Escapa una gran cantidad de Pokémon sembrando el caos entre la comunidad científica

Un grupo de activistas del Equipo Plasma liberó ayer a todos los Pokémon de la colección privada de un multimillonario, que los escondía en su mansión en los bosques de Sierra Morena. La reacción no se ha hecho esperar, el conocimiento de la existencia de los Pokémon ya está empezando a mover los cimientos de la sociedad.

Los más afectados son los científicos, que están viendo cómo muchas de las cosas que creían exactas y comprobadas son mentira. La peor parte se la han llevado los biólogos.

Para empezar, ni siquiera se ponen de acuerdo con algunas criaturas. ¿Qué hacemos con Roggenrola y Geodude? ¿Y con Oddish? Botánicos, zoólogos y geólogos están manteniendo arduos debates sobre estos Pokémon. Al final casi siempre concluyen en que lo mejor es echárselo a Piedra/Papel/Tijera o repartirse tareas.
Otros no han podido encontrar soluciones tan fáciles a sus problemas, como es el caso del ornitólogo Miralpa Jarito:
“Llevo toda mi vida fascinado por las aves y pensaba que ya no tenían secretos para mí. Sabía reconocer todas sus características y distinguirlas de cualquier otro animal. Pero de repente… ¿qué diantres es eso? (señala a un Sigilyph) ¡Si ni siquiera tiene pico! ¿Se supone que eso es un ave? Aún así me lo quedaré porque es muy chuli, lo he llamado Abirkal”.

Tras hablar con él encontramos a una señora paseando con su hijo, la cual estaba visiblemente mosqueada por lo que fuimos a preguntarle su visión del asunto:
“+ Llevamos mucho tiempo tratando de inculcar a nuestro hijo una educación en la que aprenda a confiar en la ciencia y que no debe creer cosas que no estén debidamente demostradas, pero ahora no para de hacer preguntas que no sabemos responder.
- Mamá, ¿por qué Buneary pone huevos? ¿No es un mamífero?
+ ¿Lo habéis visto? ¡¿Lo habéis visto?!”

Eso sí, no todos los científicos se sienten así. Algunos están emocionados por las consecuencias que esto tendrán. Ahora tienen nuevas criaturas para investigar en campos que parecían y exprimidos. Además, muchos jóvenes y niños se acercan a científicos que hasta ahora solo tenían la compañía de sus experimentos. “Tener a tantos jovenzuelos ayudando e interesándose por nuestras investigaciones es algo fantástico, llenan de alegría los laboratorios”; “y jovenzuelas”, dice otro.

Pensamos que también sería un problema para los religiosos, pero tras hablar con un portavoz de la Iglesia sobre este tema nos dimos cuenta de que no era el caso.
“Esos científicos se lo tienen merecido. Tantos siglos burlándose de nuestras creencias y demostrando con sus experimentos que eran mentira… ¿Quién ríe ahora? Están sintiendo lo mismo que nosotros. Recuerdo cuando decían: “is impisibli rivivir inimilis di físilis, ñiñiñi…” ¡Toma un Aerodactyl!
A nosotros nos da igual, en el fondo son todo criaturitas de Dios con un propósito en el mundo. No las conocíamos pero él las creó, no hay ningún problema. Lo importante es que esos prepotentes de los científicos se han llevado un buen palmo de narices” dijo, mientras se giraba y reía de una forma malévola y pícara.

Y hablando de creencias, los Pokémon son una amenaza para las tradicionales tanto por chocar con ellas como por dar alternativas a la gente. Tenemos, por ejemplo, a un grupo que lleva una hora congregado alrededor de un Solrock. Uno de ellos, un tal Adrián, ha aceptado hablar con nosotros:
“Estaba pasando una época muy mala. Me sentía sin rumbo, tenía ganas de tirarme a las vías del tren. Pero ahora puedo pasarme día y noche alabando a este Solrock sin tener que preocuparme por nada más. Mi vida tiene sentido ahora”. Tras esto se unió a su grupo y empezó a quitarse los pantalones mientras canturreaba algo extraño, así que me alejé por si acaso.

Por último, tengamos en cuenta las consecuencias en la sociedad. Cientos de personas están abandonando sus trabajos para dedicarse a cumplir sus sueños de ser entrenadores Pokémon, lo que creemos que será un palo para la economía puesto que muchos acabarán siendo ninis por no tener ningún talento y creer que su ilusión basta para ganarse la vida con ello (vamos, como los youtubers).

También hay que tener en cuenta a los Pokémon que ya convivían con nosotros. En la misma redacción tenemos a algunos, este es el testimonio del Eelektross que nos da electricidad gratuita:
“Antes los Pokémon vivíamos ocultos y asustados. Sin embargo, ahora la gente sabe que existimos, así que no hay ningún problema porque nos mostremos. Por ejemplo el Luxray que se viene a mis fiestas de Pokémon eléctricos se acaba de unir a un sindicato de Pokémon para defender nuestros intereses. Es que no hay derecho, el que nos hace los gifs es un Murkrow polvoriento y borracho.
Otros están menos involucrados pero al menos pueden mostrarse con tranquilidad. Por ejemplo, mañana James va a presentar a su Chinchou-Waifu a sus padres”.
Por otro lado, el Gallade que se pasea mucho por las calles de Vrutal últimamente tiene otra opinión:
“Yo nunca me escondí. No tengo la culpa de que la gente se creyera que estaba haciendo cosplay y roleplay. Los humanos son completamente estúpidos. Y ahora si me disculpáis, me voy con mi esposa Paula”.

Bueno, he tratado de comentarles las consecuencias más inmediatas de esto pero no cabe duda de que habrá que estar atentos a todos los cambios que ocurrirán durante los próximos meses. Yo iré desempolvando mi vieja gorra de Entrenador Pokémon… por lo que pueda surgir.