Análisis: Unravel PS4 XBO PC

Para hablar de Unravel es necesario encender la máquina del tiempo hasta el E3 del año pasado. Martin Sahlin, el director creativo de Coldwood Entertainment presentaba Unravel ante el público. Con bastantes nervios y temblor en las manos nos presentó a Yarny, el protagonista del juego. Sin duda era un momento muy importante para la compañía, que hasta ahora no había alcanzado una gran repercusión con sus juegos. La declaración de intenciones no puede ser más clara:

Somos un pequeño equipo de 14 personas que trabajamos en la ciudad sueca de Umeå, situada en el norte del país. Me gustaría compartir con vosotros cómo nació Unravel, además de mis opiniones sobre los videojuegos y su creación. Creo que los juegos tienen un gran poder. Pueden llegar a mucha gente, enganchar al público de una manera imposible para otras formas de arte. Como desarrollador de videojuegos, esto me hace sentir cierta responsabilidad. No quiero crear juegos que solo sean meras distracciones, nuestro tiempo vale mucho más que eso. Quiero dar a mis jugadores experiencias con significado. Unravel™ nació con esa idea. Quería crear algo más personal, algo que tuviera alguna repercusión. El juego no tenía por qué cambiar el mundo, no aspiramos a tanto. Pero sí tenía que ser genuino, encerrar un significado más profundo. Teníamos que darle un corazón.

Unravel nace de una idea muy simple pero su mayor mérito es crear un estilo visual propio y una personalidad que muchos juegos envidiarían. La trama del juego nos coloca en una casa donde debemos recuperar los recuerdos olvidados de una familia en un álbum de fotos. Yarny, el tierno muñeco de hilo que controlamos, no articula ni una palabra durante todo el juego pero en ningún momento le hace falta. Sus animaciones y sus reacciones ante elementos como el frío nos harán esbozar inevitablemente una sonrisa. Estéticamente es simplemente una maravilla y muchas veces dudaremos si estamos ante un paisaje real o uno generado con el motor del juego. Hay que destacar el genial uso del desenfoque de ciertos planos y la iluminación.

A nivel jugable partimos de una simple premisa. Somos de lana y eso implica que a cada paso iremos soltando una pequeña cantidad de hilo. Esto nos obliga a ir buscando hilo si queremos avanzar en la aventura. Hay que decir que esta limitación en ningún caso es un impedimento y que simplemente separa los distintos puzzles con los que nos vamos encontrando. Unravel no es demasiado difícil pero es bastante probable en más de una ocasión nos desesperemos al no poder resolver un puzzle. El juego consta de 12 niveles, una cifra que puede parecer escasa para un juego que ha tenido un precio de salida de 20 euros. Sin embargo estos niveles son bastante más largos que los de otros juegos del género. Si no tenemos ningún problema con los puzzles, nos llevará unos 20 minutos completar cada nivel. Como siempre, si queremos encontrar todos los coleccionables secretos tendremos que invertir bastantes más horas.

Además de correr y saltar, Yarny puede lanzar hilos de lana para alcanzar objetos, empujarlos, colgarse de lianas, darse impulso y descender por precipicios con la habilidad del escalado más experimentado. Sin duda la gran variedad de escenarios ha sido un gran acierto. Los niveles incluyen paisajes nevados, frondosos bosques, cuevas misteriosas y fábricas donde interactuamos con objetos cotidianos como coches. Los puzzles de cada uno de estos niveles están perfectamente integrados con el escenario. Esto nos obliga a estar atentos al escenario y a darle al coco hasta que se nos enciende la bombilla y seguimos avanzando en el juego (soltar el mando y gritar Eureka queda bien, pero no es obligatorio). Es momento hablar de los puntos negativos del juego, que los tiene pero no empañan la experiencia de juego. Los niveles son poco rejugables y una vez los hemos superado no nos ofrecen demasiados alicientes que no sean buscar las piezas coleccionables. Se trata de un juego corto que no nos tendrá semanas enganchado.

Unravel forma parte de esas experiencias cortas como Journey, Machinarium o Limbo, que se ganan un lugar en nuestro corazón. Cuando empezó el desarrollo del juego Coldwood se propuso alcanzar una meta a partir de un deseo humilde. Es de justicia decir que han cumplido con creces y que Unravel es totalmente recomendable para todos los públicos. También hay que destacar una banda sonora que sabe integrarse de forma excepcional. El estilo folk de instrumentos de cuerda, violines y piano hace que los niveles desprendan esa "magia" difícil de explicar. Es como estar dentro de un cuento de niños y ser nosotros el protagonista. Unravel es un juego que puede pasar injustamente desapercibido entre grandes lanzamientos pero que haríamos bien en probar. Bravo por Electronic Arts por dar apoyo a este tipo de proyectos y por dar oportunidades como ésta a pequeños estudios.