Top 10 de enemigos molestos en los videojuegos PS4 XBO WiiU VITA 3DS PC movil

Los videojuegos normalmente están para divertirnos, sobre todo aquellos juegos que incluyen enemigos dentro de sus mecánicas. Afortunadamente, como con cualquier cosa, el intento de crear algo bueno puede salir rana y puedes acabar con una variedad de enemigos que resultan ser molestos e insatisfactorios a la hora de pelear contra ellos. Y dentro de este espectro, podemos encontrar bestias que parecen haber sido diseñadas con el único propósito de enfadar al jugador y volverlo una máquina destrozadesarrolladores sanguinaria.

Pero bueno, ¿qué pueden tener estos enemigos para volver a los jugadores semejantes asesinos? Muchas cosas a tener en cuenta, y que voy a explicar en esta lista. Dicha lista contará con las reglas usuales, no se permite más de una entrada por franquicia, y se basará por completo en mi opinión única y personal. Dicho esto, todo vale, así que hasta la hormiga virtual más pequeña, si me causa una gran molestia, podría entrar dentro de este top. Dicho esto, sin más dilación, empecemos:

Los limos son los monstruos más comunes de Dragon Quest y la mascota de la serie. Son pequeñas babosas con cara bobalicona que tienen múltiples formas, aunque prácticamente todas ellas sólo saben golpear con un placaje bien dado y no pueden hacer nada complejo como tácticas o magia. Todos salvo una especie de limo en específico, el limo metálico, que como indica su nombre, está hecho de metal, por lo que los ataques dirigidos a él suelen acabar haciendo muy poco daño. Por suerte, estos limos tienen la capacidad de huir, lo cual es bueno, ¿no?

El caso es que esta variante de los limos otorga cantidades industriales de puntos de experiencia, por lo cual, se vuelven criaturas muy preciadas para ser matadas y así farmear niveles de forma rápida. Por supuesto, si te los encontraras fácilmente, el juego sería muy fácil de terminar, por lo que tienen un ratio de aparición algo bajo. Así que te encuentras con uno y empiezas a luchar. Haces un par de ataques, hace 1 o 2 puntos de daño... Y tras uno o dos turnos, el monstruo huye despavorido, dejándote a las puertas de conseguir esos preciados puntos de experiencia.

Este enemigo es molesto porque no sólo es difícil encontrarlo, sino también es difícil poder matarlo. Y sí, sé que esa es la intención de los desarrolladores para evitar que hagas muchas trampas, pero en mi opinión, llegaron a un punto muerto terroríficamente molesto. Los limos aparecen con la suficiente probabilidad para que te enganches a matarlos, aunque tengas que huir de muchos otros monstruos, y puedes matarlos bastantes veces, aunque no demasiadas, por lo que sigues intentándolo de nuevo... Y te frustras más y más cada vez que fallas en tu cometido. No es como en otros RPGs, donde estos enemigos son algo raros y verlos causa una reacción de "OH, A POR Él, A POR ÉL", sino que pillas una costumbre adictiva de verlos más o menos a menudo y provoca una relación perjudicial entre el juego y tu salud mental.

Un juego hack 'n slash no suele tener enemigos molestos. Sí, tiene enemigos muy fuertes y veloces, pero los juegos de este estilo suelen tener protagonistas igual de fuertes y veloces, por lo que es una situación más o menos balanceada, por lo que estos juegos suelen preferir usar varios enemigos al mismo tiempo para así crear un desafío en el que tengas que estar centrado en todo lo que sucede a tus alrededores. Aun así, existe un enemigo en Bayonetta 2 que aunque en ciertas maneras cumple con lo que he mencionado, se vuelve muy molesto y el origen de varios Game Overs.

Este enemigo es Resentment, un demonio del infierno con cuerpo similar al de una serpiente, aunque su cabeza, en cambio, tiene forma triangular. Resentment tiene tres ataques. El primero, el ataque físico principal, es una espada látigo que tiene un gran alcance. Un desafío corriente e interesante, en el que se pone a prueba nuestra capacidad para esquivar a larga distancia para atacar. El problema viene de sus otros dos ataques. Uno involucra a él atrapando a la bruja protagonista con su cola y extinguir poco a poco su vida, acabando en un Game Over a menos que movamos el joystick en círculos como posesos. El otro ataque devuelve a la hechicera a su infancia, por lo que tendrás que huir, porque si Resentment te come, es un Game Over instantáneo.

Esto no prueba tu habilidad a los mandos. No estamos ante un guerrero poderoso que ha entrenado durante años para matarnos, sino que estamos ante un tipo que tiene unos trucos con los que puede ganarnos muy fácilmente, sin poner la batalla en terreno igual para los dos. Por suerte, hay algo positivo de estos enemigos, que sólo aparecen en un capítulo de la aventura, por lo que realmente sólo es necesario combatir contra ellos un par de veces fuera de los desafíos especiales. Por lo que el sufrimiento es relativamente corto, aunque la imagen de esta abominación sigue quedándose marcada en tu mente.

Normalmente, las águilas saben que no pueden cazar seres humanos. Tienen buenos reflejos, son fuertes y son demasiado pesados para levantarlos en el aire. Pero en Far Cry 4, las águilas de la zona que visitas está infectadas por un virus que las vuelve enormemente agresivas y las hace seguir el programa de destrucción de la humanidad que se sigue en Los Pájaros. Eso quiere decir que en cuanto camines bajo su área, bajarán rápidamente con un grito espeluznante y te intentarán sacarte los ojos. Tú siempre sacarás el brazo, por lo que el águila lo arañará un par de veces antes de salir volando de nuevo. Fin.

A pesar de su simpleza, éste es un ataque sorpresa muy difícil de preveer, porque para ello, debes mirar hacia arriba, el cielo, porque el otro indicador de la presencia de estas bestias emplumadas, el grito que hacen antes de atacar, no suele dar la cantidad de tiempo suficiente para poder verlos de forma clara y atacarles. El problema viene de que en un juego de este estilo, tú normalmente sólo mirarás al frente, como cualquier persona normal del mundo, pues los humanos no tenemos ojos en lo más alto de nuestra cabeza. Así que estos ataques serán percibidos mayoritariamente como aleatorios o como muy difíciles de preveer, lo cual es frustrante.

Y no es que las águilas sean especialmente fuertes o hagan demasiado daño, pero sí que te distraen durante unos preciados segundos, donde debes ahuyentarla. Y bueno, esto puede suceder en cualquier momento que estés de pie, incluso en medio de un tiroteo contra enemigos, lo cual puede significar tu muerte. Además, también puede aparecer después de enfrentamientos difíciles para dar ese golpe de gracia para llevarte a la tumba. Es una muy buena mezcla para crear un enemigo molesto debido a su aparente aleatoriedad y mal oportunismo, que encima, si te pilla en un momento normal, sólo crea una sensación de tiempo perdido y negatividad.

Es ya conocido por muchos de los aficionados a videojuegos de la red internacional conocida como el internete que Zubat es un pokémon bastante odiado. No porque sea especialmente malo como decisión para llevar en tu equipo y aventura, pues tiene una variedad interesante de movimientos y su evolución final, Crobat, es bastante buena y útil, sino más bien, es odiado cuando te encuentras en el otro lado del enfrentamiento, es decir, cuando te encuentras con ellos. Y esto sucede bastante a menudo, sobre todo al principio de tu aventura en juegos como los de la primera generación o incluso la tercera.

Zubat es el principal habitante de las cuevas de varias regiones de Pokémon junto a Geodude. Al principio de tu aventura, antes de tener repelentes para recorrer cuevas sin demasiados problemas, tienes que patearte estos recovecos rocosos a pie. Y a pie, tienes muchísimas probabilidades de encontrarte con enemigos en cada uno de tres pasos. Y ese enemigo puede ser probablemente Zubat. Este pokémon no es especialmente fuerte, es más, con pokémon lo suficientemente entrenados, puedes debilitarlos fácilmente. Pero si no lo consigues a la primera, puedes tener un enfrentamiento muy molesto.

Esto se debe a los movimientos de este bichejo alado, destacando sobre todo el ataque supersónico, que aunque tiene una mala precisión, del 55%, puede confundir a tu pokémon y hacer que se ataque a sí mismo. Sí, es un estado que se cura fácilmente, saliendo de la batalla, pero sigue siendo molesto dentro de la batalla, ya que deja el resultado de esta a la suerte en gran parte. Además, Zubat cuenta con ataques que recuperan su vida, por lo que si tu pokémon es débil ante estos ataques, aunque sean de potencia baja, pueden alargar mucho la pelea. Y recordemos cómo he mencionado que las cuevas de múltiples regiones están infestadas de estas criaturas, por lo que puedes tener enfrentamientos constantes de este estilo. Eso, o pulsar huir de forma constante sin progresar mucho.

Medusa era uno de los monstruos más famosos de la mitología griega. Una mujer reptiliana, con pelos hechos de serpientes y con el poder de convertir en piedra a cualquier ser que la mirase a los ojos directamente. Una idea original proveniente de una civilización que no entendía del todo el mundo a su alrededor y necesitaba crear historias. Ahora bien, dicho monstruo, como he mencionado, pertenece a los mitos griegos de muchos siglos antes del nacimiento de Cristo, es una mujer con escamas de cuerpo completo y encima, es un único ente, no es una raza de criaturas. Decidme cómo es que Castlevania tiene miles de cabezas voladoras de Medusa en medio del Transilvania medieval.

En todo caso, estos enemigos, como cabe esperar de un personaje de juego de NES, son muy simples. Lo único que hacen es moverse en patrones de onda. Y ya. Fáciles a primera vista, pero el caso es que Simon Belmont no tiene un salto a lo Mario, sino que más bien, tiene un salto predefinido hacia delante. Por lo que la mejor estrategia al estar en una zona con ellas es tener paciencia y saltar o quedarse quieto en los mejores momentos, sin atacarlas siquiera en muchas ocasiones. Ahora bien, más tarde aparecen desafíos más difíciles, como el esquivar estos enemigos en medio de pozos sin fondo. Creedme, no es particularmente fácil.

Pero el peor caso de todos ocurre en el pasillo de camino a la sala de La Parca. En este pasillo, tenemos a cabezas de medusa que pueden aparecer de delante o de atrás. Además, el pasillo tiene al mismo tiempo dos caballeros que necesitan 9 golpes para ser derrotados y lanzan hachas en dos altitudes distintas. Cada golpe de cada enemigo quita un cuarto de tu vida. Este desafío ejemplifica la dificultad desquiciada que, aunque sea técnicamente justa, frustra demasiado debido a su complejidad y la necesaria habilidad a los mandos a la hora de superarla. El juego te obliga a fijarte en dos enemigos con formas completamente diferentes de atacar y moverse. Por este tipo de niveles creo que las cabezas de medusa tienen el potencial de ser enemigos justos e interesantes, pero el diseño de niveles las convierte no en monstruos injustos, pero sí demasiado difíciles y desfavorecedores, volviéndolos molestos.

Los enemigos en Sonic están diseñado de tal forma que no suelen ser especialmente difíciles de preveer mientras estás corriendo a toda velocidad. Están ahí como obstáculos que puedes eliminar fácilmente si lo prevees o si usas el turbo especial, o como desafíos para aumentar la dificultad en secciones más dedicadas al plataformeo clásico que a la velocidad desenfrenada por la que se caracteriza esta irregular serie. Además, suelen tener una mayor aparición en las zonas bajas de los niveles de Sonic, donde la velocidad baja por la afluencia de las trampas, por lo que no se vuelven tan frustrantes como pueden ser enemigos que interrumpen por completo tu velocidad.

Aquí entran los Slicers, pequeños armatostes mecánicos con forma de mantis religiosa que pueden lanzar sus guadañas como bumeranes. Bueno, eso no parece tan malo si se usa en mitad de una zona de plataformeo más lenta, para que intentes posicionarte mejor. Pero en realidad, suelen colocarse al final de rectas donde pillas un poco de velocidad y cómo no, en lo alto de paredes por las que subes, para sorprenderte con un ataque sorpresa difícil de preveer y esquivar a menos que hayas jugado ya antes a este juego y te sepas el mapa de memoria.

Prácticamente su existencia significa la seguridad de recibir un golpe imprevisto, lo cual puede llegar a matarte fácilmente si te encuentras sin anillos. Es un fallo de diseño horrible, que parece ser hasta intencionado de parte de los desarrolladores para así conseguir que los jugadores pierdan vidas por doquier y así extender el tiempo de vida útil del juego. Lo que peor me sabe es que el enemigo tiene utilidad y puede ser bueno, al igual que las cabezas de medusa, pero acaban con esa pretensión rápidamente al ponerlo no en situaciones desfavorecedoras, sino hostiles y dañinas para cualquier persona que juegue a este título por primera vez.

Los headcrabs son pequeños alienígenas que se copian de Alien y buscan pegarse a tu cara como los Facehuggers para así controlarte como si fueras un zombi. Pero claro, primero deben volverte un cadáver, y para ello, lo mejor que pueden hacer es moverse rápido y saltarte a la cara para pegarte mordiscos asesinos en medio del puente nasal. Pero bueno, un poco de puntería y hala, tienes un desafío más o menos bueno, para golpear un enemigo pequeño. Algo normal, vamos, que aunque se vuelve un pelín molesto si eres un manco de mierda, no es demasiado difícil de superar.

Ah, pero luego están las variantes venenosas de este extraterrestre, convenientemente coloreadas del color negro de la muerte, porque los alienígenas también siguen las convenciones cromáticas de la sociedad occidental moderna. Estos visitantes del espacio exterior son un poco más inteligentes que sus parientes, por lo que pueden llegar a esquivar tus disparos, para después contraatacar con un salto de longitud olímpico que te inyecta veneno letal en las venas. Algunos creerán que el tener esta sustancia dañina en tu interior tendrá un efecto similar al de otros juegos, en los que lentamente pierdes como 20 puntos de vida hasta que re te recuperas finalmente. Pero no, en realidad un ataque suyo siempre te dejará en un 1 punto de vida.

Luchar contra estos enemigos es horrible, pues te obligan a esconderte o a usar tácticas muy esquivas, sólo para evitar que lleguen a morderte. Y para un juego de este estilo, basado en la libertad que llega a dar al jugador y la creatividad que estos deben usar para avanzar, este diseño no funciona en absoluto y hace que el jugador se sienta rígido. No sientes que estés cambiando tu estrategia frente a un enemigo fuerte, sientes que estás siendo obligado y forzado a cambiarla después de encontrarte con un peligro que supone demasiado riesgo. Todo esto en general forma un enemigo con el que te ves obligado a parar tu ritmo y no divertirte, algo que encima no supone una victoria asegurada.

Recientemente he estado jugando a Bloodborne. Recientemente he estado tomando de paso unas clases de control de la ira. Y también de autoestima. Aún a pesar de todo esto, pienso que muchos de los enemigos de Bloodborne están diseñados de una forma justa. Frustrante en muchas ocasiones, debido a su dificultad, pero de forma justa. Eso sí, a Miyazaki en varias ocasiones las situaciones injustas le ponen bastante. Emboscadas, trampas puestas con mala uva y posicionamientos de enemigos con la única función de enfurecer a los jugadores... Y luego tenemos a las linternas de invierno.

Las linternas de invierno son criaturas infernales que parecen ser mujeres (Es más, parecen llevar los mismos ropajes que la muñeca del sueño del cazador) con cerebros demoníacos controlándoles desde la cabeza que cantan canciones mientras se mueven. Estos cerebros atacan dándote abrazos y comiéndote el coco literalmente. Bueno, y también atacan con sólo mirarte, clavándote así agujas psíquicas que hacen daño. Ah, y que te miren también aumenta el medidor de locura, un estatus negativo. Sí, ya hemos visto varios de ellos en esta lista, pero el caso es que este estatus, cuando llega a aparecer, lo que hace es quitarte casi toda tu vida (Si la tienes completa) de un plumazo. Ah, y ese medidor sube a una velocidad mucho más rápida que cualquier otro enemigo que puede infligir este estatus.

Puedo decir con cierto orgullo que ha habido múltiples ocasiones en Bloodborne en las que he superado desafíos sólo gracias al hecho de que he corrido y he dejado atrás a los enemigos que me perseguían. Es una táctica que los Soulsborne te permiten hacer en varias ocasiones. Si ves que no puedes con todo un grupo de enemigos, no luches contra ellos. Es una ley que el juego te enseña y que aprueba. Pero aquí esa ley ya no sirve. Y tampoco sirve la ley de luchar cuerpo a cuerpo. Es un enemigo que puede matarte muy fácilmente con sólo mirarte, así que tienes que luchar cuerpo a cuerpo, pero entonces te agarra y te mata igualmente, y si luchas de lejos, no la vas a matar lo suficientemente rápido porque Bloodborne se basa completamente en el ataque físico. Es un enemigo contradictorio que te obliga a llevar sedantes para evitar que te mate. Y aunque en ciertas ocasiones, los desarrolladores te dejen esconderte detrás de coberturas, en otras, te los ponen al aire libre, enfrente de un área por el cual tienes que moverte con cuidado para no caerte, o en pozos de veneno. El desafío puede ser satisfactorio, sí, pero no debe de provenir de situaciones contradictorias y nocivas, pues a la larga, enfadará demasiado al jugador.

Como hemos visto con Zubat, hay un tropo común dentro de los videojuegos de rol que consiste en enemigos cuyo principal método para matar héroes y caballeros consiste en atacar usando venenos y ataques que alteran tu estado a formas negativas. Zubat era molesto por su gran número y por su gran cantidad de apariciones a la hora de atravesar extensas cuevas. En cambio, hay enemigos que no aparecen tanto pero pueden ser una amenaza mucho mayor por su letalidad. Uno de estos enemigos es Marlboro, un monstruo clásico que ha aparecido ya en muchos Final Fantasy.

Marlboro, por su apariencia, es el típico monstruo del pantano con tentáculos y demás. Pero lo que lo diferencia de un simple enemigo más es su habilidad principal, Mal Aliento. Este ataque escupe una bola de gas tóxico que puede causar más de dos estatus negativos en los personajes. Y sí, he usado plural porque este ataque puede afectar también a más de una persona según el juego. Con un par de ataques, o con sólo uno, puedes acabar con un equipo con un personaje envenado, otro confuso y el último convertido en rana. Y encima, estos enemigos no son especialmente débiles como los Zubat, sino que tienen la vida suficiente para aguantar la pelea el tiempo suficiente para matar a tus personajes lentamente.

Es cierto que estos monstruos no son especialmente comunes, normalmente limitándose a unas pocas áreas, pero el enfrentarse a ellos es estar en una desventaja inicial, puesto que puede inutilizar tus ataques fácilmente o puede provocar que mueras más rápido de lo normal. Y además, Marlboro no es que se especialice en una única forma de dañar lentamente tus fuerzas, sino que puede infligir más de una a la vez, y de forma aleatoria, por lo que es prácticamente imposible predecir el resultado de su ataque y tienes que ir obligatoriamente cargado de medicamentos contra la enfermedad mágica de la rana. Por si acaso. Y si ese acaso no llega a suceder, has gastado tu dinero sólo para ese hipotético enemigo que puedes encontrarte y con el que ambos sabemos que no utilizarás esas medicinas mágicas.

En todo este viaje de dolor y penurias, hemos visto que varios de los elementos más molestos y frustrantes a la hora de enfrentarte a un enemigo se encuentran en la aleatoriedad y en la dificultad. Y una buena representación de estos conceptos juntados en uno se encuentra en los demonios rojos de Ghost & Goblins. Lo primero de todo, es necesario comentar cómo en este plataformas para NES, mueres con sólo dos golpes y cómo tu salto es predefinido y no tienes control sobre él salvo por la dirección en la que miras y los ataques que usas. Ahora, teniendo en cuenta este esquema de control tan rígido y sin muchas posibilidades, ¿qué tipos de enemigos creeis que deberían incluirse?

Si tu respuesta ha sido: "De todo menos enemigos voladores y veloces", entonces no eres un sádico como los desarrolladores de este juego. Los demonios rojos, cada vez que te encuentras con ellos, volarán a lo alto de la pantalla para después moverse aleatoriamente hasta que decidan bajar a la velocidad del rayo en un patrón semicircular hacia tu posición, volviéndolos enemigos extremadamente difíciles de esquivar, sobre todo cuando estás luchando al mismo tiempo contra otros demonios y fantasmas. Un enfrentamiento contra ellos suele significar un golpe de los dos necesarios para estirar la pata. Ahora bien, dicho esto, Capcom es muy tocapelotas para decidir poner varios niveles infestados de estas criaturas sin capacidad de reponer tu vida entre medias.

Lo molesto de este enemigo es la facilidad que tiene para matarte debido a su gran movilidad frente a tu incapacidad para saltar correctamente o para esquivar sus ataques de alguna forma u otra. Este demonio sigue una filosofía de diseño completamente radical y diferente a la de Arthur, por lo que es muy difícil incluso golpearle. Uno es metódico, preparado para un juego en el que sí, prevalece el combate con enemigos, pero esos enemigos sólo se mueven hacia delante, atrás y disparan de vez en cuando un proyectil sobre el cual saltar. Un personaje para un arcade simple. Y luego está el obstáculo de dicho arcade que se come todas tus monedas, muy difícil de evitar y que sólo los "profesionales" podrán superar. Ese obstáculo es este único enemigo. Y ese obstáculo aparece cada dos por tres.