dignificado y misterioso, que nos muestra a un rey comandando a un ejército dispuesto a la batalla, pero Cataclismo funciona mejor en lo que ambos querían intentar crear, siendo esto una sensación de urgencia y peligro. Y aunque un rey mago con miles de esqueletos místicos sea un peligro muy grande, Alamuerte funciona mucho mejor porque simboliza el caos absoluto.

Alamuerte es un dragón gigantesco cuyo batir de alas puede incinerar al instante ciudades. Y se nos muestra cómo miles de personas trabajaban día y noche para crear su armadura al mismo tiempo que se hablaba sobre un odio gigantesco que destruirá todo lo que se encuentre a su paso sin dudarlo en ningún momento. Estamos ante un desastre natural andante, algo que no debería haber sido vuelto a la vida, pero ahora que ha regresado, debe ser parado cuanto antes, puesto que de lo contrario, podríamos enfrentarnos a la posibilidad de la aniquilación completa del mundo.

Los juegos crossover suelen estar ahí por una simple premisa. Ver la interacción entre varios personajes que normalmente no se tocarían por culpa de las leyes de la física y el dinero de las empresas. Pero a veces se crea un crossover como Street Fighter X Tekken, que une dos sagas de pelea semirealista, y por ello, para la intro de este título, se decide que se usarán partes de los tráilers tan chulos que han hecho hasta ahora para ahorrarse un dinerillo a la vez que nos ofrecen unas peleas muy vistosas, que parece que sus luchadores están hechos de agua. Ah, y a la vez te ponen una cancioncilla de rock.

Sobre todo, por lo que destaca este tráiler es por conseguir realizar a la perfección sus dos tareas, la primera siendo mostrarte peleas, porque, claro, estamos en un juego de lucha, y la segunda se trata de crear interacciones interesantes entre los personajes. El primero de estos objetivos es evidenciado claramente durante todo el tráiler con batallas entre personajes en las que todo el mundo usa sus técnicas más famosas, como el Hadoken de Ryu, el láser demoníaco de Kazuya o el Psycho Crusher de M. Bison. Así tenemos una forma clara de recordar lo que más nos gusta de cada personaje, y sonreímos y nos divertimos por ello, porque somos unos malditos animales de costumbres.

Pero sobre todo, lo que mola de esta intro son las interacciones locas entre personajes. Vemos a Rufus confundir a Bob con Ken Masters, a M. Bison y Juri intentar asesinar a un Jin que utiliza su poder diabólico tras ser vapuleado, o a King lanzando a Hugo tras ponerlo a girar como una peonza. Al final del día, Street Fighter X Tekken no prosperó por su gameplay más dirigido a las fiestas y a la diversión casual sin demasiado atisbo de competitividad pura y dura, pero al menos, nos dio parte de lo que buscábamos, puro fanservice, que al final del día, llega a ser divertido. Sí, es aire caliente sin demasiada complejidad, pero tampoco necesitas romperte la cabeza para divertirte con un crossover.

Fire Emblem ha alcanzado un nuevo pico de popularidad con sus dos entregas para 3DS, Awakening y Fates. Ambas tienen unas cinemáticas con CGI que adapta genialmente los diseños anime de sus personajes... Pero, ¿cuál es la mejor? Puede que la de Awakening consiga ejemplificar mejor algunos de los momentos más importantes de su argumento de forma muy, muy clara y que el tema principal de la serie cree un aura triunfal gigantesca, pero personalmente, peca de ser muy simple y muy obvia. Incluso sin conocer mucho del juego, puedes predecir sus acontecimientos gracias a lo que llega a ofrecer esta cinemática.

Por ello, creo que prefiero la intro de Fates, porque no sólo comienza de forma muy calmada y dignificada, mostrando una guerra entre dos bandos muy diferentes, uno occidental y oriental, sino que a partir de ese punto, nos llena con un área de gravedad y misterio que nos impulsa a jugar. Lo digo principalmente por la aparición de una chica con una bella voz que baila en medio de un teatro, las notas fuertes a la hora de presentar a los hermanos de la familia real o las escenas de una bestia extraña disolviéndose mientras cae en un lago... Finalizando con una batalla entre guerreros y la chica vista previamente bailando con nerviosismo hasta que un misterioso colgante se desprende de su cuello.

El juego con esta intro te está mandando mensajes mucho más interesantes que en Awakening. Una bailarina misteriosa, un conflicto que parece ser tomado mucho más seriamente y neutralmente que EL EJÉRCITO DEL INFIERNO QUE CON SU OSCURIDAD BUSCA DESTRUIR LA LUZ... Y retazos extraños del futuro. Te enseña una proporción casi perfecta de lo que podremos llegar a ver dentro del juego para que te hagas una idea, al mismo tiempo que busca mantener cierto secretismo en algunas de las áreas más importantes, es decir, la identidad y el propósito de Azura.

9 Hours, 9 persons, 9 doors es una aventura gráfica para DS en la que tenemos que escapar de lo que prácticamente es un desafío de Jigsaw. Pero claro, en versión anime. Y como es anime, necesita una intro. Pero los desarrolladores no tenían el presupuesto para costearse una animación carísima de parte de un buen estudio, así que hicieron lo que pudieron y sacaron una intro realizada únicamente con el artwork del juego. Y el caso es que funciona. Será corto, y no cautivará los ojos de algunos jugadores con movimientos bruscos, pero aun así, crea una sensación de confusión y paranoia total.

¿Y esto cómo? Bombardeando al jugador con información. Nos enseña una pregunta inicial, "¿Por qué sé estas cosas?", que nos prepara para estar atentos para la información que sigue, pero entonces nos sorprende con imágenes de sus personajes y texto de forma muy rápida y muy difícil de leer cómodamente, con imágenes extrañas y hasta perturbadoras. Inmediatamente pensamos que algo malo está pasando, sobre todo por la música y la gran presión que ejerce. No ayuda el hecho de que se nos muestran una variedad de conceptos que para un primerizo, no significan nada de nada.

Y entonces la intro frena para mostrarnos a una figura tenebrosa y enmascarada, que da lugar a imágenes de muertes o de los personajes realizando varias acciones junto a textos más fáciles de leer. El hombre de negro se llama Zero y nos indica que tenemos que buscar una puerta con el número 9, en menos de 9 horas. Y somos 9 personas. Ya entendemos directamente de qué va el juego y la peligrosa situación en la que se encuentran nuestros protagonistas, a la vez que se nos muestran detalles del futuro y nos sumergimos de lleno en el estado de ánimo que se buscaba crear con esta sucesión de imágenes.

Me encanta la estética y el estilo de los animes de finales de los 90. Neon Genesis Evangelion, Cowboy Bebop, Trigun... Todos ellos derrochan carisma por todos los lados. Y ese carisma también aparece en JRPGs de la Playstation, como en el caso de Wild Arms, que tiene una intro que te sumerge inmediatamente en la aventura que te propone. ¿Cómo? Calmándonos con una melodía misteriosa de guitarra a la vez que vemos pasar las hojas de un libro y un cañón propio de una película del oeste. A muchas intros les gusta empezar con fuerza... Pero Wild Arms no lo necesita. Te quiere en un estado sereno, para que así contemples su belleza.

La belleza de todos sus personajes, ninguno realizando ninguna acción especialmente vistosa. Uno está visitando un cementerio, otro camina junto a su ratoncito mascota... Lo más vistoso es una chica que está siendo sujetada por un gigante, pero ella no se defiende. Y mientras tanto, oímos una canción hecha con silbidos. Esto no es el punto álgido de su aventura, no es una explosión de emociones... Es su viaje, y la forma en la que se relacionan con él. Algunos con respeto. Otras personas con tristeza. Y luego tenemos a aquellos que miran al futuro con optimismo.

Y llegamos a la escena final, donde el protagonista escala una escarpada pared de un acantilado, quedándose poco a poco sin fuerzas, con la música en su momento más poderoso... Y al ver las luces generadas por el personaje con más alegría, el héroe consigue sobreponerse a su cansancio para superar el ascenso... Consiguiendo así ver en la cima a otros de los personajes del juego, que también han completado su viaje y lo esperan con calidez en su mirada. Es una bellísima introducción, sí, pero también pierde parte de su impacto con el paso de las horas, puesto que el juego también intenta venderte una imágen de aventura del viejo oeste animada y cañera, que entra en conflicto con lo que ofrece esta preciosa animación.

Hay muchas cosas increíbles en el mundo, una de ellas se muestra en esta intro. Es una fuerza suprema que, aunque pocos lo sepan, todos tenemos en nuestro interior... EL PODER DEL ROCK & ROLL. Un poder destructor capaz de alterar la ley de la realidad, que aunque te embriaga la mente y te hace pensar que ponerte a utilizar este poder encima de un coche a doscientos kilómetros por hora es una buena idea, puede cambiar el mundo. Y lo digo de forma literal, porque arrasa con pueblos enteros.

Que Rockband tenga intro puede parecer al principio muy raro. ¿Qué van a hacer? ¿Poner a cuatro tíos en un concierto? Pues sí, pero como eso es muy aburrido y no ejemplifica muy bien la rebeldía y la fuerza musical inherente al género, los ponen a hacer una actuación extrema sobre vehículos. Y funciona, porque consigue atraernos hacia la pantalla, hacia una cinemática que consigue mezclar muy bien el estruendo de la voz y la guitarra con la energía cinética de un coche o un camión derrapando y destrozando todo a su paso.

Pero no sólo consigue ser llamativo, sino que ejemplifica a la perfección el espíritu que quiere que tengan sus jugadores. Los desarrolladores quieren que seas ese grupo de amigos que pueden hacer cualquier cosa y que son una estrella del rock supernatural. La intro nos muestra el futuro viaje que quiere que hagas, pasando de un viejo coche, a un camión que siempre viaja adelante, incluso tomando riesgos, y al final, se toma un salto de fe para conseguir llegar al mayor éxito posible. Pero claro, aun así estamos en un videojuego, y si no eres de ésos que les gusten los riesgos, siempre puedes tomarte esta intro como la ejemplificación de una vida sin preocupaciones, cantando para divertirte, sin pensar en tus errores.

Como hemos visto anteriormente, los juegos de lucha necesitan acción y una muestra de la fuerza y las destrezas de cada personaje que podamos reconocer fácilmente. Y los juegos crossover necesitan también que los personajes tengan interacciones entre ellos para conseguir momentos memorables. Ahora bien, Dissidia Final Fantasy consigue hacer todo eso con una de las intros más largas de todas las que hemos visto por ahora, pero también consigue algo que pudimos ver con la intro de Jojo... Una celebración y un homenaje, porque Dissidia reúne a todos los héroes y villanos de Final Fantasy, y aunque los ponga a darse golpes de forma muy acrobática, algo no muy común en un JRPG por turnos, sí que intenta que alucinemos lo máximo posible con dichas acrobacias.

Y por ello, tras una introducción poco sutil de los bandos del Cosmos y el Caos, nos bombardea con peleas entre varios protagonistas y villanos de entregas completamente diferentes. Vemos un duelo de espadachines a toda velocidad entre Squall y Sephiroth, o un enfrentamiento de piruetas entre Yitán y Kefka. La batalla parece que nunca para y siempre muestra cosas interesantes. Se vislumbra el enfrentamiento como un campo de batalla real, donde toda acción tiene su consecuencia y todos los personajes se encuentran en constante movimiento. No todos los héroes consiguen saldarse con la victoria, a la vez que vemos como algunos villanos fallan en sus intentos de derrotar a los protagonistas.

Esta introducción representa a la perfección el espíritu y el estilo de combate más peculiar de este título, a la vez que nos hace muestra un fanservice de la mayor calidad, uno que representa a sus personajes con amor y crea nuevas oportunidades con ellos. No es especialmente profundo, es una simple lucha de bien contra el mal, pero estamos ante un juego de lucha, y esta intro nos entrega unos alicientes increíblemente buenos. Puede que exageren un poco, pero aun así, consiguen ponerte en el estado de ánimo adecuado, gracias a una espectacular dirección de acción.

Valve es famosa porque cuando quiere y le apetece hacer algún tipo de cinemática, nos saca obras maestras como los tráilers de Meet the de Team Fortress 2, o por ejemplo, la intro de Left 4 Dead. Una pena que sean bastante vagos. El caso es que Left 4 Dead tiene una intro que destaca sobre todo por no ser una condensación rápida, con ritmo y estilo de las experiencias de la aventura... Sino que te muestra una escaramuza del juego como si en vez de un gameplay con muñecotes con voces de adolescentes enfadados, realmente estuviéramos ante una situación real.

En esta intro vemos las interacciones de nuestro cuatro protagonistas ante los peligros de una ciudad infestada de muertos vivientes. Vemos al viejo gruñón dar unas clases de supervivencia, vemos cómo el motero chulo habla sobre deber favores, aparte de que nos encontramos con varias situaciones en las que el negro del grupo casi acaba siendo asesinado como cuatro veces en todo el tráiler. Dichos intentos de muerte son provocados por varios super zombis mutantes con deformaciones en el cuerpo que nos encontraremos durante el juego, y sorpresa, en este tráiler, actúan de una forma muy similar a como lo hacen realmente dentro del gameplay, preparando así al jugador para esas peligrosas situaciones en las que recitaremos muchas bendiciones hacia el creador de las armas de fuego.

El caso es que esta intro es bastante única, porque deja de lado muchas de las florituras estilísticas propias de este tipo de cinemáticas para presentarnos en cuatro minutos unas cuantas situaciones que veremos dentro del juego, a la vez que nos mete de lleno en esa atmósfera de tensión y caos, de tener que disparar balas por cada metro que corremos en dirección contraria a una oleada de infectados. No es explícitamente terror, realmente, hay más acción, pero aun así, te pone tenso y te chuta una adrenalina que no te hace sentir pánico, pero tampoco llega a darte buenos ánimos... Un punto medio perfecto para los sentimientos que esta primera entrega quiso provocar dentro de las mentes de sus jugadores.

Me encuentro en una situación algo peliaguda respecto a este título principalmente porque todavía ni ha llegado a salir en el mercado occidental. Aun así, creo que es necesario mencionarlo, porque la intro de Dragon Quest XI me encanta porque no sólo cuenta con la amada melodía de grandiosidad que caracteriza a esta serie JRPG y con un estilo visual absolutamente apabullante, sino que también destaca por algo que lo eleva a un nivel superior... Su capacidad para transmitirnos muy fácilmente un gran sentimiento de aventura y descubrimiento.

Porque no sólo nos presenta a sus personajes principales y sus orígenes, sino que también nos enseña brevemente a los villanos y varios momentos de importancia que supongo que aparecerán durante la historia del juego, como encuentros con personajes únicos o batallas decisivas contra bestias o enemigos humanos... Pero también nos hace ver algunos momentos más normales como una acampada al aire libre, nuestro grupo volando sobre praderas verdes o enfrentándose a las inclemencias que ofrecen las heladas ventiscas de las montañas. Acabando toda esta acción con un asalto de todo el grupo de protagonistas contra un imponente cíclope.

Como he dicho antes, no tengo ni idea del juego porque no lo hemos podido catar todavía en nuestras tierras, pero aun así, desde el primer momento, me enamoró porque me ofrecía una inmensa sensación de caramadería, pero además, sobre todo, de optimismo. Dragon Quest XI me transmite que busca ser un JRPG clásico, que su objetivo número uno no es ofrecer una historia profunda y compleja, sino celebrar aquellos momentos de nuestra infancia en los que jugábamos a los caballeros e imaginábamos un mundo lleno de maravillas. Este título quiere que disfrutemos no sólo rememorando esos queridos recuerdos, sino también viviendo un mundo que intenta recrearlos con el mayor mimo posible.

Hideo Kojima es un tío muy especial. No lo digo sólo porque sea un poco tocapelotas con sus desarrolladores, o porque tenga algún tipo de fetiche con las películas, sino también porque le gusta sorprender. Lo vimos en el primer Metal Gear Solid, entregando un argumento muy superior a lo que se esperaba de un juego de acción de la época, y lo pudimos comprobar de nuevo también cuando en la secuela, en vez de jugar como Solid Snake, pudimos controlar a un tío albino llamado Raiden. Para el tercer juego, decidió hacer una precuela con el origen de Snake, Big Boss. Pero Big Boss vivía en los 60, así que no podía hacer uso de una intro de corte futurista, como en la segunda entrega... Así que se saca una intro de James Bond. Y a todos nos gusta una buena intro de James Bond.

Pero Metal Gear quiere ser más serio que una película Bond sin necesidad de quitar la acción o los momentos tontos de por medio. Por ello, nos envuelve inmediatamente en el hecho de que estamos en medio de la Guerra Fría con los sucios comunistas... Para después mostrarnos una y otra vez varias serpientes reptando por la pantalla a la vez que vemos a Big Boss eliminando a obstáculos de su terreno e imágenes de manchas de camuflaje que simulan hojas bailando en el viento o hasta aviones de combate movilizándose para atacar. Estamos en plena guerra. Y la música, aunque sea bastante animada, nos intenta vender que esto es doloroso hasta cierto punto.

Y el caso es que lo consigue gracias puramente a su estilo. No será la introducción más visualmente estimulante, pero te evoca una sensación completamente diferente a la que cualquier jugador podría haber esperado previamente. Evoca cierta nostalgia y tristeza, mezclada con excitación. No es tensión por salvar al mundo, es una aventura que aunque sí, llega a ser decisiva para sus personajes, pretende ser contada como un retazo del pasado, como algo que no conocíamos y que cambiará nuestra opinión... Como una historia recordada con dolor, pero a la vez, no puedes evitar añorar ese momento, a pesar de lo malo que es. Eso es difícil de conseguir. Y por eso, esta intro ya se merece estar muy alto dentro de esta lista.

Como ya hemos visto a lo largo de esta lista, hay varios openings que lo que buscan conseguir es crear una especie de celebración. ¿Y qué mejor celebración hay que la de tus propios diez años completos de vida? Eso es lo que pensaron los desarrolladores de Square Enix a la hora de hacer un opening que destaca por resumir el viaje de Sora a través de varios juegos en unos pocos minutos, a la vez que sincronizan cada momento visual a la perfección con una hermosa sinfonía orquestral que versiona Simple and Clean, el tema principal del primer Kingdom Hearts, que muchos fans de la serie llevan en su corazón.

Empezamos suavemente con la introducción de nuestros protagonistas y visiones tranquilas de las Islas del Destino de Kingdom Hearts 1, para pasar a la corrupción de Riku, la desaparición de Kairi y una transición perfecta hacia Chain of Memories y el nacimiento de Roxas y sus recuerdos perdidos con Xion, para pasar al inicio de Kingdom Hearts II y una recreación del momento más icónico de la pelea final del juego. Y Re:Coded se lo saltan por lo obvio. Finalmente, tenemos el enfrentamiento definitivo contra Xehanort con la ayuda del Rey Mickey y la invocación de todos los héroes de la serie, para acabar con una gran nota final llena de sonido que te llena los oídos.

En casi 4 minutos, hemos visto los momentos más importantes de la serie fuera de Birth By Sleep. Y sí, esta intro no nos comenta nada en específico de Dream Drop Distance, ni tampoco oculta significados como 999... Pero aun así, no puedo evitar sacar mi vena fanboy. La intro de Kingdom Hearts 3D es impresionante como celebración de todo lo genial de Kingdom Hearts, desde la historia, el gameplay, los momentos dramáticos e incluso las esperanzas para el futuro. Y no sólo toca todos los puntos que un buen fanservice debe tocar, sino que también es bellísimo visualmente y auditivamente. De nuevo, falla mucho en no explicar el juego que viene a continuación, y puede que deba penalizarlo por ello, pero siempre que juego a Kingdom Hearts 3D, nunca paso esta cinemática porque me HECHIZA.

Muchos de los openings de Persona son geniales. El de Persona 4 me encanta con su uso de siluetas y texto y cómo presenta a sus héroes, mientras que el de Persona 5, segundo mejor contendiente para este puesto, me pierde con la energía de su tema musical y su bella escena final de patinaje sobre autopistas. Pero aun así, no se pueden comparar con la extraña y surreal experiencia que supone el ver el inconfundible opening de Persona 3, lleno de colores, siluetas extrañas, imágenes que no se captan de primeras y sobre todo, textos recogidos de los pensamientos de varios de los filósofos más importantes de la historia.

El más importante de todos siendo el que aparece al principio de todo este desfile de fotogramas... Memento Mori. Recuerda que morirás. Persona 3 es un juego sobre la muerte y nuestra forma de enfrentarnos a ella, y por ello, nos saca imágenes como una chica con una pistola al lado de los hilos rojos del destino, una chica ahogándose en el color azul, charcos de sangre gris y varios rostros siendo cortados por líneas rectas. Gracias a ello, estamos inmediatamente alienados. Pero este opening no sólo nos dice que somos mortales, sino que también nos presenta con el miedo a ella y nuestras formas de enfrentarnos a dicho peligro.

Esto último se ejemplifica sobre todo con el tema músical utilizado, que pasa de ser suave y melancólico, casi resignado, mientras vemos a siluetas de nuestros protagonistas ver el tiempo pasar... a unos gritos de rabia que acompañan la imágen del héroe principal siendo desintegrado tras pegarse un tiro en la sien y ver la amenaza que presentan los enemigos. También vemos cómo otras personas sufren tristemente las pérdidas provocadas por la muerte, o no llegan a avanzar siquiera. Esta intro está genialmente dirigida para ofrecer mensajes simbólicos del tema de este juego, y al contrario de 999, cuenta con los medios visuales para hacer dicho mensaje fácil de entender y agradable de ver para cualquier jugador, a la vez que consigue enganchar a cualquier persona en la misteriosa trama del título y en el estilo único del juego. Por ello, no puedo evitar colocarlo como el mejor exponente de las intros de videojuegos.