¿Es Ratchet y Clank un plagio de una obra española? PS4

Buenas a todos, y bienvenidos, buscadores del conocimiento y la verdad, una vez más a la Nave del Misterio, a Cuarto Mileni-

¡NO, MALDITA SEA, ESO NO, QUE NOS DEMANDAN POR PLAGIO!

…Saludos, buscadores del conocimiento, y bienvenidos una vez más a (suspira profundamente) la PokeBall del Misterio. En esta sección de nuestra queridísima publicación Vrutal Today, hemos visto con anterioridad incógnitas extrañas, indescifrables e incluso siniestras: la leyenda de la guerra de FIFATNAM, indicios de que Half Life 3 una vez existió pero desapareció de este plano de existencia por razones desconocidas, o una copia todavía sin abrir de Super Mario Bros, que se vendió por una exorbitante suma de dinero. Pero lo que le traemos hoy, queridos lectores, no es solo misterio… sino también una historia de injusticia, dolor, y un ataque al orgullo Español. Pues prepárense, pues aquí viene la bomba que alterará sus vidas durante un mísero par de horas…

Ratchet & Clank es un plagio de una creación española.

Impactante, si, lo sabemos. Pero… ¿en que nos basamos para llegar a semejante conclusión? ¿Cómo tenemos argumentos suficientes para atacar a una de las sagas más únicas y queridas de las plataformas? ¿Cómo demostramos que no estamos simplemente borrachos y soltando desvaríos influenciados por el alcohol? Pues agárrense a sus asientos, ya que este será un viaje que nos llevará a través del tiempo y el espacio…

Nos trasladamos al año 1995, España. Una época más simple, donde todavía no existía el Euro (y con él, la terrorífica deuda que a día de hoy cierne su sombra sobre nosotros), donde la Nintendo 64 y la PSOne eran algo que todavía se encontraba ahí, en el horizonte, tentando a los jugadores de antaño, y cuando los cómics españoles todavía vivían una edad de oro. ¿Quién no recuerda haber pasado delante de un quiosco y pararse a ojear con curiosidad un Cómic de Mortadelo y Filemón, o Super Lopez, o uno de Marvel o DC? En aquellos entonces las nuevas tecnologías todavía no habían llegado ni de lejos al nivel que presentan en la actualidad ni estaban tan expandidas, y comprar una revista o un tebeo para pasar el rato (ya fuera en un viaje, o para cuando ibas a la playa, o para darte algo que hacer en casa para evitar que acabarás con tu miserable vida) era muy típico. La que más ganaba de aquello en España fue la Editorial Brugera (y luego Editorial B), que tenía un monopolio en una de las industrias más exitosas de la época con la colección OLÉ, que todavía presentaba un tirón enorme gracias a los más pequeños, y que por desgracia, como todo en esta vida, acabo perdiendo más fama y relegada a un rincón con el avance de las tecnologías.

Pero dejemos las gafas de lentes rosas a un lado y centrémonos en el meollo del asunto. Veréis, la Editorial Brugera, como ya sabemos, tenía mucho tirón en aquel tiempo, y aquello significaba que una gran cantidad de cómics españoles estaban publicados bajo ella. Si bien esto incluye a los clásicos, también incluía a obras más independientes, que podían ser o buenas, o aceptables, o una aberración del nivel de Fallerela y Españisima, las heroínas que derrotaban a monstruos y criminales con el poder de las Fallas o mediante cocido madrileño, respectivamente. Y sí, esto es verídico (aunque no pertenecía a la mencionada colección), es lo que pasa cuando tienes a un funcionario que logró pasarse 10 años sin pasarse por su lugar de trabajo y cobrar por ello:

Pues bien, entre todas esas publicaciones independientes,había una que, a día de hoy, nos ha llamado la atención. Les presento, a todos ustedes… A Blip y Turbo.

Blip y Turbo fueron un dúo que apareció en el cómic “Los Xunguis”, creado a principios de los 90 por el conocido escritor catalán Joaquín Cera, creador de Pafman,una parodia de Batman que surgió en el 87. Si bien los principales protagonistas del cómic eran los epónimos Xunguis, unos traviesos aliens, Blip y Turbo eran personajes recurrentes en esa publicación. Y qué curioso que Turbo se parezca tanto aun ya conocido Lombax, que lleva armas extravagantes a más no poder (no, en serio, mirad esa pistola de zanahorias en esa maldita portada) y que encima es piloto, y que su compañero sea un adorable e inteligente robot…

6 años después, saldría para la mítica PlayStation 2 en 2002 un titulo de plataformas único en su género: Ratchet & Clank. Un titulo que destaco por sus entrañables dos protagonistas, una selección de mundos muy creativa, y un arsenal de armas que, aunque en aquel entonces escaso, era innegablemente creativo, tanto en nombres como en función, y que solo crecería con posteriores entregas (así como las puyas sexuales que hicieron con las dos secuelas directas, Going Commando y Up Your Arsenal). Con el tiempo, Ratchet & Clank se volvió una de las sagas más exitosas y reconocibles de la consola de Sony, llegando a dar lugar a más de 10 títulos principales,diversos spin-off y hasta a una película, que fue... bueno, nada del otro mundo, pero eso es mejor que Assassin’s Creed e infinitamente mejor que la aberración que fue la película Emoji. No fue hasta 2014 cuando alguien se dio cuenta de esta coincidencia y contacto con Joaquín Cera, el cual se extraño y recalcó en el extraño parecido, pero no tenía mucho más que decir salvo que lo consideraba una curiosa coincidencia.

PERO… ¡¿ES SOLO UNA COINCIDENCIA?! Porque creemos que no.

La historia que consideramos completamente verídica es que uno de los miembros del futuro Imsoniac Studios (concretamente Brian Hastings, acreditado con la idea) fuera en aquel entonces a España de vacaciones, le echara un ojo al tebeo, y volviera a Estados Unidos. Y cuando su idea de tener a un lagarto mecánico falló por falta de interés, se acordó de aquel híbrido de lince y humano que vio en un cómic adquirido tras una importante borrachera donde descubrió el Calimocho y cambiará la idea. Y estamos incluso seguros de que en cuanto salió el juego Joaquín Cera y Ramis emprendieron una ardua batalla legal que acabo tristemente olvidada por los anales de la historia cuando Papi Sony intervino, calló a los pobres dibujantes que amenazaban con interponerse en el camino de la dominación mundial de estos, y uso sus poderes de mezquindad para borrar del medio y la memoria publica la existencia de dicha lucha legal.

¿Improbable? Puede, ya que estoy borracho y medio esquizofrénico, pero si vivimos en un país en el que se puede considerar a Kiko Rivera como “músico” y a Alvaro Ojeda como “periodista” de forma no irónica, todo es posible.

Y así acaba esta edición de la Pokeball del Misterio. En la próxima edición, les traeremos el interesantísimo caso de cómo Riot Games planea dominar el mundo mediante los mains de Yasuo, en acorde al fiable testimonio de un niño de 12 años que estaría en Challenger de no ser por sus amigos bronce... si no acabo con mi misera existencia antes, claro esta.

¡Hasta la próxima, Vrutaleros!