Hoy tenemos una de esas noticias en las que se hace justicia y dan gusto leer, y esta no es para menos. Os pondré un poco en situación para que sepáis los antecedentes de esta persona:
Allá por el 2014, el senador californiano Leland Yee, decidió emprender una cruzada contra los videojuegos violentos. Para ello intentó aprobar una ley para prohibir los videojuegos violentos, igualándolos a la venta de pornografía para adultos. Afortunadamente, esta ley fue denegada por el tribunal supremo.
Más adelante hizo unas declaraciones contra la comunidad de jugadores bastantes provocativas. Entre las perlas que dijo se encuentran las siguientes: "Los jugadores se tienen que callar. Los jugadores no tienen credibilidad en este debate. Todo esto es porque sienten placer ante la violencia y el placer de la industria ante el dinero"
Pues bien, ese mismo año fue pillado traficando con armas con grupos rebeldes filipinos, gracias a una operación policial. Desde entonces fue retirado de su cargo, pero hasta hoy no se ha dictado sentencia.
Su castigo dictado por el juez ha sido el de 5 años de cárcel por corrupción y tráfico de armas. Yee ha hecho unas últimas declaraciones antes de cumplir su sentencia: "acepto toda responsabilidad de mis actos y crímenes. Esto me perseguirá por el resto de mi vida".
Parece ser que le esperan unos años en la sombra para recapacitar sobre sus actos, desde luego se confirma que el que más habla es el que más tiene que callar.
