Análisis: Impossible Creatures PC

¿Que ocurre cuando se mezcla la jugabilidad de Command & Conquer y el toquetear los genes? La respuesta, grandes y mayores, se llama Impossible Creatures; un juego tan estrambótico y original como su nombre indica.
Corre el año 1937, el mundo está al borde del abismo. El imperio del sol naciente se enfrenta a china en una guerra que asola el este del mundo; los estados unidos tratan de salir de la brutal recesión económica y en el viejo continente se masca la tragedia, estando a punto de estallar una conflicto de dimensiones que antes la gente ni se atrevía a soñar. Bueno, pues dejemos esto de lado porque poco importa en este titulo.

El meollo de la cuestión gira entorno a Rex Chance, ex-periodista estadounidense, que se aventura en busca de su padre científico desaparecido. Su única pista es Upton Julius, confidente y colega de su padre. Seguir su rastro llevará al Sr. Chance a un remoto archipiélago en el pacífico, donde será protagonista de una historia que nunca en sus años de reportero imaginó siquiera.

Desarrollado por Relic Entertainment y Nordic Games, Impossible Creatures salió a la luz el 7 de enero de 2003. Originalmente tendría de nombre Sigma: The adventures of Rex Chance, pero finalmente vio la luz bajo ese nombre y no tardó en hacerse un nombre. En rasgos generales no es nada especial, montarte una base, crear un ejercito, buscar y asegurar recursos, y aplastar a cualquier listo que quiera desmontarte el chiringuito. ¿Hasta aquí nada nuevo, no? Pues agárrense que vienen curvas.

Mientras que en la mayoría de juegos de estrategia tu contingente esta compuesto por filas de hombres y máquinas, aquí en su lugar comandarás una horda de criaturas y bicharracos varios. Los humanos no faltan, pero se ocupan de tareas tales como la recolección de recursos o la construcción de edificios. Pero sin preocuparse gente, que el juego tiene un cursillo intensivo en el primer nivel de la historia.
Y es que este es el gancho principal del juego, que tú creas tus propias unidades. Hay una serie de animales a tu disposición que van desde mamíferos terrestres hasta insectos voladores pasando por una variedad de bichejos marinos. Aquí puedes dar rienda suelta al Dr. Frankenstein que llevas dentro mezclando los ADNs de diferentes especies para crear tus monstruosas creaciones. ¿Quien no querría comandar una horda de híbridos cachalote-elefante o un escuadrón de langostas marinas voladoras? Estos ejércitos se guardan y sobrescriben según le venga en gana a uno, pudiendo probar diferentes ángulos o tácticas. Además cada animal tiene sus propias habilidades y ataques especiales, por lo que combinando sus genes de una manera u otra serán más aptos para una tarea u otra. Este plantel de animales puede ampliarse aún mas con el DLC Insect Invasion o el mod gratuito Creature Chaos. Si Mendel levantara la cabeza...

Cambiando de tema, el combate a la hora de la verdad es un poco pobre. Es cierto que ver a tu horda y la manada enemiga matándose es un espectáculo, pero el combate deja al jugador en un segundo plano totalmente. No hay comandos especiales para tus unidades, ya que las habilidades especiales del animal se activan solas. No hay formaciones ni maniobras complejas, más que ordenar la retirada si la cosa se pone fea o asegurarte que tus unidades a distancia no se vienen arriba y se acercan demasiado.

No obstante obviando este punto flaco, el resto de los aspectos no se quedan cortos en nada. Su apariencia gráfica es sorprendentemente buena, consiguiendo unas animaciones fluidas y dando a los mostrencos que rondan por el mapa una apariencia un tanto caricaturesca, aunque para nada fuera de tono con el ambiente general que forman una música de la época, los diferentes biomas de los escenarios.
El tema de la música merece una breve mención, ya que se ausenta a lo largo del juego sonando en contadas ocasiones unos ritmos de jazz de la década de los años 30. La mayoría de tiempo solo oirás los gruñidos y aullidos de tu horda, y es un tanto curioso; sobre todo cuando el compositor es nada menos que Jeremy Soule, quien compuso melodías de obras tales como Morrowind.

Para acabar con este apartado solo queda mencionar sus diferentes modos de juego. Este título, como muchos otros de su clase, posee los modos de campaña, el modo escaramuza y multijugador.
En el primer modo se sigue la historia en torno a Rex, el protagonista, aunque eso se mencionará más tarde en un poco más de profundidad.
El modo escaramuza te permite probar, crear y machacar bichejos a tu antojo; la IA teniendo un nivel respetable y siendo un digno adversario a medida que la dificultad sube.
El modo multijugador es igual que el escaramuza, pero aquí te zurrarás contra jugadores humanos. Y si todos sabemos es que si hay algo que nos gusta es darle caña al resto de la gente, eso si, asegúrate que no eres tú el que recibe la paliza.
Finalmente cabe resaltar el creador de ejércitos. En este modo utilizas la tecnología Sigma para crear tus diferentes unidades de tu ejercito, teniendo hasta 9 espacios libres para ocupar si al autor no le falla la memoria. Aquí es donde creas los contingentes que podrás usar tanto en el modo escaramuza como en el online.

Como ya se ha dicho antes, la campaña merece mención aparte. Mientras el mundo se va a tomar vientos, el corresponsal de guerra Rex Chance recibe una carta de su desaparecido padre; quien otrora fue una gran figura en el ámbito científico. La única pista que su progenitor le deja es el nombre de su confidente, Upton Julius, y el nombre de un archipiélago lejano en el pacífico. No obstante al llegar al lugar y intentar encontrar a su padre, la situación se complica mucho y extremadamente rápido; solo logrando huir gracias a la ayuda de Lucy Willing, compañera de trabajo del padre de Mr. Chance.
La campaña tiene un guión sorprendente, de buena calidad y con toques de comedia ligera, que aunque no te sacarán carcajadas si que te arrancarán una sonrisa.

En lo que respecta a los personajes todos ellos cumplen con algún tópico o tropo, algunos bastante más que otros; pero la atención se centra en la pareja protagonista, Rex Chance y Lucy Willing.

Rex Chance es un reportero de guerra estadounidense con un talento para la supervivencia innato y un ángel de la guardia que hace horas extra. A lo largo de la campaña tiene la función de buscar ADN de diversa fauna con un rifle que se agencia. Cabe destacar que sabiendo que es reportero y mirando la fecha es bastante evidente el conflicto que cubre.

Lucy Willing es una científica británica que trabajó con el Dr. Erik Chakinov, progenitor de su compañero yankee. Entre sus habilidades se encuentran hackear los edificios enemigos y el adquirir nuevas tecnologías. Una de las responsables de la tecnología Sigma que causó todo este dolor de cabeza.

Para finalizar,recapitulemos. Impossible Creatures esun RTS para el PC, en el que en lugar de vastos ejércitos de humanos controlasgigantescas hordas de mostrencos de tu creación. El juego tiene sus puntosflacos, siendo el más notable el pobre sistema de combate que usa, aunque estolo compensa con una originalidad inmensa en sus unidades y en su historia, dadasu ambientación temporal. Su principal punto fuerte es la creación de monstruosa gusto del consumidor, dando a las diferentes combinaciones diferenteshabilidades; cosa que puede ser ampliada aún más con los DLC y mods que tieneel juego, añadiendo aún más oportunidades al plantel de bicharracosdisponibles. Se trata de un juego original y entretenido, que aunque tenga unpar de fallas, no impide al jugador pasárselo como un crío, cumpliendo su cometido.Eso si, que los de P.E.T.A. no os cojan vivos...