Aroma a madera vieja...
Tyranny es lo último de Obsidian, una compañía a la que le tengo especial afecto. Tal vez porque todos sus juegos son de Rol, género que me encanta. Tal vez porque lo hacen genial. Su más joven, y malvada, creación parece no serlo tanto, pues rescata ese rol de grandes textos, diversas opciones y vista isómetrica que tan poco se ve últimamente.
Tyranny trata sobre el resultado de que los buenos pierdan y los malos conquisten el mundo. Tú, como "forjadestinos" eres juez, verdugo y voz del señor maligno y tu deber es terminar la conquista en el último ápice de esperanza que queda.
La historia te coloca entre dos ejércitos del señor maligno, que se odian entre sí y no consiguen trabajar juntos para terminar la conquista. Los Agraviados, disciplinados y educados, son tropas de élite que siempre ganan a pesar de su inferioridad numérica. El Cántico Escarlata, por otro lado, son sanguinarios bárbaros que disfrutan del noble arte de empalar. Tu papel es hacer que se coordinen y trabajen juntos, o no. ¿Pero quién eres tú?
Cómo no podía ser de otro modo, antes de comenzar debes crear tu personaje. El creador va de menos a más, y lo que parece escaso de opciones a primera vista, avanza inexorable dando cada vez más opciones.
Las opciones visuales no son innumerables. Una paleta de caras, otra de peinados, tres tipos de cuerpos y unos cuantos colores a elegir. No puedes editar ninguna así que toca decidirte por una. Está completito para crear lo que sea, pero sin alardear. Luego pasamos a las opciones de habilidades y atributos, donde sí que hay trabajo que hacer. A pesar de limitarte el equipo, el reparto en atributos y habilidades no depende de clases, así que puedes personalizar como más gustes tu propio personaje. Desde el típico guerrero a un pícaro-sanador, pasando por un hechicero con mandoble. Todo vale, aunque luego todo no sea lo mejor, mayormente en dificultades más altas.
Tras todas las opciones pasamos a la Conquista, donde decidimos qué hizo nuestro protagonista junto a los dos ejércitos los años de conquista anteriores al inicio. Tyranny hace una declaración de intenciones, dándote a elegir entre dos opciones en cada caso, ninguna buena. ¿Esclavitud o muerte? ¿Tortura o coacción? Eres el malo de esta película, pero puedes intentar que no salpique.
De decisiones va esto. Durante todo el juego vas a darle vueltas a distintos problemas y a como solucionarlos. De aquí sale uno de sus puntos fuertes. Irás arrastrando tus decisiones durante toda la aventura, cambiando el destino del mundo con ellas. Ten cuidado con las tropas del señor oscuro, son todos muy rencorosos. Matas un par de soldados por aquí, saqueas un poco por allá y te ganas enemigos de por vida. ¡Así no se puede ser malvado!
Tras una hora de creación, entras al juego para verlo por primera vez. Sus gráficos no son muy resultones para la época de los 4k, los milochenta y la pcmasterrace, pero lo compensa con un arte y atmósfera especialmente cuidados que encajan a la perfección con la historia que te están contando. La vista isométrica y lejana ayuda a disimular los pequeños errores y a apreciar el paisaje, como un buen cuadro.
No tardas en enzarzarte en la primera refriega, un combate en tiempo real pero con pausa para tomar tus decisiones. Al principio todo suena a chino, un montón de términos y números que no acabas de entender. Pero el juego se encarga de explicártelo todo poco a poco, para que no te pierdas. Tus habilidades tienen tiempo de enfriamiento como en otros RPG y además, los personajes tienen que esperar un tiempo entre acciones. Esto hace que las batallas sean bastantes relajadas en las dificultades más bajas, en las que pierdes muchos segundos esperando a que se realicen los ataques, mientras que en las dificultades más altas te permite reparar errores antes de que ocurran.
Todo esto queda amenizado por una banda sonora genial, que encaja a la perfección todo el rato, aunque hay ocasiones que pasa desapercibida por ello. El doblaje, en inglés, escasea. Se limita a unos pocos personajes principales y ni siquiera a todas sus frases. Hay que decir que las que sí están dobladas están muy bien, y con la cantidad de texto que tiene, se entiende la ausencia de voz.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Como todo tiene sus fallos, y no hablo de bugs, que también. A veces el combate puede resultar tedioso, muchos enemigos que no son una amenaza pero que tardan en caer por los tiempos de espera. Por otro lado, la reactividad que le caracteriza te condena a tomar decisiones que no quieres tomar por un comentario desafortunado.
Conclusión
Tyranny cuenta una historia muy interesante, llena de personajes carismáticos y de dilemas morales, una historia que escribes tú de tu puño y letra. Es un juego bastante sólido, que destaca por la importancia de tus decisiones, que cambian mucho más que el final del juego. Tal vez el sistema de combate podría estar más pulido, ofrece pocas opciones una vez están las fichas en el tablero. El arte y el sonido son geniales, ayudando a la inmersión en una guerra sádica y traicionera. Sin duda, de lo mejorcito del género de este año.
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