Retro Review: Demon's Crest otros

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MuQuiero empezar un pequeño proyecto amateur en Vrutal, y este es el primer intento de llevarlo a cabo. Si tiene éxito y me lo publican, es probable que en el futuro intente hacer más "noticias" como esta. Ante todo, la idea:

Para mí los videojuegos, además de un entretenimiento, son un arte. Y por todos es sabido que hay obras de arte que no reciben el reconocimiento que se merecen en su época, ya sea por adelantarse a la misma o por pasar desapercibidas a causa de otras circunstancias. Son muchos los videojuegos que consideramos "sobrevalorados"; aquellos que, en nuestra opinión, tienen un reconocimiento que no se merecen (normalmente porque los "expertos" reciben algún que otro soborno por parte de las compañías, y muchas otras, para qué engañarnos, solo por el hecho de que no se adaptan a nuestros gustos personales).

Todos hemos utilizado alguna vez la palabra"sobrevalorado" para meternos con ese juego al que tenemos tirria por gustar a todo el mundo menos a nosotros. Es divertido y desahoga muchísimo. Pero, ¿qué pasa con el otro extremo? ¿Qué hay de los juegos que nadie conoce y que se pudren en el olvido pese a haberse creado para ser pequeñas joyas de una hermosa corona llamada "nostalgia"? En otras palabras, ¿qué pasa con los juegos infravalorados?

Aunque no soy el primero que habla de esto ni mucho menos, quiero dar una pequeña sección a todos esos juegos que pasaron sin pena ni gloria, y que, de haber tenido quizá más eco y publicidad, tenían potencial suficiente como para convertirse en grandes clásicos. Así pues, os presento la primera (y espero que no única) presentación de joyas ocultas que he ido descubriendo con el paso de los años.

Hoy hablaremos de una pequeña maravilla oscura de la Super Nintendo: Demon's Crest.

Antes de analizar el juego, un poco de historia: Demon's Crest es un juego de 1994 (año de mi nacimiento, he de añadir (-voz lejana: ¡A nadie le importa, merluzo!)) creado por la en aquel entonces amada Capcom para la plataforma Super Nintendo Entertainment System, o Snes. Diseñado por el gran Tokuro Fujiwara, creador también de la serie original de Mega Man y de Tombi, es la continuación de una saga de juegos de Game Boy llamada "Gargoyle's Quest", a la cual aún tengo pendiente echar un vistazo. Como curiosidad, es de los pocos juegos de Snes que durante su primera semana de ventas tuvo ingresos negativos, ya que mucha gente devolvía el cartucho al poco tiempo de comprarlo. Hay teorías que dicen que esto era por ser un juego que daba mucho miedo a los niños de aquella época (lo cual me cuesta de creer cuando tres años antes tuvieron el maravilloso y tétrico Super Castlevania IV, pero en fin).

El protagonista tanto de este juego como de sus dos precuelas, Gargoyle's Quest y Gargoyle's Quest 2, es el antiheróico demonio Firebrand, el cual muchos recordábamos como "el cretino aquél del Ghost n' Goblins que me mató tantísimas veces". Si; parece ser que tuvo tanto carisma que le dedicaron toda una saga de videojuegos a este molesto, aunque también increíble enemigo.

La historia es simple pero efectiva: en el mundo de los demonios existen seis piedras mágicas; la del fuego, la de la tierra, la del aire, la del agua, la del tiempo y la del cielo. Cuando estas piedras se reúnen aparece una séptima piedra: la del infinito, que ofrece a quien la posea un poder gigantesco. Por culpa de la existencia de dichas piedras, los demonios se enfrentaron en una brutal guerra civil para hacerse con todas ellas, siendo nuestro amigo Firebrand quien lo consiguió (esto probablemente debió de ocurrir en Gargoyle's Quest, pero no puedo confirmarlo todavía). Sin embargo, aprovechando el cansancio que Firebrand sufría a raíz de tantas batallas, otro demonio, llamado Phalanx, aprovechó para atacarle por la espalda, haciéndole perder las piedras. Y ahí es donde comienza Demon's Crest.

Como podéis comprobar el argumento es muy de los plataformas de la época de 16 bits; no muy desarrollado, pero aun así lo suficientemente trabajado como para que sepamos cuales son nuestros objetivos y nuestro trasfondo.

El juego empieza fuerte, con Firebrand atrapado en un oscuro coliseo donde de repente se le aparece un enorme dragón podrido que empieza a atacar al demonio con sus llamaradas, quien deberá derrotarlo para escapar del lugar. Tras lograrlo, el dragón, aún insatisfecho, asomará la cabeza por el agujero que Firebrand hizo para huir y seguirá atacándolo hasta que sea decapitado. Suena bien, ¿verdad? Pues esto no es más que el tutorial.

Una vez nos hayamos ganado nuestra libertad, tendremos que avanzar por el primero de los seis niveles del juego; una especie de bosque lleno de estatuas y espectros donde a la mitad del mismo nos esperará otro enemigo; una gárgola (aunque según el juego es un hipogrifo) que tras abandonar su estado petrificado nos embiste y nos lanza plumas afiladas.

Tras derrotarla, habremos de escalar un gran precipicio lleno de plantas carnívoras y extrañas arañas en cuya cima se nos aparecerá uno de nuestros rivales en esta epopeya: un demonio llamado Arma, el cual habremos de derrotar para terminar el primer nivel y obtener la piedra mágica de la tierra.

Llegado este punto, descubriremos que el juego nos ofrece de hecho más libertad de lo que en un principio parecía. La selección de niveles se hace mediante un mapa que Firebrand puede sobrevolar con total libertad, muy al estilo de las aeronaves de la saga Final Fantasy, y lo único que deberemos hacer será buscar el nivel al que queramos acceder y aterrizar en él para comenzarlo. Es un mapa pequeño y limitado, la verdad sea dicha, pero aun así lograron encontrar hueco para meterle algún que otro secreto.

Los niveles son muy variados y tienen varios caminos, cada uno con sus respectivos jefes y secretos, lo que nos obligará a menudo a visitar el mismo nivel varias veces por distintos caminos para completar el juego en su totalidad. Es posible de hecho enfrentarnos al jefe final si hemos superado una vez los cuatro primeros niveles... pero ello significa perdernos gran parte de lo que el juego tiene que ofrecernos, haciéndose exageradamente corto, además de que de esta forma solamente veríamos el primero (y posiblemente el peor) de sus tres posibles finales.

Bueno, ahora que ya he presentado el mundo de Demon's Crest quiero hablar del que probablemente sea el elemento más atractivo del juego, es decir, Firebrand. Nuestro demoníaco protagonista fue un nido de frustración y dolor en la saga Ghost n' Goblins, pero aquí lo único que puedo decir de él es que es un auténtico placer controlar a este bicho; Firebrand hace todo lo que un demonio que se precie debería hacer, y más. Es capaz de volar para mantenerse en el aire, escupir fuego, agarrarse a las paredes, pegar cabezazos para destruir elementos del decorado... Y eso sin contar con que puede utilizar diversas pociones mágicas para recuperar vitalidad o incluso hechizos que tienen diversos efectos en los enemigos y en el escenario.

Pero sin lugar a dudas lo que más me gusta de Firebrand es que gracias a las piedras mágicas se puede alterar su aspecto, y con él, sus habilidades. A mí siempre me han gustado mucho los juegos como Mega Man donde puedes personalizar las habilidades de tu personaje, obteniéndolas tras derrotar a tus enemigos. Pues bien, Demon's Crest es uno de esos juegos.

Firebrand posee por defecto desde el principio la piedra del fuego, la cual le permite volar y escupir llamas. Más adelante, sin embargo, obtendremos habilidades extra que nos permitirán escupir tornados, rayos que parten bloques de piedra... Y luego están las otras cinco piedras, que nos harán transformarnos en demonios diferentes, cada uno con sus propias habilidades únicas. De esta forma, la piedra de la tierra nos convertirá en un demonio marrón sin alas muy musculoso que obtendrá la habilidad de embestir a gran velocidad algunos elementos del escenario para destruirlos; la piedra del aire nos transformará en un demonio con apariencia de murciélago de grandes alas que nos permitirán volar por todo el escenario en vez de quedar suspendidos en el aire; la piedra del agua nos transformará en un demonio acuático con aspecto de tritón con la que podremos nadar y bucear con facilidad sin sufrir ningún daño; y la piedra del tiempo nos permitirá ser un demonio de largos cuernos y con una piel tan dura como la piedra, lo que nos permite aguantar el doble de golpes antes de morir. En cuanto a la piedra del cielo, que como se muestra en los créditos otorga la misma apariencia a Firebrand que la del tiempo pero volviéndolo de color púrpura, no se llega a utilizar en ningún momento en el juego, siendo por desgracia un cabo suelto bastante importante.

Las piedra mágicas funcionan básicamente como las evoluciones del pokémon Eevee, pero aún mejor. Cada una otorga sus propias habilidades y ofrece una jugabilidad más variada y divertida. Si le tuviese que buscar un defecto a este sistema de transformaciones es que resulta muy tedioso el cambiar cada forma; cada vez que queramos hacerlo tendremos que pulsar start y seleccionar la habilidad a elegir en el menú. Me gustaría que se pudiese cambiar de inmediato con solo pulsar “L” o “R” como hacían otros juegos de su época.

Los gráficos son una delicia visual. Sin llegar a ser tampoco lo mejor de lo mejor de la Snes resultan lo suficientemente detallados y siniestros como para hacerte sentir que estás en un hermoso mundo gótico al más puro estilo Castlevania. No sé por qué, pero desde siempre estos gráficos de 16 bits hechos pixel a pixel me han atraído mucho, como si tuviesen un encanto especial que no tienen los gráficos realistas o tridimensionales. Quizá es porque mi cerebro los interpreta como si fuesen un cuadro virtual, donde cada pixel es una pincelada (se nota que soy de artes, ¿verdad?).

Mención aparte merecen los enemigos; son muy variados y cada cual tiene un diseño más macabro que el anterior. En este juego nos encontraremos con caballeros zombis a los que les falta la mitad inferior de su cuerpo y vuelan con las tripas colgando, fantasmas que se comen el fuego de las antorchas para dejarte a oscuras, pequeños esqueletos de dragones pensados para hacerte la vida imposible cuando tengas que volar… Y tres cuartos de lo mismo para los jefes, que van desde una libélula con garras de mantis y rostro humano hasta un caracol acuático gigante que controla las corrientes marinas, pasando por un enorme lobo albino con aliento de hielo, un extraño insecto que te ataca lanzándote su propia cabeza o una masa de tierra con dientes que provoca temblores, por mencionar solo algunos ejemplos.

La banda sonora es preciosa, aunque también puede pecar de repetitiva para algunas personas. Supongo que esto se debe a que muchas de las canciones (por no decir casi todas) están sintetizadas en órgano. Lo que en un principio funciona muy bien para introducirnos en la atmósfera hostil y siniestra de un mundo habitado por demonios puede llegar a cansar muy rápidamente.

Sin embargo, aun así resulta verdaderamente memorable y consigue crear una sensación de terror constante, un poco al estilo de Ghost n’ Goblins, juego en el que nació Firebrand. Escuchad por ejemplo esta pieza y decidme si esto es o no calidad:

No es un juego especialmente difícil; al menos no tanto como Ghost n’ Goblins (aunque claro, eso ya son palabras mayores). La curva de dificultad es bastante buena, pero se centra muchos en los jefes. Gracias a la habilidad de Firebrand de volar de forma ininterrumpida, habrá algunas zonas que podremos literalmente sobrevolar ignorando los obstáculos.

Las luchas contra los jefes, en cambio, son harina de otro costal. Los primeros son bastante sencillitos, pero conforme vayamos avanzando más nos vale que también lo hayan hecho nuestras habilidades y nuestro control sobre Firebrand. Dos de los posibles jefes finales de hecho son especialmente duros, y pueden llegar a sacar de sus casillas incluso a los más experimentados. Mi consejo es que cuando vayas a encararlos te asegures de llevar tantas pociones para curarte como puedas.

Y esto no sabía por dónde meterlo, pero lo siento, no puedo terminar mi análisis sin mencionarlo; me da mucha rabia que en pleno 1994 un juego de la magnitud de Demon’s Crest no posea ranuras para guardar partida. En lugar de eso tenemos uno de esos estúpidos sistemas de contraseñas larguísimas que se empleaban tanto en la época de las Nes. ¿En serio? ¿A estas alturas de la película a Capcom se le ocurre que seguimos necesitando lápiz, papel y como 6 minutos para volver al punto en el que nos quedamos la última vez que jugamos?

No me malinterpretéis, no es algo que te vaya a arruinar la experiencia de juego ni nada parecido, simplemente es una molestia que a un humilde servidor le dejó bastante extrañado en su momento. Pero que ahí está…

En conclusión, Demon’s Crest es un juego que, aunque con sus fallos leves, derrocha calidad en prácticamente todos sus aspectos. Es una maravilla visual, con un diseño oscuro y sorprendente, una banda sonora que, si bien no muy variada, es agradable y espeluznante al mismo tiempo, un protagonista genial y una variedad y rejugabilidad bastante considerables.

En mi opinión es un juego con mucho potencial, y que podría haber llegado a convertirse en un gran recuerdo de bastantes jugadores veteranos si hubiese tenido más suerte y si Capcom no hubiese condenado a la saga al ostracismo. Si fuisteis de los que vivieron aquella época, aunque fuese tarde, os lo recomiendo; estoy seguro de que al menos unas cuantas horas agradables vais a pasar.

Y hasta aquí mi análisis de Demon’s Crest, una de muchas pequeñas joyas ocultas de la época de los 16 bits. Espero que os haya gustado, que no se os haya hecho una lectura muy pesada (ya que tengo la manía de repetirme un poco a veces) y que, aunque no os haya dado ganas de probarlo vosotros mismos, al menos os haya despertado un poco la curiosidad y os haya ayudado a aumentar un poquito más vuestra cultura en el campo de los videojuegos.

Espero ansioso vuestros comentarios. Si veo que os mola esta idea, escribiré sobre más juegos infravalorados/desconocidos, que de hecho tengo ya un par de ideas pensadas.

¡Un saludo, vrutaleros!

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16 comentarios

27 de marzo de 2016 - 14:57
#8 MIKEMOD
Una Retro Review de "Metal Warriors" o de "Top Gear" sería una idea genial, me gustó esta también.

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27 de marzo de 2016 - 23:52
#18 BASTIENYAIBA
#17 @joseleole En cuanto a rendimiento cualquier patata lo tira, así que dan realmente igual.
Tú busca en Youtube emulador de Snes y fácilmente te encuentras el emulador junto a un pack de 400 roms (Juegos)

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27 de marzo de 2016 - 19:41
#12 FENMIKE
Este juego tiene un lugar especial en mi corazón me encanta. Además aquí estaba uno de los jefes más complicados de los videojuegos, este tipo....


Que tenia una trasformación más temible aún...

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27 de marzo de 2016 - 14:15
#3 KUSANAHYKYO
Que pedazo de juego!, yo lo jugué cuando tenía mi primer snes cuando no era mas que un niñato. Grande tu idea me gusta y mucho!. Y tu idea de juegasos olvidados tiene mucho repertorio!, Terranigma, Illusion of time, Metal Warrior, Goof Troop y podría seguir hasta mañana xD

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27 de marzo de 2016 - 14:21
#4 VALAOSTIA
#1 @sukulhemto es justo al reves, maldita castilla esta inspirado en ghost'n goblins.

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27 de marzo de 2016 - 14:25
#5 FOXY_THE_FOX
El último boss (osea, no Phalanx sino otro que no recuerdo el nombre) es para mí uno de los más difíciles de todos los tiempos.

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27 de marzo de 2016 - 14:32
#6 YAOMING010
Recuerdo que un dia estaba aburrido y me puse a ver en mi emulador de snes que juego podia jugar y habia escuchado bastante sobre Demon's Crest y lo probe,es un juegazo en toda la regla y la verdad ya me ha pasado muchas veces que pruebo juegos sin saber nada de ellos y me llevo sorpresas como me paso con Farenheit en ps2.

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27 de marzo de 2016 - 14:12
#2 SUKULHEMTO
#1 @sukulhemto me refería a la primer imagen no a las demas

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27 de marzo de 2016 - 14:56
#7 SUKULHEMTO
#4 @valaostia es demasiado obvio

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27 de marzo de 2016 - 21:19
#17 JOSELEOLE
#14 @garurumon50 hola soy nuevo por aqui! Que consejo me puedes dar respecto emuladores y mandos? No estaria mal hiciesen un pequeño aporte sobre este tema muchas gracias de antebrazo ; )

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28 de marzo de 2016 - 02:37
#19 JOSELEOLE
#18 @bastienyaiba gracias!! Tengo de snes y genesis y es que resulta que quiero comprar un mando apañao y no me decido...jejeje vi uno mu chulo "8bitdo" que es una maravilla. Echale un vistazo que me tiene enamorao xD. Era por aconsejarme y tal pero creo que no lo pienso mas. Gracias por responder, es que a veces le doy demasiadas vueltas a las cosas... jajaja

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29 de marzo de 2016 - 04:51
#20 DARKLORDE
#15 @garurumon50 En la 1 es verdad que se puede sobreentender pero no estoy de acuerdo contigo en cuanto a la piedra del cielo, que esta presente pero no jugable, te das cuenta de cuando ocupas la forma morada, la cual tiene todos los poderes de las anteriores piedras, y la piedra del cielo deberia de tener uno solo, Pero al principio dices que la septima piedra, que es la del infinito, apareceria cuando se juntasen las 6 anteriores, dandole un poder gigantesco al portador (que mas que todos los poderes en una misma gargola y ademas de cargar tus ataques), si no me crees, te invito a rejugar el juego, esta vez sacando el tercer final, y luego usar la contraseña que te den al final de los creditos, si eso no sirve como prueba, no se que mas lo sera.

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27 de marzo de 2016 - 14:10
#1 SUKULHEMTO
Es muy parecido a maldita castilla quizas se inspiraron de este juego

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27 de marzo de 2016 - 16:26
#10 BASTIENYAIBA
¿A quién le importan los sistemas de guardado teniendo save states en el emulador?

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27 de marzo de 2016 - 19:16
#11 DARKLORDE
Muchacho, buen post, pero sin embargo has errado en tu información en algunas partes...
1.- Firebrand NO posee la piedra de fuego, sino, un misero fragmento de 5, y al conseguir el resto recién te aparece la piedra en tu menú (ves esa cosa espeluznante de color verde que tiene esferas de colores?, si eso te indica cual piedra es)
2.- la piedra del cielo JAMAS ha sido ideada para que la ocuparas, de hecho la gárgola morada es la transformación de la piedra del infinito, que suelta el jefe verdadero, solamente accesible a través de clave después de terminar el juego, que te permite acceder al jefe opcional que considero al mas HIJO DE PUTA de la vida, créeme muchacho, Phalanx es una pequeña mosca contra ese titan.

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27 de marzo de 2016 - 15:59
#9 PARTY_ON
lol menudo tochaco para ser una review... estaba por la mitad y ya me canse un poco de leer, baje a ver cuando me quedaba y al verlo pase de leer mas, en serio, demasiados detalles, estaria mejor que simplificaras para la proxima el contenido

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