ANALÍSIS: NIOH PS4

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Tengo que admitir que cuando cayó en mis manos una copia del Ni-Oh, ya había tenido oportunidad de ver las buenas críticas que empezaba a cosechar la demo que Team Ninja había puesto a nuestra disposición, así como visto varias imágenes del arte que proponía y escuchado acerca de su evidente similitud con las obras dirigidas por Hidetaka Miyazaki. Sí, hablo de la saga Souls y del excelente Bloodborne - ocupando este último uno de los puestos mas altos en mi ranking personal de videojuegos.

Todo esto había contribuido a crear unas expectativas bastante altas. Sabía que mi punto de partida no era lo neutral que debería cuando arrancase por primera vez el action-RPG que había creado el estudio responsable del hack and slash Ninja Gaiden, y que además ya empezaba a despuntar en ventas.

Después de una introducción que nos sitúa en un Japón feudal y fantástico del siglo XVII, arrancamos la historia en la piel de William Adams. Y es que el juego no da la opción a crearte tu propio personaje, a diferencia de otros títulos del estilo. Un dato al que personalmente no doy mucha importancia, pero que tampoco hubiese estado de más.

En el capítulo que sirve de prólogo empezamos con William sin armadura ni armas, capturado en las celdas de una fortaleza… Y llega mi primera decepción. Unos decorados oscuros y poco detallados, demasiado genéricos, hasta el punto de no saber si por un pasillo había pasado ya o no. Lo juego con una PS4 Standard, pero gráficamente da la sensación de estar jugándolo con una consola de la anterior generación. Sin embargo, a su favor hay que decir que el movimiento es fluido y ágil.

Entonces recuerdo que el juego al iniciarse me da la opción a elegir entre el modo cine (donde corre a 30 fps y una resolución de 1080p) o modo acción (60 fps y 720p), siendo el modo acción el que he seleccionado. Cambio a modo cine y ahora sí; sigue sin ser lo mas puntero gráficamente pero la mejora es notable. Sin embargo, noto que después de llevar un rato acostumbrado a los 60 fps, prefiero retomar esa fluidez a cambio se sacrificar un poco la resolución. Al fin y al cabo estamos hablando de un juego de lucha rápido y trepidante y no de una película interactiva. Aquí agradezco que el equipo de Team Ninja haya dejado a la elección del propio jugador cuales son sus preferencias. Ojalá tomen nota otros desarrolladores.

Avanzo por los pasillos y en seguida me doy cuenta que el juego basa las recompensas en el loteo; podremos encontrar algunas armas, armaduras e ítems de diferente utilidad a lo largo del escenario, pero básicamente serán nuestros enemigos quienes suelten los mejores premios cuando hayamos acabado con ellos. No nos resultará demasiado difícil con los contrincantes mas básicos, ya que si estamos familiarizados con juegos de este tipo, es cuestión de minutos lo que tardaremos en hacernos con los controles.

Terminado el prólogo es donde empezamos nuestra aventura de verdad. Y todo cambia a mejor. Los decorados cobran vida, la música nos transporta al Lejano Oriente y descubrimos todas las posibilidades que tenemos a nuestra disposición tanto de mejora de personaje como de combate. Podremos aumentar todas las estadísticas de William, como son la fuerza, la energía (el “Ki” en este caso), técnicas Ninja, técnicas Samurai, técnicas Onmyo… siendo la moneda de cambio la Amrita que vayamos acumulando. También aprenderemos que tenemos tres posiciones de combate que nos permitirán golpear con mas rapidez o con mas fuerza, pudiendo escoger el estilo de lucha que más nos guste. Aunque evidentemente lo recomendable es combinar las tres posiciones, además que nuestro Ki se verá beneficiado

La cantidad de armas es bastante digna, y sus diferencias en combate notables. Contaremos con armas de fuego, arcos, granadas y un largo arsenal que complemente nuestras dos armas principales, así como el poder para invocar espíritus guardianes que nos ayudarán temporalmente. Lo mismo pasa con las armaduras; están las ligeras que nos permitirán movernos con agilidad a cambio de una menor protección, o las pesadas que harán las funciones contrarias. En cualquier caso, tenemos una infinidad de opciones para prepararnos para la batalla a nuestro antojo, pero vigilando siempre de tener bien equilibrada la balanza.

A lo largo del mapa iremos descubriendo atajos que nos facilitarán las cosas, y unos puntos de control llamados Santuarios donde podremos acceder a varios menús y restablecer completamente nuestra salud a cambio de un respawn de todos los enemigos del mapa. También nos iremos encontrando con unos simpáticos personajes llamados “Kodama”, casi siempre escondidos, que enviaremos de vuelta a los santuarios. Cuantos más encontremos, más nos ayudarán con Amrita, elixires y probabilidad de encontrar objetos. Así que es importante ir siempre explorando el hasta el último rincón, porque a veces descubriremos zonas secretas con objetos valiosos esperándonos. La única pega que le pondría a los escenarios es la linealidad de las misiones. Los caminos a elegir son siempre uno sólo; al final nos puede llegar a invadir la sensación de estar frente a un juego “pasillero” a pesar de querer mostrarse abierto, y los mapas de los diferente niveles no están interconectados entre sí.

Avanzar es relativamente fácil, por lo menos en cuanto a lo que los enemigos de menor rango se refiere. Con éstos podemos ir un poco mas a lo bestia que con los juegos de From Software, acercándose Ni-Oh a veces un poco más a un hack and slash de los de siempre, no por ello menos desafiante o divertido. La cosa cambia bastante cuando nos enfrentemos a una serie de demonios que nos esperan en cada misión o a unos guerreros que opcionalmente invocaremos nosotros mismos, y desde luego cambia drásticamente frente a los jefes finales, que serán los que verdaderamente nos pongan contra las cuerdas, obligándonos a no perder los nervios y a exprimir al máximo nuestra habilidad como jugadores. La mejor técnica, como siempre, será aprenderse sus patrones y estar preparado para reaccionar a tiempo y midiendo nuestros tiempos de ataque y esquivar.

Estar pendiente de nuestro “Ki” será clave para la victoria también, si no le prestamos atención a su barra indicadora será muy fácil quedar completamente expuesto a merced de nuestro enemigo sin capacidad de reacción. Los jefes de este título son difíciles pero en ningún momento pensaremos de alguno que es completamente imposible. Además, remarcaría que su imagen podría ser más abrumadora. Un jefe de final de fase tiene que ser imponente y e intimidarnos, y desgraciadamente aquí no nos va a pasar. También da la sensación de que la IA podría estar más trabajada. Por ejemplo, si tenemos varios enemigos incordiando demasiado, y necesitamos reponer vida urgentemente con un elixir pero no tenemos tiempo para consumirlo por estar rodeados, simplemente con apartarnos lo suficiente dejarán de seguirnos y nos ignorarán por completo a pesar de estar en su campo de visión.

Una vez terminada una misión, accederemos al mapa general de la región desde el cual podremos practicar diferentes técnicas aprendidas en el dojo, forjar armas y armaduras, repetir misiones para encontrar todos los Kodama que nos hemos dejado por el camino y se nos asignarán misiones secundarias. Sumadas las principales a estas secundarias, tendremos decenas de horas de juego, aunque realmente dan la sensación de relleno en bastantes casos, ya que nos obligan a visitar mapas ya vistos por segunda vez, pero en los que incluso han acotado los caminos para que no podamos desviarnos, y no suponen ni mucho menos un gran reto en comparación a las principales.

Concluyendo, creo que Ni-Oh es un juego que cumple su cometido; pretende ser desafiante y lo consigue sin conducirnos a la desesperación. Por eso me extraña que hayan optado por un prólogo tan poco espectacular y llamativo, porque ciertamente es después cuando lo descubrimos y nos atrapa. El apartado técnico es bastante correcto, y el hecho que nos permita elegir entre calidad gráfica o tasa de frames por segundo también es un detalle muy a tener en cuenta y digno de elogio. El diseño de los escenarios y de los enemigos cumplen, aunque como es habitual, dista mucho del magnífico arte que habíamos visto en las imágenes promocionales. Tampoco parece que tenga complejos a la hora de mostrar las fuentes de las que bebe, motivo por el que tendremos una sensación muy familiar al jugarlo quienes vengamos de la saga Souls y del Bloodborne. Aun así tiene sus propios ases guardados en la manga que hacen que brille con luz propia, convirtiéndolo en un título que haga las delicias de aquellos que les guste enfrentarse a nuevos retos.

Puntuación: 8

Hemos realizado este análisis con una copia que nos ha proporcionado Sony.
El texto ha sido escrito por Gorka Dresbaj, uno de nuestros colaboradores.

Nioh es una experiencia tan intensa que no te deja un segundo de respiro

La táctica de hacer la rata desde la distancia nunca falla

Y también tenemos a nuestro Pokémon. Impactrueno es super efectivo

A los enemigos les duele un poquito la cabeza después de luchar con nosotros

Espera esta pose la he visto antes.¿Snake, eres tu?

Cuando le pides dinero a tu madre para salir un viernes noche

Es imposible no pensar en la saga Souls con estos bosses

Y hablando de bosses, son todos una pasada

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10 comentarios

2 de marzo de 2017 - 13:37
#3 NAELMIROS
NIOH PODES

Mas o menos el resumen.

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2 de marzo de 2017 - 13:24
#2 INAZUMA_GT


es por esto que los zinogres como yo no nos juntamos con rajangs, salen esas cosas...

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2 de marzo de 2017 - 15:19
#5 PANZERX
Kept you waiting, huh?

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2 de marzo de 2017 - 14:01
#4 LAGIADOS
#3 @naelmiros MATASTE A MI PADRE!

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2 de marzo de 2017 - 23:49
#9 RUBEN70
ANALÍSIS... ¿¿¿¿¿¿¿ANALÍSIS???????? No notáis nada raro?...

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2 de marzo de 2017 - 13:22
#1 JAUMEGOYFColaborador
El de la última imagen no es un boss XD

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2 de marzo de 2017 - 15:22
#6 PAPILLAMAN42
#3 @naelmiros donde el tito alex solo usa un arma sin cambiar de pose ni habilidades obviando la gracia que diferencia de este juego a la saga souls? 10/10 que gran resumen

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2 de marzo de 2017 - 17:31
#8 ROBIN_SAN
Si el combate de Dark Souls es aprender a manejar una bicicleta. Entonces el de Nioh es aprender a pilotar un yate.

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2 de marzo de 2017 - 16:46
#7 IAMA1231
NIOH PODÉS!!!!!!1

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2 de marzo de 2017 - 23:49
#10 BEIOLOS
Todo el mundo que me conoce sabe que tengo cierto odio o manía gratuita por lo japonés, sin embargo, es imposible negar que NIOH es un excelente juego, más por ambientación que por historia. Sinceramente, creo que lo empataría con DS1, aún sin llegar a alzarlo a la gloria de Bloodborne, que es sin duda la obra maestra del género.

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