Dark Souls. Es lo primero que a la mayoría se nos viene a la cabeza al oír “juego difícil”, y más aún con la llegada de una nueva entrega, que trae una vez más una avalancha de gente hablando de la saga. Podemos ver infinidad opiniones, artículos, así como vídeos que tienen algo en común: se habla de la dificultad del juego, casi siempre como punto a favor.
Esto me ha llevado a pensar en los juegos de la actualidad, y en los que jugábamos antes, y creo que estaréis conmigo en que, en general, la dificultad ha ido disminuyendo notablemente, lo que me genera dos preguntas: ¿por qué los juegos son cada vez más fáciles? ¿Un juego es mejor por ser difícil?
Retrocedamos veinte años. ¿Quién jugaba a videojuegos por aquel entonces? Comparado con ahora, muy poca gente. Recuerdo la cantidad de juegos que tuve la suerte de jugar en mi Playstation 1, el aspecto que tenían,y lo poco que necesitaba para pasármelo bien. Hoy vemos cientos de juegos visualmente impecables, en los que podemos apreciar hasta los poros de la piel mejor que en la nuestra propia. Este cambio ha traído, irremediablemente, otras consecuencias más allá del que los juegos se vean mejor.
El mundo del videojuego se parece cada vez más a Hollywood, pero un videojuego tiene una capacidad de inmersión en la historia que no tiene el cine, por el simple hecho de interactuar. Podemos formar parte de las más espectaculares escenas, sin nada que envidiar visualmente a la gran pantalla. Esta capacidad no la tenían los videojuegos de hace veinte años. ¿Qué tenían de espectacular aquellos personajes en los que no podías ni distinguir los rasgos faciales? O más aún, puedes echar la vista aún más atrás, cuando solo había píxeles blancos sobre un fondo negro.
Es una de las dos grandes razones de ese decremento de dificultad: se necesitaba un juego divertido y que supusiese un reto para mantener al jugador delante de la pantalla. Ahora nos dicen “Pulsa A”, y automáticamente pasa algo alucinante que, de igual manera, nos mantiene enganchados. Tenemos escenarios y personajes con una capacidad de transmitir sensaciones que los con gráficos de años atrás era muy difícil conseguir.
El apartado visual también ha ayudado a la segunda gran razón, la expansión. Los videojuegos han aumentado exponencialmente su público. Puedes mirar a tu izquierda y ver a tu primo pequeño jugando a Call of Duty, girar la cabeza en dirección contraria y tener a tu madre jugando al Candy Crush. Esto ha provocado que las grandes empresas hagan juegos que todo el mundo pueda jugar, dándonos la comida cada vez más masticada, fácil de tragar. Y lo entiendo perfectamente, es un negocio, y la gente que prefiere la comida masticada es mucha más que a la que esta le sabe a poco.
Pero no saquemos conclusiones precipitadas. Un juego no es mejor por ser más difícil. La RAE define juego como “Acción y efecto de jugar por entretenimiento”. Pues bien, un juego que resulte demasiado difícil, va a dejar de entretenerte mucho antes que un juego muy fácil, pero muy espectacular.
En mi opinión, lo mejor es algo equilibrado. Un juego fácil puede ser genial si viene acompañado de una buena narrativa, y un juego que llegue a desesperar puede que no lo vuelvas a tocar en la vida. Esto ya no es más que opinión, es todo lo que se puede dar ala pregunta de qué es mejor, juegos fáciles o difíciles.
Como se suele decir: para gustos, los colores. Por suerte disponemos de un amplísimo catálogo donde elegir. Te lo puedes pasar genial con un Assassins' Creed en el que vas a pulsar un botón y te iluminará cualquier cosas que tengas que hacer, o si lo prefieres puedes morir mil y una veces en Dark Souls y pasártelo aún mejor. O puede que tú solo juegues en tu smartphone, en donde también vas a encontrar buenos juegos sean cuales sean tus gustos. Puedes darle de comer a tu Pou o picarte porque no consigues superar tu puntuación en Impossiball.
Lo mejor, sin duda, es la variedad de la que disponemos, tanto variedad de títulos como de plataformas. Sé que me dejo cosas en el tintero, como son los juegos multijugador online, en los que generalmente que generalmente vas a poder jugar con gente de tú nivel(o no), pero incluyéndolos me extendería demasiado...
Acabo diciendo que un juego no es mejor por ser difícil, ni todo lo contrario, pero en un mercado en el que abundan los juegos que te donde comer sin ni siquiera hacer el avioncito para convencerte, el ser difícil es una característica diferencial que muchos jugadores están deseando ver más a menudo.
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