Historias de guerra: La Nueve PS4 XBO

Muy buenas tenga quién esté leyendo esto. Tras la buena acogida que recibió el artículo piloto he decidido continuar la serie, intentando hacerla algo mensual donde pueda dar a conocer anécdotas e historias que es poco probable que se cuenten en el medio, sea por los motivos que sea. He intentado ceñirme a los comentarios y críticas recibidas en el artículo piloto, y para seguir mejorando me gustaría que la gente se animase a comentar. Además invito a todos a dejar posibles sugerencias en los comentarios, para posibles futuras entregas. Muchas gracias por todo, y ahora pasemos al tema que nos ocupa.

Call of Duty WWII ha dado a la saga un breve respiro que desesperadamente necesitaba para reorganizarse y decidir cómo encarar su futuro. El título dió a sus seguidores lo que pedían, ubicándose en la segunda guerra mundial y apartándose del futurismo que empezaba a ser cansino. No obstante algunos detalles levantaron asperezas entre algunas gentes, y vengo a comentar uno de ellos.

La situación es la siguiente. Quinta misión de la campaña, nombre: "Liberación". El pelotón protagonista se infiltra en la París ocupada para ayudar a la resistencia local a debilitar a los alemanes antes de que los aliados ataquen la ciudad. La misión ofrece un poco de todo, secuencias de sigilo, tiroteos en los que hay que darlo todo, momentos de acción trepidantes... Y todo acaba con los germanos rindiéndose mientras se alza la bandera tricolor francesa entre vítores y todo son abrazos y fuegos artificiales.
Sin embargo, la historia real es muy distinta a esto.

1 de Abril de 1939, la Segunda República Española capitula frente al alzamiento liderado por Francisco Franco. Miles de civiles y combatientes del bando republicano se apresuran a salir del país por el medio que sea. Muchos huyen a México, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Soviética; pero la mayoría cruzan la frontera terrestre hacia Francia. El país galo recibe con estupor la avalancha de refugiados, los cuales son hacinados en campos de prisioneros al sur del país, frente a las costas de mar Mediterráneo. Mientras la precaria paz europea del momento se marchita a marchas forzadas los combatientes exiliados se ofrecen voluntarios para alistarse en el ejército francés, desfilando frente a los responsables de los campos que habitan. Sólo son aceptados por la legión extranjera francesa, la cual pasa a emplear a veteranos de casi tres años de conflicto.

10 de mayo de 1940, el tercer Reich alemán invade Francia. En apenas mes y medio el que supuestamente es uno de los países más poderosos de Europa se rinde ante Alemania y sus aliados, mientras su gran aliado, Reino Unido, huye con el rabo entre las piernas. Esto propicia una nueva huida, ya que los fugitivos españoles que los alemanes capturan son repatriados a la España de Franco o enviados a campos de trabajo germanos. De entre aquellos que no logran huir a tiempo muchos deciden unirse a la legión extranjera francesa, ahora bajo las órdenes de la Francia de Vichy, y son destinados a los territorios franceses del norte de África.

Esta situación permite a muchos unirse al movimiento de resistencia que llama a formar el general francés Charles de Gaulle. En 1942 se crea el Corps Franc D'Afrique (Cuerpo Francés de África), el cual se dedica a hacer la puñeta al Afrika Korps de Rommel. Al año siguiente se forma la novena compañía de la 2ª división blindada de la Francia libre, que pasa a llamarse la división Leclerc. Esta compañía esta compuesta casi íntegramente de españoles, aunque había más de estos desperdigados por el resto de la división.

Nacida en 1943 en el Chad Francés, la división Leclerc se trasladó a la ciudad de Rabat en Marruecos para ser equipada con material y vehículos estadounidenses, recibiendo aproximadamente unos 160 tanques M4 Sherman y más de 200 semiorugas M3. Y como no podía ser de otra manera los vehículos de la compañía fueron bautizados con nombres hispanos, recibiendo los tanques y los semiorugas nombres de ciudades españolas, batallas de la guerra... Entre estos nombres se encontraban tales como Madrid, Teruel, Guadalajara, Guernica, Belchite, Don Quijote o Ebro.

La compañía estaba formada por toda clase de gente, generalmente del espectro político de la izquierda, cada uno con sus propias razones y convicciones para combatir; ya que era común la creencia de que luchando contra las tropas del eje luchaban también contra Franco, el cual había recibido su asistencia durante la guerra civil. Eran reconocibles por la bandera tricolor de la difunta república española que llevaban en sus vehículos y en sus uniformes franceses, de allá cuando aún recibían órdenes de la Francia de Vichy.
La división participo en combates a lo largo del norte de África, enfrentándose a las tropas del eje ahora a las órdenes de los aliados, hasta que fue trasladada al reino Unido para participar en la guerra en el continente europeo.

Tras abrir un segundo frente en Italia para aliviar la presión sobre el ejército rojo a petición de Stalin, los aliados occidentales abrieron un nuevo frente en el norte de la Francia ocupada con la operación Overlord, desembarcando en Normandía. La participación de la nueve fue denegada y no pudieron poner un pie en la Europa continental hasta el 31 de julio, cuando finalmente desembarcaron en la cabeza de playa Utah. Una vez en suelo galo, la nueve se incorporó al tercer ejército estadounidense del general Patton, donde tuvo un comprtamiento destacado debido a la veteranía de sus combatientes, los cuales tenían ya años de veteranía en combate.

No obstante su gran momento aún estaba por llegar, y conforme los aliados se acercaban a la capital francesa las tensiones entre unos y otros empezaron a hacerse notar.
Todos querían hacerse con el honor de entrar los primeros en París, así que cuando De Gaulle tuvo noticia de que los estadounidenses estaban peligrosamente cerca de conseguirlo, de inmediato contacto a Leclerc, ordenándole que entrase el primero en la capital, costase lo que costase. Con esta orden Leclerc envió a la nueve a toda marcha hacia la capital, los tanques y los semiorugas prácticamente volando raso en una carrera para adelantarse a los estadounidenses. La maniobra tuvo éxito, y los españoles entraron los primeros en la capital gala, la cual se había sublevado hacía cuatro días con la noticia de la proximidad de las tropas aliadas y la retirada del eje. Tras varios enfrentamientos con las pocas tropas alemanas que quedaban en la ciudad, París fue liberada. Tamaña hazaña le valió a la nueve un puesto de honor en el desfile que se celebró tras la liberación, marchando en cabeza de la comitiva y siendo los responsables de la seguridad de los más altos mandos aliados.

Tras esto la nueve continuó luchando en Europa, persiguiendo a un eje que se batía en retirada, participando en la toma de la ciudad de Estrasburgo en Alsacia y en la captura del Nido del Águila, refugio personal de Adolf Hitler en los alpes bávaros.

Tras la guerra la división se disolvió formalmente y muchos de sus miembros decidieron formar parte de las fuerzas armadas francesas, mientras que otros decidieron volver a la vida civil. Algunos intentaron llevar la guerra a España para derrocar a Franco, teniendo pensado utilizar a la nueve como el centro neurálgico de un nuevo ejército republicano, pero este plan no paso de Valle de Aran debido a la escased de medios y de apoyo externo y a las tropas aportadas por Franco en el área.

Todo esto puede sonar más o menos interesante, pero... ¿cómo se refleja en los videojuegos? Pues la respuesta es que simplemente no se refleja. En la anteriormente mencionada misión no hay ni una sola mención a esto, y todo acaba con banderas francesas, tropas estadounidenses en París intentando ligar con las parisinas, abrazos y vítores y fuegos artificiales y la madre del cordero.

No obstante esto es algo que ocurrió ya hace tiempo, cuando al liberar la capital, De Gaulle afirmó que ésta había sido liberada por tropas francesas y no españolas. En los artículos que la prensa publicó se cambiaron tanto los nombres de los soldados como los de los tanques y demás vehículos, para darle veracidad a la retórica del general.
En esta misión en particular la historia se repite de nuevo, cambiando a los españoles no por franceses, sino directamente por tropas estadounidenses, para que encaje con la narrativa del héroe estadounidense que se intenta vender una y otra vez.

Esto es algo que se ha hecho mil y una veces, olvidando la participación en batallas cruciales de gente que provenía de todas partes del mundo, y que otros después privaron de su mérito. Es más, esto se dió en uno y otro bando, independientemente de nacionalidad o creencias.
Pero eso es otra historia.