#2 FRIKININColaborador
Pues claro. ¿Qué tiene de malo ponerse en pelotas en mitad de una zona volcánica cercana a la mansión en la que reside el malo malísimo del juego?Eso sí, mira que ya es casualidad que le entraran las ganas de quedarse en bolas justo cuando pasas tú cerca suyo... Es casi... como si... ¡LO TUVIERA PLANEADO! OH DIOS. ¡El viajero es un exhibicionista que te estaba esperando para enseñarte las partes!
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