El desarrollador de videojuegos indie Robert Yang nos habla sobre su próximo proyecto: The Tearoom, un videojuego erótico en primera persona ambientado en los baños de la Manhattan de los años 60.
La mecánica es simple: otear el miembro de otros hombres mientras aliviamos el estrés diario orinando. El jugador podrá mirar de forma disimulada o explícita, mandar señales e incluso recurrir al onanismo.
Son diversos los motivos que han llevado a Yang a desarrollar la acción de este curioso título en un baño, pero el más llamativo de todos quizá sea el ennoblecer estos espacios, que considera desprestigiados e ignorados por parte de los videojuegos AAA.
"En Fallout 4, un baño es sinónimo de un kit de salud. En Deus Ex significa el acceso a un conducto de ventilación y quizá conseguir una contraseña porque alguien se ha dejo el móvil en el retrete (como si eso pasase)".
En este intento por ennoblecer los baños, Yang ha querido modelar al detalle lo que él define como "los Cadillac de urinarios de pie de mediados de siglo".
Cabe destacar que el desarrollador ya cuenta con que Twitch censure su obra, y es que Robert Yang sufrió un encontronazo con la plataforma de entretenimiento debido a su anterior desarrollo: Cobra Club, un videojuego de temática sexual cuya jugabilidad gira en torno al intercambio de fotografías subidas de tono.
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