"He estado en series -en concreto The Witcher- en las que algunos de los guionistas no eran fans o no les gustaban los libros y los juegos (incluso se burlaban activamente del material original)", dijo DeMayo. "Es una receta para el desastre y la mala moral. El fandom como prueba de fuego comprueba los egos y hace que todas las largas noches merezcan la pena. Hay que respetar la obra antes de poder añadir algo a su legado"